Javier García-Obregón y Eugenia Gil se casaron el pasado 1 de mayo en la iglesia de San Fermín de los Navarros, en Madrid, e una gran boda que reunió a toda la familia y a la que, por supuesto, no faltó Ana Obregón, tía del novio y también su madrina de bautismo. Dos días después del romántico ‘sí quiero’ el nuevo matrimonio cogía el avión rumbo a su exótico viaje de novios a Indonesia .
Aterrizaron en la capital, Jakarta, situada al noroeste de la isla de Java, y a la mañana siguiente tomaron vuelo Yogyakarta, famosa por sus artes tradicionales y su patrimonio cultural, donde pudieron visitar el pueblo y el templo de Borobudur, el mayor templo budista del mundo, formado por dos millones de bloques de piedra extraídos del volcán Merapi y que desde arriba tiene forma de mandala y representa el camino al Nirvana. A él se accede en jeep y tras un largo paseo. La pareja disfrutó así de un rato de aventura para terminar con un romántico picnic en plena naturaleza al atardecer. Visitaron también el templo de Mendut, construido a principios del siglo IX, que forma parte del llamado Conjunto de Borobudur, que es Patrimonio de la Unesco desde 1991.
De ahí, Javier y Eu volaron a Ubud, en Bali, conocida como el centro de danza y artesanía, así como por su bosque pluvial y los arrozales en terraza que conforman el paisaje de toda la zona. Se alojaron en el Capella Hotel, un paraíso escondido entre los frondosos bosques y que cuenta con exclusivas tiendas de lujo con piscina privada. Durante esos días no se perdieron una de las experiencias tradicionales de la zona, los grandes columpios sobre los arrozales, una aventura de inmersión cultural a la que pocos visitantes se resisten. En la ciudad balinesa disfrutaron de las calles llenas de tiendas artesanía, estuvieron viendo los telares, asistieron a una cata de cafés, pasearon por el volcán Batur y disfrutaron de otra visita ‘obligada’, la impresionante cascada de Tegenungan, situada en Kemenuh.
La ruta continuó en las Gili, un pequeño archipiélago de tres diminutas islas bañadas por el Índico en la costa noroeste de Lombok. En concreto, los recién casados se quedaron en el hotel Cocana Resort, en la mayor de ellas, Gili Trawangan, que tiene menos de 4 km de extensión, y aprovecharon para recorrerla en bicicleta -solo se puede así o en coche de caballos- y dar románticos paseos a caballo al atardecer. En el último tramo de su largo y apasionante viaje regresaron a Bali, en esta ocasión a la zona de las playas, donde, fueron a Uluwatu y vieron un espectáculo de danza típica al atardecer en el templo Tanah Lot. Y aunque hubo visitas a la zona de Canggu y Kuta, también tuvieron tiempo para el relax y el descanso, que era lo que buscaban en la etapa final del recorrido.
Ahora tras un viaje de ensueño -lo que más les gustó fue Gili y la primera parte en la que pudieron hacer excursiones en jeep y estar en contacto directo con la naturaleza- Javier y Eu, ya en España, comienzan su vida de casados en su nueva casa, a la que se mudaron pocos días antes de su boda.