Skip to main contentSkip to footer
marta sierra hola 4166© GEORGINA MILLET

Forman una de las parejas más innovadoras de la moda

Marta Sierra nos desvela todos los detalles de su ‘mágica’ boda con Tom, su novio de siempre

Tendrá lugar en Barcelona, la ciudad natal de la novia, el próximo 15 de junio, y promete ser una cumbre de ‘influencers’ internacionales


1 de junio de 2024 - 12:03 CEST

Se conocen tanto, que ya adivinan lo que están pensando sin abrir la boca. Y tiene sentido, porque en sus reels, que ahora comparten excepcionalmente y luego les cuento el porqué, construyen historias sin necesidad de palabras. Les basta con jugar con unos  outfits   de escándalo, los enclaves más chic del planeta como escenario, y un toque de humor para ser como la Audrey Hepburn y el Cary Grant de Charada del universo influencer. Es decir, el glamour y la gracia versión 5.0. Ellos son Marta Sierra y su novio, Tom Peuteman.

Se conocieron hace doce años en Mallorca. Entonces, ya supieron que habían encontrado al amor de su vida, pero no que serían perfectos compañeros de trabajo

Novio, sí, pero por poco tiempo, que aquí viene la noticia. El próximo 15 de junio se convertirán en marido y mujer. Doce años después de aquel flechazo que los unió para siempre, cuando ella aún terminaba bachillerato y él quería ser abogado, en Bélgica. La boda será en Barcelona (dos días de boda, ojo); el vestido lo firma Rosa Clará... Y ahora están en plena vorágine de preparativos. Ya saben, que si el menú; que si las flores; que si el seatting; que si el postre a base de chocolate belga (obvio)... ¡HOLA! les acompañará entonces, no se preocupen, pero antes hemos ‘robado’ unas horas a la pareja, para que nos cuenten su historia de amor.

Marta Sierra nos desvela todos los detalles de su ‘mágica’ boda con Tom

Desde sus comienzos, a kilómetros de distancia a ese momento inolvidable, cuando Tom hincó la rodilla y le pidió la mano. Sin olvidarnos, claro, de las claves de su éxito o, mejor dicho, de ese tándem laboral y sentimental tan bien engrasado, que les ha llevado a pisar el Festival de Cannes y a recoger premios al  Mejor Influencer  de las últimas ediciones de los Forbes, los Ídolo, o los World Influencer Awards. Háganse cuenta de que asisten a un live de IG con Marta.

Marta Sierra HOLA 4166© GEORGINA MILLET
A poco más de un mes del gran día, Marta está como loca con los preparativos. La ‘cazamos’ en un receso tras tres semanas de desfiles. París, Milán... Y nos cuenta que todo está resultando “exactamente igual como lo había soñado siempre. Tanto la decoración como el lugar, como el ‘catering’ —se me hace la boca agua solo de pensarlo—, pero especialmente ¡mi futuro marido! Es lo más importante”.

—¿Contadme cómo os conocisteis? ¿Quién se enamoró primero? En definitiva, ¡contádmelo todo! 

—(Risas) Nos conocimos en Mallorca un verano, hace 12 años. Yo estaba de viaje de fin de bachillerato con mis amigas y Tom, con sus amigos. Fue un flechazo cuando nuestros ojos se cruzaron en un bar. Pasamos dos días juntos. Tom ya estaba en su primer año de carrera, y yo, a punto de empezar Biotecnología en Barcelona. A la hora de partir, Tom me acompañó al aeropuerto para despedirnos y me dijo “adiós”, pero yo tenía claro que no terminaba ahí y, toda contenta, le respondí “nos vemos”. Siempre me ha dicho que le chocó la seguridad que tenía en que nos volveríamos a ver... Por supuesto que ninguno de los dos esperábamos conocer al amor de su vida tan jovencitos, pero nos dimos cuenta de que, cuando tienes la suerte de encontrar a tu persona, da igual el momento, ¡no lo puedes dejar pasar! A partir de entonces, empezamos una relación a distancia.

—¿Sois almas gemelas, o el yin y el yang?

