Con disfraces y máscaras, Alejandro Agag se ha vuelto a convertir en el anfitrión perfecto. ¿El motivo? LLevar a buen puerto uno de los acontecimientos más relevantes celebrados en la ciudad de Venecia. El yerno del expresidente José María Aznar reunió a grandes personalidades del mundo del deporte y el ámbito social durante el pasado fin de semana. ¿El dress code de la fiesta? Máscara barroca para la larga lista de invitados qeu asistieron a uno de los eventos más chic del año...
Junto a su esposa, Ana Aznar, y su socio, el italiano Rodi Basso, volvieron a poner el broche de oro durante la celebración de la segunda cita del Grand Prix de la ‘E1 Series League’. Una competición -que podría considerarse como la Fórmula 1 de las lanchas eléctricas-, y que tuvo como vencedor al equipo de Tom Brady, exmarido de Gisele Bündchen.
Después de la competición, con invitados llegados de todo el mundo, la pareja organizó una gran cena de gala en un antiguo convento del siglo XVIII
La fiesta deportiva llegará a nuestro país el próximo 1 de junio, concretamente a Puerto Banús, en Marbella, y después viajará hasta Ginebra, Mónaco, Rotterdam y para cerrar la competición, Hong Kong. Además, Alejandro Agag tiene los derechos exclusivos para organizar esta World Champion Racing los próximos 25 años con el objetivo de convertirla en la mayor carrera a motor que respeta el medio ambiente, pues se trata de “tecnología” limpia que protege también el agua.
En Venecia se cerró por todo lo alto en una cena en el exclusivo hotel Kempinski, en la isla de San Clemente, cerca de la plaza de San Marcos. Se trata de un antiguo convento del siglo XVIII adosado a una iglesia del siglo XIII. Allí se reunieron grandes rostros conocidos como la baronesa Thyssen, que acudió junto a una de sus gemelas, Carmen, los suegros de la pareja anfitriona, José María Aznar y Ana Botella, Tom Brady y Marc Anthony hasta el futbolista Didier Drogba y su prometida, Gabrielle Lemaire.Solo una ausencia, Rafa Nadal. Ese día pisaba la tierra batida del Open de Roma.