Hace casi tres años que los caminos de Mónica de Tomásy Laurent De Greef se cruzaron. Y, en el mismo momento que Mónica conoció a Laurent, supo que era el hombre de su vida. Ahora, la pareja ha puesto el broche a su bonita historia con dos bodas. La primera fue por lo civil en La Casa de la Panadería en Madrid, el pasado 27 abril; y la segunda tuvo lugar en la imponente Ciudad Roja al Oeste de Marruecos: Marrakech. Ambas ceremonias fueron especiales, pero la boda religiosa fue especialmente emotiva. Mónica de Tomás -con un romántico diseño de Atelier Pronovias- protagonizaba el desfile más importante de su vida camino al altar de la iglesia de los Santos Mártires donde la esperaba su futuro marido, Laurent de Greef. El ‘sí, quiero’ se selló con un bonito beso de recién casados adornado por una lluvia de pétalos blancos y el típico coreo de los invitados: ¡Qué vivan los novios!
El Royal Golf Marrakech fue el escenario perfecto para la celebración posterior. El drive de los novios inauguró el convite -que disfrutaron los 150 asistentes entre olivos, rosas blancas y peonías-. Las lágrimas de emoción llegaron después, cuando se dio paso a los discursos y la novia entregó ramos de flores a sus amigas, a su madre y a la madrina del novio.
Ya para finalizar las sorpresas -antes de comenzar la fiesta-, Mónica de Tomás lució su segundo vestido de Atelier Pronovias para abrir el baile con su marido, a ritmo de A Thousand Years, de Christina Perri. Y lo que viene después ya forma parte de un día que ni Mónica ni Laurent podrán olvidar.
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Un recogido de bailarina con un ‘twist’
Para su peinado nupcial, Mónica de Tomás se decantó por un recogido de bailarina con un toque moderno. María Barrera, estilista y maquilladora, moldeó su melena para conseguir un efecto pulido utilizando la técnica de las anillas huecas. En esta imagen la observamos colocándose los pendientes de la firma Suárez -la misma que se encargó de las alianzas matrimoniales-.
El ‘beauty’ look
Luminosa, jugosa y bronceada, así lucía la piel de la modelo el día de su boda gracias al efecto besada por el sol. Una técnica que empleó su maquilladora para conseguir un ‘make up’ muy fresco, con efecto glow.
El primer vestido
Una de las primera imágenes de Mónica vestida de novia con un diseño de Atelier Pronovias. El vestido fue confeccionado en mikado marfil, con escote palabra de honor y el cuerpo trabajado como un bustier del que nacen dos tirantes finos bordado con tupis y brillantes de cristal checo.
De camino
La modelo e Ignacio de Tomás, su padre y padrino, en el coche nupcial yendo a la iglesia de los Santos Mártires, donde iba a tener lugar el enlace.
Al estilo ‘Old Hollywood’
Mónica de Tomás lució un botón joya para sujetar su velo. Un complemento al estilo ‘Old Hollywood’ con el que hacía un guiño a Marrakech.
El padrino
Sobre las cuatro de la tarde, una hora más en España, Mónica ya estaba cogida del brazo de su padrino -vestido con un esmoquin negro, de Yusty- dispuesta a entrar a la ceremonia.
Un velo renovado
Una imagen en la que se aprecia la capa en tul con capucha que escogió la modelo para pronunciar el ‘sí, quiero’.
En el altar
En esta fotografía, Mónica de Tomás atenta durante la misa, después de haber desfilado hasta el altar, mientras la cantante belga Typh Barrows cantaba el Ave María.
Miradas cómplices
Mónica de Tomás y Laurent De Greef en el altar. Él pronunció sus votos matrimoniales en español y ella en francés.
Testigos
Una vez finalizado el intercambio de anillos y después de haber pronunciado las palabras: “Yo os declaro marido y mujer”, los testigos firman estar de acuerdo con la unión. En esta imagen vemos a la novia junto a Carmen Lomana, una de sus testigos junto con Laura Somoza.
El beso
Los recién casados protagonizando el momento más esperado, a la salida de la iglesia, entre pétalos blancos y el coreo de los invitados.
En un escenario a lo ‘Mil y una noches’
Los vistosos escenarios de La Mamounia fueron el lugar escogido para el primer posado de Mónica de Tomás y Laurent De Greef, ya como marido y mujer. En esta imagen una de las instantáneas de la modelo.
Puro romanticismo
Una de las imágenes más románticas e íntimas de la pareja, un plano contrapicado de la pareja dándose un bonito beso.
Recién casados
Tras su boda civil en La Casa de la Panadería en Madrid, el pasado sábado, 18 de mayo, la feliz pareja contrajo matrimonio por la iglesia de Marrakech -casi tres años después de empezar su relación-.
¡Qué vivan los novios!
La llegada de los novios al Royal Golf Marrakech se produjo mientras sonaba ‘You’re The First, The Last, My Everything’, de Barry White.
Los invitados
Algunas imágenes no vistas de los invitados de la boda, como esta de Johanna von Müller- Klingspor junto al primo de Tamara Falcó, Álvaro Castillejo, y su mujer, Cristina Fernández.
La familia del novio
Laurent De Greef posando con sus padres, Andre y Nicole De Greef.
La familia de la novia
La novia y el cariñoso gesto hacia su madre, Carmen Villarín -al lado de su padrino, Ignacio de Tomás-.
Las alianzas
Los felices recién casados enseñando las ‘pruebas’ de su casamiento, sus alianzas -realizadas por la firma Suárez-.
El lugar ideal
El Royal Golf Marrakech fue el escenario escogido para la celebración posterior al enlace.
Como una princesa
El deslumbrante posado de la novia con su vestido de Atelier Pronovias con escote corazón, antes de quitarse los tirantes desmontables para la cena.
Pasión por el golf
Los recién casados inauguraron el cóctel con un ‘drive’ en honor a su pasión por el golf. Tras ellos, “muchos de los asistentes se animaron a dar bolas vestidos de esmoquin, fue bastante divertido”, comentó la novia a ¡HOLA!
Al detalle
Las peonías y las rosas blancas compusieron la decoración de la mesa de la cena. Y la temática de todo el convite fue el golf, desde el nombre de las mesas a los detalles de los meseros y las minutas, todo estuvo relacionado con la gran pasión de los novios.
La emoción
Mónica de Tomás emocionada con los discursos de sus familiares y amigos, minutos antes de entregar ramos de flores a sus amigas.
El baile nupcial
Mónica y Laurent abrieron el baile a ritmo del tema ‘A Thousand Years’, de Christina Perri. Después, como marca la tradición, la novia bailó con su padre y padrino, y el novio hizo lo mismo con su madre y madrina.
El segundo vestido
Para el ‘momento baile’, la novia ya lucía su segundo vestido de Pronovias Atelier, un diseño con cuello halter y espalda al aire, confeccionado en chantillí color marfil, con un tejido de encaje y bordado a mano en cristales checos.