A Irene Urdangarin ya solo le quedan tres meses por delante para finalizar su año sabático y empezar una nueva etapa también lejos de casa. Es una buena estudiante con una media de notable. Y la idea es empezar sus estudios universitarios en Gran Bretaña. Madrid nunca fue una opción. Mucha de su familia reside en la capital y está viviendo una relación muy especial con Juan Urquijo, pero ansía el perfil bajo, no llamar la atención y sabe que, por sus apellidos, si se queda en España, no resultará fácil estar lejos del foco mediático. Además, según nuestras informaciones, a Irene, que es bilingüe e inglés, le gusta mucho el sistema británico.
De ahí que haya tomado la decisión de continuar con sus estudios en Inglaterra. Un país que conoce bien porque ha visitado mucho a sus hermanos. A Juan, especialmente en Londres, donde ahora trabaja con Alejandro Agag; y a Miguel, que estudió en la Universidad de Southampton, en el Centro Nacional de Oceanografía (NOCS), líder en investigación del océano y las Ciencias de la Tierra.
© AGENCIASLe gusta
Su interés está centrado en ‘eventos hospitality’ -turismo y hotelería-, marketing y relaciones públicas, aunque no se conoce todavía su destino ya que ha solicitado ingresar en diferentes universidades. Es lo que le gusta y a lo que se quiere dedicar en el futuro, sin olvidar el mundo del voluntariado y el trabajo humanitario tan presente en su vida desde que era una niña y que acaba de descubrir en Camboya.
Una experiencia inolvidable en la que pudo colaborar con otro gran amigo de su familia: el jesuita español Enrique Figaredo, quien lleva 40 años en Asia como misionero.
Allí, Battambang, una de las provincias más más pobres y minadas del País trabajó junto a los equipos de educación que se centran en la escolarización de niños que trabajan en la calle o están discapacitados; en apoyar escuelas en aldeas remotas de la región y en llevar ayuda a las familias con más necesidades.
© LAGENCIAEl examen
Cumplido este objetivo, Irene regresó a Europa a finales de mayo y, tras pasar unos días con su madre, la infanta Cristina, en Ginebra, -no se habían visto desde enero- regresó a Madrid para terminar de sacarse el carné de conducir. El examen teórico lo aprobó antes de volar a Asia y ahora le queda el práctico.
Irene vive en la Zarzuela con su abuela, la reina doña Sofía y la princesa Irene, con las que se lleva de maravilla -le gusta mucho escuchar sus historias y compartir tiempo con ellas- y disfruta de una vida tranquila. Juan Urquijo, que es ingeniero agrónomo, trabaja; y sus mejores amigas están en Ginebra, aunque en Madrid también ha empezado a hacer una mini pandilla.
Le encanta la ciudad, la vida cultural que ofrece, las terrazas llenas de gente y el buen tiempo. Es algo casi nuevo que está disfrutando de verdad sabiendo que el nuevo curso está a la vuelta de la esquina y que solo le quedan tres meses por delante antes de instalarse en Inglaterra. Un tiempo que pasará -salvando las escapadas para ver a su familia- sobre todo en Madrid, donde está disfrutando también de su relación especial con Juan Urquijo Moreno. Se ven cuanto pueden y esta semana volverán a tener una cita especial: el 5 de junio Irene cumple 19 años.
© PREMIERCiudades diferentes
Les encanta estar juntos, pero siendo muy conscientes de que son muy jóvenes y de que ya se verá lo qué pasa porque van a vivir en ciudades diferentes y no tendrán muchas oportunidades de encontrarse.
Y, además, con un verano de por medio, en el que seguirán las rutas de las vacaciones de sus familias. Irene se irá de viaje con la infanta Cristina y sus hermanos a un destino desconocido -el año pasado estuvieron en Grecia-; visitará a sus abuelos maternos en Mallorca y en Abu Dabi y pasará también unos días con su padre, Iñaki Urdangarin, su abuela, Claire Liebaert, a la que se parece mucho físicamente; y su familia paterna, a la que también está muy unida. Y después, si todo sale como tiene previsto, empezará una nueva vida en Inglaterra.
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