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El acento español ha continuado inundando Cannes hasta el último día del Festival. Desde Elsa Pataky a Paz Vega, Rossy de Palma, Hiba Abouk, Cristina Castaño, Carla Pereyra, Nicole Wallace y Alejandra Gere, entre otros invitados, han paseado sus estilismos por la alfombra roja más famosa del mundo del cine. Una pareja sorprendía en la recta final del certámen, por inesperada, al subir las míticas escaleras del Palais des Festivals: Manuel Carrasco y Almudena Navalón. La pareja realizó un viaje relámpago a la Costa Azul para asistir a la premiere de El Conde de Montecristo, producida por Dimitri Rassam, y a la que acudieron también Beatrice Borromeo y Pierre Casiraghi.
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“Me apetecía compartir esta experiencia en el que para mí es el festival de cine más importante del mundo”, comenta el artista, invitado junto a su mujer por Campari a esta escapada de apenas 24 horas. Fue un breve paréntesis en los ensayos y preparativos del gran concierto que ofrecerá Manuel Carrasco el próximo 29 de junio en el estadio Santiago Bernabeu. A tan solo un mes de cerrar su gira Corazón y flecha con un lleno en solitario, el cantante onubense está centrado en ofrecer un show inolvidable. Almudena nos cuenta cómo ha sido su viaje a la Costa Azul y cómo su estilista Antonia Payes ha logrado sus estilismos en tiempo record -ella de Isabel Sanchís y él con total look de Givenchy y gafas de Dsquared2-.
-Almudena, ¿qué habéis hecho en Cannes?
-Nos invitaron a ver la nueva versión de El Conde de Monte Cristo y no podíamos decir que no. Ha sido un viaje express ¡Ahora necesito dos días para descansar! pero también muy emocionante.
-Esa película la produce Dimitri Rassam y estaban en el estreno Beatrice Borromeo y Pierre Casiraghi, ¿coincidisteis con ellos?
-Nosotros hicimos la alfombra muy tempranito y ellos llegarían más tarde. Allí son muy estrictos con los horarios y cómo vayas un poco más tarde, no te dejan entrar a ver la película. Habría sido un lujazo coincidir con ellos.
-¿Y qué tal la película? ¿Os gustó?
-Las adaptaciones pues son distintas y tienes ahí como la idea de la antigua, pero sí nos gustó.
-¿Era la primera vez que íbais?
-Sí, fíjate el privilegio de estar en un sitio así para nosotros que no nos dedicamos a esto. Manuel ha hecho una canción para un documental hace poco, pero no ha hecho más incursiones en el mundo del cine, aunque le gustaría mucho, la verdad. Ha sido un privilegio estar ahí, como experiencia muy emocionante, y me lo llevo para el recuerdo porque es muy bonito vivir un día así.
-A partir de aquí, pues quién sabe si surge algo en el cine.
-Pues ojalá, quién sabe. Siempre digo que todo tiene que empezar de alguna manera. Ya te digo que me consta que Manuel estaría encantado de hacer música para alguna película. Sería muy bonito.
-¿Qué es lo que más te ha impresionado de esa alfombra roja de La Croisette tan legendaria?
-Me ha impresionado la amabilidad del personal de allí, de la prensa, de los organizadores, la gente de Campari que nos ha invitado…Eran todo muy amables, que en situación así, con tantos invitados y gente tan importante, suele haber como más tensión. Y también me ha impresionado el sitio, que es precioso.
-Y con tan poco tiempo, ¿cómo te preparaste para un evento así, donde todo se mide al milímetro?
-Tengo una estilista que es una crack porque hemos tenido tres días. Es Antonia Payeras, que también trabaja con Manuel y no sé cómo lo hace porque lleva a muchísimos artistas y personas conocidas. Me hizo una selección express. Claro, ella estaba preparando looks de Cannes para actrices y demás. Y dentro de los que me presentó me puse el de Isabel Sanchís, que es una preciosidad. Me pasó una foto y me dijo “Este tiene que ser”. Me encantó, pero el blanco, aunque es muy favorecedor, también te da un poco de miedo porque marca todo. Al final, me quedaba como un guante, así que nada, Isabel y Antonia, al rescate. Y una vez más, apostando por la moda española.
-¿La escalinata impresiona tanto como dicen?
-Bueno, es un poco como todo, una vez allí dices: “Pues aquí estoy, esto se ha hecho y no es para tanto”. Pero sí, cuando entras y ves la cantidad de fotógrafos que hay, esa luz, el rojo de la alfombra con el mar de fondo lo primero que se te pasa por la cabeza es ¡Madre mía, estamos aquí! Y encantados de haber estado.
-¿En vuestro día a día Manuel y tú vais mucho al cine o sois más de series, una peli en la televisión…?
-Nos encantaría ir al cine mucho más, lo hablamos incluso, porque aunque tengas una tele grande, no es lo mismo, ir al cine es casi un ritual, pero no podemos ir todo lo que nos gustaría. Y últimamente hemos ido menos porque tenemos poquísimo tiempo y cuando hay tiempo libre lo solemos aprovechar para estar con la familia.
-El 29 de junio tenéis una cita muy importante, el concierto en el Santiago Bernabeu.
