Se encuentra en un buen momento y su sonrisa lo refleja. Segura de sí misma, con energía y mucha ilusión por empezar nuevos y sorprendentes proyectos, nos encontramos la semana pasada a Fabiola Martínez en la Gala de los Valores, que la Fundación Lo Que De Verdad Importa organizó en Madrid para rendir homenaje a los 16 supervivientes de la tragedia aérea de los Andes y que contó con la presencia de tres de ellos: Nando Parrado, Eduardo Strauch y Daniel Fernández Strauch.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Fabiola no quiso perderse la oportunidad de conocerlos y escuchar su increíble historia de supervivencia, de amistad y de amor, en una cita a la que también acudieron la infanta Elena, los duques de Huéscar y los duques de Anjou, entre otros. Antes de que diera comienzo la cena, que tuvo lugar en el madrileño hotel Rosewood Villa Magna, Fabiola nos habló del momento en el que se encuentra, feliz y tranquila tras haber dejado atrás el difícil capítulo de su separación de Bertín Osborne, nos confesó cómo se encuentra su corazón ahora y nos adelantó algunos de los proyectos en los que está trabajando, que verán la luz en los próximos meses.
-¿Cómo estás Fabiola? ¿En qué andas en este momento?
- Pues estoy creando. Tengo varios proyectos. Voy a empezar a colaborar con la Fundación Lo Que De Verdad Importa. También tengo otro proyecto del que aún no puedo decir nada. Siempre me dicen que qué coraje tengo, qué fuerza… pero no saben de dónde viene todo eso. Yo siempre digo que no es gratis. Tú no te levantas diciendo qué fuerte soy. Vas aprendiendo hasta dónde puedes ser fuerte y bueno... Hasta ahí puedo leer. Pero una de las cosas que sí puedo adelantar es que, además, voy a crear un podcast. Quiero hacer un formato innovador con unas ideas diferentes y personajes interesantes.
-¿Qué tal los niños?
-Muy bien. Muy mayores. Kike feliz en el colegio y Carlos, muy adolescente. Ahora está en plenos exámenes porque está en un colegio británico y se preparan como una selectividad… ¡Y está desesperado!
-¿Cuántos años tiene ya?
-Le gustaba la música, ¿verdad?
-Sí, pero ahora mismo lo tiene un poco aparcado. Creo que no sabe nada de lo que quiere. Tiene 15 años, es normal. Cada día le tiene que gustar una cosa distinta. Hace tiempo que no toca el piano y ahora está concentrado en los exámenes. Pero, bueno, esa época pasará y volverá otra vez.
-¿Qué tal está tu corazón?
-Bien. Muy tranquilo. A mi bola.
-Pero ¿tendrás muchos admiradores?
- Yo me dejo querer, pero novios, por ahora, no. ¿Sabes qué pasa? Yo no sé si esto les pasa a todas las mujeres, pero cuando pones tu foco en una relación, descuidas todo lo demás. Y yo estoy ahora en un punto en el que estoy muy centrada en mí. Yo he estado en una relación muy larga, muy entregada. Fui feliz hasta donde pude serlo. Pero ahora yo estoy centrada en mí, entonces en este momento no me veo una persona apta para una relación.
-Ahora toca pensar en ti.
-Sí, porque mi trabajo es trabajarme y tomar decisiones que yo quiero, en el camino que yo quiero. Y si en ese camino aparece alguien, uno se olvida un poco de sí mismo. Yo estoy encantada. A veces pienso que la gente opinará que soy una egocéntrica, pero no es verdad. Yo creo que no está bien hacer sentir mal a las personas por quererse y priorizarse. Sobre todo, a las mujeres. Quizás la gente joven no tanto, pero yo tengo 51 años y mi madre me educó en Venezuela diciendo: “Aprende a hacer la comida para cuando te toque cocinarle a tu marido”. Eso está grabado a fuego en mi forma de pensar y mi forma de ser. Pero bueno, si evolucionas, creces y te adaptas a las cosas nuevas, no está tan mal y yo estoy en ese punto estoy.
-Eso es bueno.
-Si hay pretendientes, yo me dejo querer y ya está.
-Por otro lado, se había dicho que Bertín estaba con problemas de salud, ¿es verdad?
-No lo voy a decir porque estoy un poco harta de ser la portavoz de este señor. Tengo esa sensación de impotencia, de crear, de trabajar todos los días, estar maquinando… no lo veis porque veréis el resultado, pero dedico muchas horas a crear y todo se resume luego en ¿qué tal la salud de Bertín? Y yo lo entiendo, pero no soy la persona adecuada para responder.