Cuando uno tiene hijos, no es fácil encontrar tiempo, más allá del cuidado de los niños. Y si encima son ocho, más aún. Pero es cuestión de organizarse, y el mejor ejemplo de ello es la empresaria y creadora de contenido Estefanía Unzu, más conocida como Verdeliss, que, en una faceta completamente inesperada, se ha convertido en campeona de España de 100 kilómetros en ruta. “Todavía estoy procesando todo, sobre todo porque era mi debut en una carrera de ultradistancia. Había corrido trece maratones en trece meses y había terminado bien todos, así que quería comprobar dónde estaba mi límite con la ayuda de mi padre, que es entrenador de atletismo. Era un reto personal y, mira por dónde, resulta que se me da bastante bien eso de sumar kilómetros”, nos cuenta.
© @verdeliss-¿En qué momento de la carrera supiste que podrías ganar?
-Pues no lo sé. Lo que sí te puedo decir es que en ningún momento me pasó por la cabeza la idea de rendirme. Soy una persona que, cuando se propone un objetivo, pone toda la carne en el asador para alcanzarlo y, a pesar de que empecé a acusar más la fatiga a falta de 15 kilómetros, sabía que, por mi mentalidad, la medalla de oro podía ser mía
-¿Cómo te sentiste cuando cruzaste la línea de meta?
-Durante los últimos cinco kilómetros, me había dedicado a visualizar la experiencia de recibir una banda al cruzar la meta y levantarla como una superheroína, que fue lo que hice. Pero lo que sentí realmente es que cerraba finalmente un ciclo. A fin de cuentas, yo siempre he dicho que a una carrera vas solo a recoger la medalla, pero que donde se gana es en los entrenamientos porque correr me gusta y me mola, pero también tiene un puntillo de sufrimiento, autoexigencia y superación personal. Tenía también a mis hijos, que han sido testigos de todo este proceso. Les he demostrado que la suerte no existe y que hay que trabajar para hacer realidad los sueños que uno tiene.
-¿Sientes que has cumplido uno de tus “sueños más imposibles”?
-Para mí lo más importante es la maratón diaria, el pensar que estamos bien, que tenemos salud y que todo está fenomenal. Lo demás son alicientes.
-¿En qué piensas durante una carrera tan larga como esta? ¿Cómo tratas de superar tus límites?
- Pues con constancia, disciplina y mucha continuidad. Cuando corres, vas mejorando conforme te vas autoexigiendo más. Al principio, te cuesta mucho, sobre todo cuando empiezas de cero o has llevado una vida sedentaria. Pero luego vas viendo que cada vez corres mejor y que cada vez aguantas más. El cuerpo te va respondiendo, pero fruto del trabajo que hay detrás.
“Había corrido trece maratones en trece meses y había terminado todos bien, así que quise saber dónde estaba mi límite”
-Además de esta prueba, has hecho trece maratones en trece meses en el último año, ¿por qué este amor tan tardío a la distancia?
-A ver, es que yo esto no lo vi venir, aunque cuando era pequeñita crecí en el mundo del atletismo.Recuerdo que iba por las tardes al polideportivo y de estar en las pistas corriendo. También de ver a mis hermanos alcanzar grandes éxitos. La mayor de mis hermanas, por ejemplo, es campeona de España absoluta, pero de pruebas combinadas. Teniendo mi familia un club de atletismo, todos lo hemos practicado, pero todos se dedicaban a la velocidad, a las pruebas combinadas, las vallas o lo lanzamientos. A mí, en cambio, se me daba bien el fondo y mi prueba reina era la marcha. Lo dejé en la adolescencia. Y ahora que lo he vuelto a retomar, me he dado cuenta de que no he empezado de cero, porque siempre he dicho que el cuerpo tiene memoria. Llevas como esa parte ganada. Por eso me parece tan importante el visibilizar que nuestros hijos hagan deporte, que sean conscientes de que es fenomenal para el cuerpo y la salud. Yo, mirad por donde,, he vuelto a correr a mi edad y resulta que se me da bien, sobre todo la la distancia larga.
- Supongo que ahora estarás cansada y feliz, ¿has pensado ya en metas futuras?
