La semana pasada en Hermanos, Yasmim escuchaba la peor de las noticias: su madre fue la culpable de la muerte de su padre, mandando a un sicario para que cortara los frenos de su coche nupcial. La joven presencia una escena dantesca en la cocina del club, en la que Şevval está a punto de acabar con Suzan amenazándola con darle el mismo final que a Ahmet.
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Şevval está aterrada al darse cuenta de que su hija lo ha visto todo, pero antes de que pueda hablar con ella, la cocina se llena de gente. Alertados por los gritos de auxilio de Yasmin, es entonces cuando Nebahat y Sarp entran allí. Al ver la situación en la que ambas se encuentran, con varios golpes y heridas, avisan a los servicios médicos para que sean trasladadas a un hospital donde puedan valorar mejor su estado, aunque las dos parecen estar bien.
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La madre de Ömer y la de Sarp insisten en que su pelea ha estado relacionada con Yaman, pero Akif sospecha que hay algo más detrás de su duro enfrentamiento. Yasmin revela todo lo que ha visto: cómo su madre empuñaba un cuchillo y estaba a punto de atacar a Suzan, pero se cuestiona el motivo que la habría llevado hasta ese extremo.
Un negocio oculto muy turbio
Tras haber cogido un deportivo de lujo del lugar donde trabajaba limpiando vehículos y golpearlo, Oğulcan ha contraído una importante deuda monetaria con Macit, el dueño. Para pagarla, el joven Eren y Ömer, quien le ha ofrecido su ayuda, tienen que hacer todo lo que les pida el empresario. Tras uno de esos encargos, el hermano de Aybike descubre que están poniendo en circulación dinero falso. El muchacho le cuenta a su primo lo que está sucediendo y que han entrado a formar parte de una compleja red de estafadores.
Los jóvenes están atrapados en un serio problema y recurren a Akif para que les ayude a salir del embrollo. De primeras, parece que el empresario consigue sacarlos del lío en el que se han metido, pagando el dinero que deben y amenazando al propietario del garaje. Sin embargo, aunque le entrega los pagarés que los primos han firmado, no tiene intención de dejar a los chicos tranquilos tan fácilmente.
Nuevos conflictos
Después de enfrentarse a los atracadores de un banco y convertirse en un héroe, los responsables de la sucursal ofrecen a Orhan grabar un anuncio para la entidad. Cuando se dispone a hacerlo, se encuentra con que Şengül se inmiscuye en todos los detalles: lo acompaña al plató y cuestiona cada una de las secuencias, incluso tiene un ataque de celos por una de las escenas de su marido con una mujer y monta un escándalo con lo que allí ve, consiguiendo que los echen del rodaje.
Este será el motivo que le llevará a nuevas discusiones con Fatma, su suegra, con la que su relación cada día es más insostenible. Ninguna de las dos se soporta y no son capaces de disimularlo.
Acercamientos, enfrentamientos, declaraciones de amor y... celos
Después de lo sucedido, Yaman se preocupa por el estado de salud de Suzan. Mientras, Süreyya es testigo del interés que el empresario muestra por la madre de Ömer cuando los ve juntos en el club y siente celos.
A pesar de que su relación con Süsen va mejorando, Lydia no consigue olvidarse de Ömer y busca la forma de acercarse a los Eren y ayudarlos para estar cerca de él. Así que se presenta en el gallinero con la excusa de estudiar con Asiye y tiene un detalle con la pequeña Emel, a quien regala unos adornos para el pelo. Cuando el chico regresa a casa, se une a ellas y les prepara café.
Un nuevo altercado entre Sarp -que no para de provocar a su hermano- y Ömer hace que Burak, el director del colegio que ha presenciado la escena, regañe al primero. Şevval toma una decisión radical al respecto y lo despide. Todos en el Ataman están con el director y harán lo que puedan para que vuelva, dejando solo al joven Yilmaz frente a una delicada situación.
Por otro lado, la lucha de Oğulcan por ganarse el corazón de Elif continúa a toda velocidad. El chico prepara un plan con su abuela para convertirse en el héroe de la joven. Yasmin se ve obligada a reconocer ante Tolga que está enamorada de él. Mientras Berk y Aybike trabajan mano a mano decorando un coche para una boda. La pareja fantasea imaginándose como sería el momento si fueran ellos los que pasaran por el altar. La sorpresa llega cuando ambos se dan cuenta de que tienen ideas completamente diferentes para su gran día: el chico es más clásico y la joven muy moderna.
Asiye canta en un café con su nueva amiga y todos los chicos acuden al concierto para apoyarla. Al mismo tiempo, el socio de Akif y la madre de Ömer tienen una nueva cita, beben más de la cuenta, la velada se alarga y acaban pasando la noche juntos. Lydia les despierta por la mañana cuando llama a la puerta de la habitación de su padre. Al abrir los ojos, ninguno de los dos recuerda lo que ha pasado entre ellos.
Suzan no le da importancia a lo ocurrido con Yaman, hasta que Nebahat le habla sobre su relación con Süreyya y le cuenta que se conocen desde hace tiempo y que, al parecer, hay algo entre ellos. Esta información hace que la encargada de cocinas del club comience a sentir celos. Por su parte, la madre de Süsen tratará de marcar territorio haciéndole creer que Yaman y ella tienen un noviazgo formal. La madre de Ömer se siente como una más y decide distanciarse del empresario, quien no tarda en darse cuenta de que todo es obra de Süreyya.
El peligro acecha
Macit chantajea a Oğulcan y Ömer para que sigan trabajando para él y los amenaza con hacer daño a sus familias si no lo hacen. Los primos deciden llamar a la policía, que toma medidas en el asunto, pero el líder del grupo consigue huir mientras que el hermano de Asiye y Emel no es consciente del gran peligro que le espera.
El delincuente, que se ve acorralado, está dispuesto a acabar con la vida del muchacho. Así que, durante la noche, mientras el joven va caminando solo por la calle, lo atrapa. Más tarde, lo lanza a una piscina atado de pies y manos.