El gran día para mis hijas ha llegado, y he de confesar que, en parte, para mí también. Esta tarde asistiré al primer concierto de la gira ‘The Eras Tour’ en Madrid con mis dos hijas adolescentes y estamos emocionadas. A estas alturas de mi vida me he convertido en una ‘swiftie’ casi sin darme cuenta: hoy iré vestida según dicta una de sus eras, (álbum): ‘Reputation’: vaqueros plateados y top negro, con cada uña de mis manos pintadas según el color de cada una de las eras de la estrella del pop, y sin que falte bien de eyeliner y el rojo en mis labios; cada detalle de mi outfit bajo las firmes indicaciones de mis hijas, por supuesto, que según ellas: ‘Es la era que más te pega, mamá, por poderosa’ (me las como…)
Taylor Swift vestida según el look de la era 'Reputation'
He descubierto a Taylor Swift pasados los 40 a través de los ojos de mis chicas y la verdad es que me gusta, y me encanta que les guste a ellas por todo lo que representa: la joven cantante de country que se ha convertido en el nombre más importante del pop de la última década en todo el mundo y que ha compuesto sus propias letras, sin grandes contribuciones, consiguiendo que su mensaje les haya llegado a millones de fans, por no hablar de los maravillosos valores que lanza a sus seguidores (la gran mayoría, adolescentes) en contra de la homofobia y de la violencia, o a favor de la igualdad, entre otros.
El universo que ha creado la artista alrededor de su trabajo es muy divertido y haberlo vivido los días previos al concierto también lo ha sido. Me explico, muchas me entenderéis… Cuando nosotras éramos adolescentes/veinteañeras bastaba con tener la entrada del concierto de tu artista favorito y saber la hora y el lugar para asistir y disfrutar del espectáculo, sin más. Ahora no es así, los fans de cualquier cantante del momento se visten según los códigos de su ídolo, lo que él o ella represente, como pequeño homenaje. Por eso ya el domingo pasado era importante ir a la tienda Casashi, situada en la castiza plaza de Tirso de Molina (siguiendo el sabio consejo de mi sobrina, de 15 años, también swiftie ¡por supuesto!, que no solo va al concierto de esta noche, sino que además, ya ha visto a Taylor en su espectáculo de París) para abastecernos con miles de cuentas con las que elaborar las famosas ‘pulseras de la amistad’, que nos intercambiaremos en los momentos previos a que empiece el show: ‘Vamos tarde mamá, teníamos que haberlas hecho hace semanas, ¡yo quiero llevar 10 en cada muñeca!’, me decía mi hija mayor, de 13 años. Y sí que íbamos tarde, sí, yo no sabía que cada pulsera debe llevar una frase relacionada con el universo ‘swiftie’, como el nombre de sus eras: ‘Lover’, Speak Now’, Fearless’, ‘1989’… o mensajes que solo las fans conocen. Mientras a última hora de la tarde de ayer nos dejábamos los ojos formando las palabras con las diminutas letras de las cuentas (que se lo digan a mi presbicia, que no tiene compasión) nos dimos cuenta que nos faltaba laca de color azul claro correspondiente a la era ‘1989’, "¡nooooo!" Menos mal que siempre hay una ‘swiftie’ donde menos te lo esperas y Macarena, mi vecina adolescente del sexto, que va al concierto el día 30, nos salvó prestándonos la laca de uñas con el azul exacto al álbum de la artista. Y no solo eso, al enterarse que íbamos mal con las pulseras, esta mañana, antes de ir al instituto, se ha pasado por mi casa para dejarnos en el pomo de la puerta un buen número de ellas, (el sentimiento de fraternidad entre ‘swifties’ nunca dejará de sorprenderme y emocionarme a partes iguales.)
Me voy ya al estadio Santiago Bernabéu. En mis entradas de Ticketmaster pone que empieza a las 20:00 h pero en esta era de las redes sociales y la desinformación no paran de insistir en que hay que ir prontísimo y con al menos dos horas de antelación. Son las 17:30 h. Estamos listas y de los nervios.
De camino al estadio Santiago Bernabéu, en la línea 9 de metro, es fácil saber quiénes van al concierto de Taylor Swift, sus looks les delatan y mis hijas y yo comentamos sus increíbles estilismos cargados de imaginación. La calle Concha Espina es un hervidero de swifties, veo muchas madres con sus hijas adolescentes en mi misma situación, que también se han rendido a 'la estética Swift'. En las inmediaciones del recinto se aprecia el despliegue de seguridad puesto en marcha para que todo salga bien. Nosotras llegamos a las 18:00 h, las puertas se han abierto a las 16:30 h de manera que la entrada al estadio se produce sin sobresaltos y de forma ordenada, gracias al vallado que han instalado en cada acceso evitando interminables colas, y al gran número de personas que te indican cómo acceder a tu puerta. Pasamos el control de seguridad, comprobamos que sí puedes acceder con comida y que tan sólo nos piden quitar los tapones de las botellas de agua. Pasado ese primer trámite, nos hacen entrega de una pulsera led, un accesorio que busca la interacción con el público, ya que durante el espectáculo se ilumina con distintos colores, creando formas en la oscuridad en consonancia con la canción que se esté escuchando en ese momento. Más adelante otra chica de la organización nos pregunta por nuestras entradas para indicarnos cómo llegar a nuestros asientos: "Subid esas escaleras y llegáis al sector 407"... ¡Ya estábamos dentro!: ¡Mamá, vamos a ver a Taylor!", me dice mi hija pequeña de 11 años, momento de máxima emoción de nuevo.
La banda Paramore, el grupo telonero de la estrella del pop, inicia su actuación a las 18.55 h para despedirse del público a las 19:40h. Ahora suenan los temas de Taylor y en la pantalla gigante puede verse un videoclip de la cantante. Cuando quedan algo más de dos minutos para que comience su repertorio, vemos un contador gigante que indica una cuenta atrás, (posiblemente los dos minutos más largos de la historia)
Son las 20:14 h, los bailarines de la artista aparecen en el escenario y dos minutos después, lo hace la mujer más buscada en Madrid durante los últimos días: Taylor Swift comienza a cantar Miss Americana & the Heartbreak Prince con la mejor de sus sonrisas, el estadio se viene abajo. "Buenas tardes, encantada de conoceros", son sus primeras palabras para dirigirse a su público que se vuelve loco al escucharla hablar en castellano, no será la única vez, minutos después dirá: "Madrid, bienvenidos al Eras Tour".
Los mejores momentos del primer concierto de Taylor Swift de su gira 'The eras tour' en Madrid
Lo que sucede a partir de entonces ya forma parte de la historia de la música en nuestro país, Taylor Swift ofrece un espetáculo milimétricamente estudiado, abrumador y grandioso en el que nada se sale del guión, y con el que ella se eleva como una auténtica diosa que trasciende el show business. Yo me convierto a partir de ese momento en la fotógrafa oficial de mis hijas, "¡mamá graba esta!, ¡y esta también!" y me muero de amor de ver cómo se abrazan, lloran, bailan y cantan las letras de su ídolo, porque yo también fui adolescente y también viví el fenómeno fan y porque el sentimiento que provoca en los humanos la música, la cultura, el arte... es casi tan grande como Taylor Swift.