-Sí, tenemos una cita importante, tenemos muchas ganas y la gente también está deseando que llegue. Hay mucha emoción, sobre todo por despedir la gira, ha sido tan bonita, aunque este año solamente sea un concierto. Pero bueno, es la última fecha y hay que cumplir lo que se dijo, pero me consta que a Manuel le da muchísima pena porque él disfruta mucho en el directo, es su vida. Va a ser un único concierto, pero impresionante.
-¿Y qué habrá después de terminar la gira? ¿Descanso? Porque tú también has estado muy implicada…
-Me gustaría que pudiéramos desconectar un par de semanas, al menos. Todavía no sé ni cuándo, porque Manuel va a grabar nuevo disco este verano, que ya está bastante encauzado, y hay que viajar mucho porque le gusta implicarse en todo y trabajar con el productor mano a mano. Y entre viaje y viaje, grabación y grabación, a ver si cuadramos unos días y desconectamos. Así que sí, este verano no hay gira, pero Manuel tiene mucho trabajo. Y yo con mis cosas…
-Y tendrás mil porque no paras…
-Ahora ya con la gira no estaré, pero llevo mucho la parte de comunicación de Manuel. Y luego, aparte tengo mi proyecto de zapatillas, que ahora me he llevado a la plataforma multimarca Miravia en exclusiva, y estoy trabajando con ellos a ver cómo enfocamos, si sacamos nueva colección, si amplío un poco el campo…Estoy también con mis clases de guitarra y de piano. Como trabajo con músicos, necesito entender la música. No soy profesional ni pretendo serlo, respeto mucho la profesión, pero me ayuda a comprender cómo se hace. ¡Y tengo el podcast! De momento ha parado, pero estamos viendo cómo darle otro punto y volveremos con nueva temporada. Es buenísimo estar así, no me quejo para nada. Pero es cierto que a veces dices: “Madre mía”...como esta semana y además dentro de unos días nos volvemos a ir. Y te da mucha penita por el niño, a mí a veces se me parte el corazón. Pero bueno, el fin de semana hemos estado con ellos y la semana anterior, que estuvimos bastantes días en Miami, también.
-Vuestros hijos serán niños super viajados.
-Sí, y cuanto más viajas con ellos, más te das cuenta de que es lo mejor, porque se adaptan a todo. Al final cogen el camino y dicen: “Bueno, pues para adelante”. El primero, a lo mejor cuesta más, pero cuando ya llevas diez, va todo sobre ruedas.
-Ellos se adaptan fenomenal y vosotros como padres también habréis aprendido a ser super prácticos.
-Yo todavía tengo que dar clases y llamar a Marie Kondo -ríe-. Soy de llevarme todo por si acaso, y luego no utilizo ni la mitad. Porque claro, con dos niños pequeños…Mi marido y yo vamos con los maletones y luego es como el desembarco. Esto es lo peor y lo que peor llevo, te lo confieso, el jaleo de maletas, pero bueno, es lo que hay.
-Con una profesión como la de Manuel, con muchos viajes, tú encargándote también de muchos de sus asuntos, más la empresa, el blog, etc, etc… ¿cómo es la conciliación en vuestro caso?
-Como te digo, si no te quieres separar de ellos, tienes que llevarlos de viaje contigo. Esta última vez, como nos fuimos bastante tiempo a Miami dije: “son todavía pequeñitos, no están preparándose una Selectividad, pueden faltar al cole. Hablo con los profesores, normalmente me llevo todos los deberes y por las mañanas me pongo con ellos a hacerlos como si estuvieran en el colegio. Cuando Manuel está fuera, me quedo yo. Pero también tengo que tirar de mi padre, para qué te voy a engañar, se vino con nosotros. Y mi cuñado, el hermano de Manuel, es su asistente. También estaba y entre todos nos vamos apañando bastante bien. Y en casa, lógicamente, contamos con ayuda, de lo contrario es imposible. Tenemos la gran suerte de contar con ayuda y también de que trabajamos en casa. Y si no estamos de viaje, estamos con ellos siempre.
-Con el músico en casa, ¿cuál es la banda sonora que se escucha?
-¿Tú sabes esto de en Casa del Herrero cuchara de palo? Manuel le da muchísimas vueltas a las canciones, es muy metódico, muy perfeccionista. Entonces, al final estás todo el rato escuchando, saca una canción, la repite muchas veces y la tienes ya tan en la cabeza, que al final dices: “Ya no puedo escuchar más música hoy”. Pero vamos, cuando tenemos reunión de amigos, que nos gusta mucho verlos y compartir, ponernos de todo menos a Manuel. No porque no nos guste, que a mí personalmente me encanta, y me gusta mucho ir a la gira porque disfruto muchísimo, aparte de que sea mi marido, es que me gusta mucho el directo de Manuel y a todos mis amigos también. Pero escuchamos de todo. Mi padre es técnico de sonido y en mi casa siempre ha habido mucha música, entonces, tanto me pongo jazz como ópera o las novedades del viernes de Spotify. Hay cosas que te gustan más, otras menos, pero somos amantes de la música y no nos cerramos a nada, claro.
-¿Y Manuel es mucho de coger la guitarra y cantar o no?
-Tampoco te creas. Es que cuando trabajas en eso y tienes un rato libre, al final lo que te apetece es cambiar o que toque la guitarra otro. A Manuel le gusta eso, que al final sean sus amigos los que le canten un poco de carnaval. Eso sí, hacerlo él ya es otro cantar, ya le cuesta más.