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La boda de Mónica de Tomás y Laurent De Greef, celebrada hace una semana en Marrakech, fue de las que se recuerdan toda la vida. Por los novios, obviamente, y por los invitados, que tuvieron la oportunidad de disfrutar de un fin de semana lleno de planes y aventuras por la maravillosa Ciudad Roja.
Los 150 asistentes al enlace de la modelo castellonense y el ejecutivo belga tampoco olvidarán los dos días de celebraciones: la ‘preboda’, que tuvo lugar el viernes 17 de mayo en un escenario tan sublime como los jardines de La Mamounia, y la ceremonia religiosa, celebrada al día siguiente en la iglesia de los Santos Mártires, seguida de la fiesta posterior en otro magnífico entorno: el Royal Golf Marrakech.
Mónica y Laurent, que se comprometieron el pasado verano durante sus vacaciones en Phuket, Tailandia, planearon y cuidaron con mimo cada detalle de su boda: de la exquisita decoración a las actuaciones, de los regalos para sus invitados a las sorpresas.
© FRANCO GRIBODO / JUSTINA VAŽGAUSKAITEY entre estas últimas, una de las mejores fue la que protagonizaron los recién casados cuando llegaron al lugar de la recepción. Al ritmo de You’re The First, The Last, My Everything, de Barry White, los novios llegaron al cóctel y se dirigieron directamente al campo de golf. Una vez allí, y con todos los invitados expectantes, Mónica —con su maravilloso vestido nupcial— y Laurent tomaron sus respectivos palos y dieron un golpe de drive. Una curiosa y divertida forma con la que el nuevo matrimonio inauguró la fiesta de su boda y dejó constancia de su amor por el golf.
© FRANCO GRIBODO / JUSTINA VAŽGAUSKAITEMónica, que además de modelo, es periodista, creadora de contenido digital y profesora de meditación, ha convertido su afición al golf en una verdadera pasión, con la suerte de compartirla con su marido. También con muchos de los invitados, que tras el gesto de los novios, se animaron a dar algunas bolas, entre ellos, la empresaria Johanna von Müller-Klingspor.
Johanna colabora en ¡HOLA! Living, donde comparte con los lectores planes fascinantes que hacer en Madrid. Hace unos meses, relató su experiencia con este deporte junto a la modelo. “La Comunidad de Madrid goza de 34 campos de golf y es la única ciudad europea con campos de primer nivel muy cerca del centro. Además, el clima es favorable casi todo el año. Por esta misma razón y porque nos encanta, nos escapamos una tarde mi querida Mónica de Tomás y yo a jugar al campo de la Real Federación de Golf. Ambas estamos muy enganchadas; ella tiene más nivel pero, con paciencia, me va dando algunos tips”.
© Hola“Lo bueno de este deporte—proseguía Johanna en la publicación— es que personas con hándicaps distintos pueden jugar juntas sin problema. Es un momento de desconexión y de contacto con la naturaleza, las caminatas en los campos son alimento para el alma y es el marco perfecto para conversar y compartir, siempre manteniendo una divertida tensión de rivalidad deportiva. Después de nuestras partidas siempre viene el ritual del café y el pincho de tortilla acompañados de una buena charla con la que ponernos al día de todo lo que no hayamos podido hablar en las horas de juego; parece mentira, ¡pero siempre hay temas!”.
