A sus 18 años Barron Trump, único hijo del expresidente de Estados Unidos Donald Trump y su mujer Melania, cierra una etapa. El más joven de los Trump celebró su graduación en la Academia Oxbridge de West Palm Beach, ocasión en la que le acompañaron sus padres. Orgullosos no dejaron de aplaudir desde la primera fila, desde donde además el político saludó efusivamente a los asistentes. Mientras Barron bajaba de la tribuna con la tradicional toga y birrete, su madre, que llevaba un sombrero para protegerse del sol aplaudía y sonreía junto a su marido, que la imitaba. Barron, único hijo de Melania, es el ojito derecho de su madre y, aunque siempre ha mantenido un perfil público muy discreto, quizá ahora que la campaña para las elecciones presidenciales cobra fuerza aumente su presencia pública.
Aunque no se sabe el rumbo que tomará ni las universidades que baraja, su padre ha dicho que Barron es un apasionado de la política. No parece sin embargo que esta sea su prioridad, al menos ahora pues, como informó la cadena NBC News, Barron rechazó ser delegado en la Convención Nacional Republicana del mes de julio. Había sido elegido para representar al estado de Florida, pero rechazó la invitación. "Aunque Barron se siente honrado de haber sido seleccionado como delegado por el Partido Republicano para Florida, lamentablemente ha de declinar la invitación debido a compromisos previos" dijo su madre Melania en un comunicado.
Quizá siga los pasos de Donald Trump en la Universidad de Pensilvania donde estudió el expresidente, aunque otros apuntan a que será Nueva York la ciudad elegida para formarse. De ser así estaría cerca de la casa que tienen los Trump en la Gran Manzana y también de Washington en el caso de su padre sea elegido de nuevo presidente del país. El momento en que se encuentra Trump es desde luego clave para su futuro, pues aunque parte con opciones de disputar el cargo a Joe Biden en noviembre, se enfrenta al inminente veredicto en el juicio en el que está imputado por 34 cargos.
Cuatro procesos pendientes
El origen del proceso está en el pago de 130.000 dólares (fue antes de las elecciones de 2016) a Stormy Daniels, para que no contara la supuesta relación que tuvieron años antes. Tras los alegatos finales, el caso está en manos del jurado que será quién decida el destino del político, que ya se ha convertido en el primer expresidente imputado por lo penal en la historia de Estados Unidos. Se le podría imponer una sentencia de hasta 4 años de cárcel, aunque parece poco probable que entre en prisión. El veredicto podría tardar días o incluso semanas en conocerse.
Donald Trump tiene además otras tres causas penales pendientes, aunque los continuos retrasos en los procesos hacen posible que no se pueda conocer el desenlace antes de las elecciones de noviembre. Tiene un caso federal penal por el manejo irregular de documentos clasificados que se llevó al salir de la Casa Blanca, y por obstruir aquella investigación; tiene cargos en el estado de Georgia por sus intentos de revertir los resultados legítimos de las elecciones de 2020 en dicho estado; y otro, abierto en Washington, por los intentos de "pucherazo" que acabaron con el asalto al Capitolio. En el caso de que resulte elegido como presidente y regrese a la Casa Blanca, Trump tiene la opción de pedir al Departamento de Justicia que retire los cargos en los casos de Florida y Washington (en el resto no tiene autoridad).