—Mitad y mitad. En ciertas cosas, exactamente iguales, y en otras, completamente opuestos. Por ejemplo, tenemos el mismo gusto y sentido de la estética. Cuando reformamos la casa, es impresionante, pero no hubo ni una sola decisión en la que no estuviéramos de acuerdo. Supongo que se debe a que tenemos la misma visión general de la vida y del trabajo... Pero, por otro lado, yo soy muy calmada, mientras que Tom es bastante hiperactivo. Tom es muy organizado y yo, en cambio, soy un poco más desastre.

Marta Sierra HOLA 4166© GEORGINA MILLET

Varias etapas

—¿Cuál es la receta para estar juntos doce años de novios? ¿Cómo habéis cambiado el uno por el otro?

—Nuestra relación ha pasado por varias etapas. Los primeros tres años, a distancia, fueron difíciles. Teníamos el 100% de determinación de estar juntos, pero los tiempos de espera eran complicados... Nuestra manera de lidiar con la situación era planear y comprar los billetes de las próximas veces, antes de despedirnos. Esto nos ayudaba a tener una ‘cuenta atrás’ y esperarla con ilusión. Después, cuando pudimos irnos a vivir juntos, pasamos directamente de la larga distancia a un 24/7. Fue en París, donde los dos estudiábamos un máster de Fashion & Luxury Management... Y el tercer ‘capítulo’ de nuestra relación comenzó cuando nos pusimos a crear contenido. Los dos y a tiempo completo. Nuestro mayor obstáculo aquí fue —y ha sido— conseguir separar lo profesional de lo personal. Nos costó, no te vayas a creer. Sobre todo, cuando nos dedicábamos a hacer crecer nuestra comunidad, y no teníamos tiempo para nada más. El equilibrio fue difícil. Afortunadamente, los dos tenemos la misma perseverancia y empeño, y nos apoyamos en nuestras diferencias: Tom aporta estrategia, planificación y orden, y yo, una visión muy optimista a largo plazo.

—¿Mantenéis vuestro espacio, o lo compartís todo?

—No somos partidarios de los secretos, pero sí de tener momentos a solas con uno mismo. Es algo que siempre me ha parecido importante.

Tom le pidió la mano en París. “A solas. En uno de nuestros lugares favoritos. Justo después, empezó a lloviznar y nos quedamos allí. Abrazados. Fue mágico”

—¿Cómo es eso de quererse y, al mismo tiempo, ser compañeros? 

—Pues es algo muy divertido. Siempre pienso que si pasas tantísimas horas de tu vida con las personas con las que trabajas, ¡qué suerte tengo de poder pasarlas con la persona que he elegido para compartir mi vida! A veces pienso que si ya no trabajáramos juntos, le echaría de menos... Ya sé que esto no es para todas las parejas, pero por suerte funciona para nosotros. Por supuesto que está eso de “dónde acaba el trabajo en pareja y dónde empieza la pareja”. Tuvimos algún problema para diferenciarlo al principio, pero ahora lo llevamos mucho mejor. Lo que nos ha ayudado mucho es poner un ‘toque de queda’. A partir de una cierta hora, no se puede hablar de trabajo.

—Con vosotros, concepto y estética van muy unidos. ¿Quién es el cerebro y quién el corazón?

—Es complicado diferenciar nuestras tareas, porque los dos lo somos un poco todo... Lo que sí hacemos es, con sesiones de brainstorming, poner en común todas nuestras ideas. Además, al haber empezado este camino juntos, nuestro estilo ha evolucionado a la par.

Marta Sierra HOLA 4166© GEORGINA MILLET
Preguntamos a la pareja por su capacidad de resistencia a la hora de contenerse y no coger una videocámara durante su boda. “Tom menciona todo el rato (risas). Yo le estoy intentando convencer de que se relaje y se olvide, pero creo que, al final, alguna que otra foto sí que haremos. Al final, también será bonito ver nuestra boda desde nuestro punto de vista, cómo nos veíamos el uno al otro en ese momento que será tan íntimo”.

—¿Y el humor? Porque tenéis mucha chispa…

—Es cosa de Tom. Es lo que más me gusta de él. Es muy ocurrente y divertido. Siempre me hace reír. ¡Tengo tanta suerte...! Las bromas son suyas.

—Vayamos a la boda. ¿Cómo fue esa petición de mano?