-Mi marido y yo nos hemos propuesto correr las seis Majors, que son las seis maratones más históricas Yo ahora mismo llevo tres: Londres, Berlín y Tokio. Me quedarían Nueva York, Chicago y Boston. En Nueva York y Chicago ya tenemos las inscripciones y los dorsales. Y Boston ya veremos, porque no es tan fácil conseguir un dorsal en estas pruebas.l
- De todos lo que has corrido, ¿cuál ha sido el más bonito? El que más te ha gustado?
-Pues yo tiro para mi tierra y me quedo con la carrera de Valencia, porque es súper clave contar con animación. Yo me sentí muy arropada. Había muchísimos carteles y sentí mucho los aplausos y los gritos de la gente coreando mi nombre. Lo sientes como un chute de energía cuando casi no te queda combustible. Es como el motor. Yo siempre se lo agradeceré a todos los seguidores que me acompañaron en esos 42 kilómetros. Fue algo brutal e increíble.Además, conseguí mi mejor marca.
-¿Cómo combinas el ser esposa, madre de ocho hijos, empresaria y atleta? ¿Ha cambiado mucho tu rutina?
-Sacando tiempo de donde no lo hay. Siempre pensé que jamás podría entrenar, pero lo único que hay que hacer es proponérselo y ordenar tus prioridades. Yo lo que hago es correr antes de que salga el sol o, si no puedo, después de que se ponga, intento adelantar mucho el trabajo de oficina cuando los niños están en el cole, y uso mucho la cinta de correr que tengo en casa. Ellos también me han ayudado mucho. Han sido mi motor porque han visto a todo lo que he tenido que renunciar.
-¿Cómo se prepara una maratón? ¿Cómo son los entrenamientos? ¿Es solo correr o algo más?
-El trabajo de fuerza es súper importante, porque parece que, cuando te dedicas a correr, solo le tienes que dar caña al cardio. También necesitas no lesionarte y para eso tienes que tener un cuerpo trabajado. Yo hago sesiones de pesas con mi padre dos veces por semana y gracias a él he estado suficientemente preparada para terminar el campeonato de España de 100 kilómetros y estar cinco días después totalmente recuperada. No tengo dolores y ninguna molestia. Lo único que he notado han sido un poco más de agujetas en los cuádriceps.
© © Pedro Aboitiz/@verdeliss-¿Cómo te motivas para seguir corriendo? Muchos atletas, después del maratón, dicen que no volverán a correr. ¿Cómo lo haces? ¿Simplemente vas a casa y sigues entrenando para la próxima carrera?
-Yo creo que eso pasa mucho. Nada más cruzar la meta, e incluso durante el maratón de 100 k, dices: “ No voy a volver a hacer esto”. Pero es verdad que los runners tenemos un puntito de masocas y se nos olvida. Yo, por ejemplo, cuando he parido, lo he hecho sin epidural y te aseguro que en ese momento pensaba: “¿Por qué no te la pones?” Mira por donde, después volvía a parir sin anestesia.
- A tu marido también le gusta correr ¿entrenáis juntos?
- No, sobre todo porque nos tenemos que compenetrar. Él es mi gran, mi gran sostén detrás de toda esta locura. Sin él no habría sido posible. Mientras yo entreno, él se ocupa de todo, de la logística de la casa, de los niños. Y cuando él entrena, me ocupo yo. Él fue, además, quien me metió el gusanillo de los maratones. Había corrido tres cuando participé en el primero. También es muy importante el papel de mis padres. Han sido conscientes de que esto era una locura desde el principio, pero también han sido muy respetuosos y han confiado en mí y me han dicho: “Si tú estás decidida, vamos a apoyarte para conseguirlo”. A veces hemos tenido que viajar lejos y lo hemos podido hacer gracias a que ellos han podido quedarse un fin de semana o cuatro días con los niños. Y se ocupan de ellos fenomenalmente y encantados. Su ayuda ha sido decisiva porque no tenemos niñera, aunque no pasaría nada si la tuviéramos.
- ¿Os picáis entre vosotros?
-No, porque no coincidimos. En los maratones internacionales, hay mucha participación y los cajones de salida se organizan por tiempos. Como los míos son más rápidos,salgo en los puestos de delante y casi ni nos vemos.
- ¿Habéis contagiado a vuestros hijos la afición?
-A correr no lo sé, pero el deporte es una normalidad que nos acompaña en nuestro día a día. Ahora mismo, mi hijo mayor es monitor de niños pequeños en el club de atletismo familiar, y el resto practica de momento el fútbol o la gimnasia rítmica.
© @verdeliss