—¡Muy bonita! Tom lo tenía pensado desde hacía tiempo, pero quería que fuera especial y, sobre todo, sorpresa. Y no sé cómo, pero ¡lo consiguió! No me enteré de nada, ni la más mínima sospecha. Y eso que hubo una anécdota muy divertida, que estuvo a punto de arruinarlo todo... De camino a París, en el aeropuerto, pararon la mochila donde Tom guardaba el anillo, pero me pidieron a mí que la abriera. Por suerte, lo hizo él y a mí me hicieron sentarme a esperar... El “¿quieres casarte conmigo?” fue allí. A solas. En uno de nuestros lugares favoritos. Empezó a lloviznar y nos quedamos abrazados. Fue... Mágico.

—Contadme cosas sobre vuestra boda. ¿Por qué ahora? 

—Nos lo hemos tomado con calma, sí (risas). Con 18 y 19 años, no teníamos ninguna prisa. De hecho, a partir de un momento (cuando ya llevábamos 5 o 6 años viviendo juntos, y nos conocíamos el uno al otro mejor que a nosotros mismos), ya nos sentíamos ‘casados’. Y no elegimos el 2024 a propósito, salió así. A posteriori, hemos visto que, según el sistema astrológico chino, es el año más afortunado para casarse, porque la suma de los cuatro dígitos da 8, el número que simboliza el amor eterno. ¡Un punto extra!

—¿Teníais muy claro que sería en Barcelona y en junio?

—Qué va. Nada. Hemos pasado por varias opciones, por la logística de nuestras familias... Barajamos Bélgica, Francia, Barcelona... Pero al final nos decantamos por mi ciudad.

Una joya de vestido

—¿Es la boda que querías desde niña?

—Sí, es exactamente tal y como la había soñado siempre. Tanto la decoración como el lugar, como el catering (se me hace la boca agua solo de pensarlo), pero especialmente ¡mi futuro marido! Que es lo más importante.

—¿El vestido es ‘el vestido’?

—Ay, sí, ¡estoy tan emocionada! Desde pequeña, he tenido muchos sueños y mi vestido de novia ¡se ha hecho realidad! Rosa Clará me lo está confeccionando y será una verdadera joya de la costura. Lo diseñamos juntas y el proceso está siendo muy divertido. Desde elegir tejidos, a los detalles más pequeños, encontrando el match perfecto con las joyas que también estoy diseñando con Joiería Grau. Me está encantando todo. Tengo tantas ganas de que Tom lo pueda ver, y yo pueda ver su reacción... A ver si consigo no llorar y no arruinarme el maquillaje (risas).

“Ser padres es algo que los dos queremos y yo, especialmente, porque cuando veo un bebé, siento mariposas en el estómago”, nos confiesa Marta

—Estás manteniendo el secreto, ¿no?

—Tom no sabe nada, siguiendo la tradición, pero... Yo sí que he visto sus trajes (risas). Para él, era más importante y divertido compartir esta experiencia conmigo, diseñarlo juntos y disfrutar de todo el proceso de principio a final.

—¿Tom se ha dejado aconsejar? 

—¡Tom estará guapísimo! En cada fitting con Cifonelli, que le está creando el traje a medida, ¡me enamoro más!

—¿Pensáis ya en ser papás? O me estoy acelerando que no veas…

—Es algo que los dos queremos y yo, especialmente. Cuando veo un bebé, siento mariposas en el estómago. Creemos que ser padres es una de las cosas más preciosas y bonitas de la vida, y estamos deseosos de que llegue ese momento... ¡Ya os mantendremos informados!

Marta Sierra HOLA 4166© GEORGINA MILLET
TextoLUIS NEMOLATO
FotosGEORGINA MILLET
Realización y estilismoMARIETA TORRES / MARTA CABELLO
AgradecimientosHOTEL THE BARCELONA EDITION
VídeoJosé A. Carrascoso
Look 1 - chaqueta y faldaALICIA RUEDA, sandalias: RENÉ CAOVILLA
Look 2 - total lookINUÑEZ, joyas: JOIERÍA GRAU
Look 3 - top y faldaINUÑEZ, joyas: JOIERÍA GRAU, vestido: BARO LUCAS, zapatos: JIMMY CHOO

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.