María de la Orden está en la recta final de su embarazo, pero lo está llevando tan bien que el hecho de estar a punto de dar a luz no le impide cumplir con sus compromisos laborales y sociales. Por eso, hace unos días, la diseñadora madrileña reunió a algunas de sus mejores amigas en su casa de París , donde ofreció un almuerzo con el fin de descubrir los perfumes de La Collection Privée de Dior.
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“Estoy tranquila y a la vez impaciente, deseando que llegue el momento de conocer a mi nuevo bebé”, confiesa María, que tiene una niña de un año y ahora espera un niño
Desde hace una década, María vive en la capital gala, donde estudió la carrera de Diseño de Moda y donde conoció a su marido, el empresario francés Edward Bouygues. La pareja protagonizó una de las bodas más espectaculares de la primavera de 2022, que contó con dos ceremonias, una civil y una religiosa. La primera tuvo lugar en el corazón de París, mientras que la segunda se celebró unos días después en Burdeos, con tres días de fiesta en un château rodeado de viñedos. A finales de ese mismo año, se convirtieron en padres de una niña, Cósima.
Aunque su ‘trabajo’ más importante en la vida, como reconoce en el último número de ¡HOLA! Living, de cuya portada es protagonista, es el de ser madre de Cósima y del bebé que espera para finales de este mes, la prescriptora de tendencias no puede desligarse de su éxito empresarial, ya que es toda una emprendedora que, con sus diferentes firmas de moda, accesorios y decoración (Maria de la Orden Studio, La Veste, Maison Ola y Table Nº7), triunfa a uno y otro lado del Atlántico. Embajadora de diversas firmas de lujo, Maria está considerada un auténtico icono de estilo gracias a sus looks cargados de personalidad y su manera de adaptar las tendencias.
Aristócratas, modelos...
Su casa, una vivienda con jardín en una de las zonas residenciales más exclusivas de París, fue el escenario de la elegante y refinada cita, en la que María fue la anfitriona perfecta de un selecto grupo de mujeres de la alta sociedad del país vecino. A saber, Victoria Botana de Beauvau-Craon, fundadora de la agencia de comunicación Concept Haroué y nieta de María Cristina Patiño y Borbón, duquesa de Dúrcal y Grande de España; la también aristócrata italiana Margherita Ruffo di Calabria, que asimismo es dueña de una agencia de comunicación y relaciones públicas; la ilustradora Tatiana de Nicolay, y la life coach Ilaria de Moustier, dos de las amigas más cercanas de María en París; la exmodelo Charlotte Bolloré; Mathilde Favier, responsable mundial de celebridades para Dior y autora del libro Living Beautifully in Paris; Colombe Campana, fundadora de la marca de pañuelos Call It By Your Name y ex directora artística de varias firmas de moda; la modelo e icono de estilo Sara Loura, y la ceramista portuguesa Sofia de Moser. Todas ellas se sentaron en torno a la mesa de María, en el comedor abierto al jardín, con enormes ventanales y las paredes revestidas por un exótico papel pintado de palmeras.
“En mi casa huele sobre todo a flores, a verde y jardín, y a la fragancia de las velas. Y el aroma de los mejores recuerdos de mi infancia es el jazmín”
María encargó un menú vegetariano orgánico (ensalada de primavera a base de rúcula, hinojo y calabacín; quinoa thai, tarta de chocolate, tarta de limón y ensalada de frutas de temporada) preparado por Maisie Café, uno de los locales favoritos de la anfitriona en París. Las flores diseminadas por la mesa en diferentes alturas, algunas de ellas colocadas dentro de unas salseras, corrieron a cargo de Les Quatre Feuilles, una floristería acostumbrada a plasmar a la perfección el estilo tan personal de la anfitriona. En lugar de colocar tarjetas en la mesa con el nombre de cada invitada, María encargó panecillos individuales personalizados. Los menús caligrafiados se encargaron en Madrid, en un papel rosa empolvado, perfectamente coordinado con las servilletas de hilo y el mantel de Cabana elegido para la ocasión.
A María le gusta cuidar cada detalle y ocuparse personalmente de organizarlo todo, desde la elección del menú a la decoración de la mesa. “La verdad es que me encanta organizar almuerzos o cenas en casa. Disfruto con su preparación. ¡Es muy divertido!”, confiesa María, que, para esta reunión primaveral, escogió un conjunto de inspiración navy chic : top de rayas marineras, falda ‘midi’ de satén azul oscuro, blazer color marfil y una de las inconfundibles diademas-tocado de la firma de accesorios de la propia diseñadora, Maison Ola, del mismo tono que la americana.
El almuerzo, vegetariano, fue elegante y refinado, con panecillos individuales personalizados con el nombre de cada invitada y menús caligrafiados en papel rosa empolvado
—María, cuando recibes en tu casa, como en esta reunión, ¿qué es lo más importante, lo que nunca puede faltar en tu mesa?
—Depende de la ocasión, pero siempre tienen que estar presentes las flores, velas y algún detalle personal.
—¿Qué tal estás? ¿Cómo te encuentras ahora que ya estás en la recta final del embarazo?
—Tranquila y a la vez impaciente, deseando que llegue el momento de conocer a mi nuevo bebé.
—Algunas mamás, durante los embarazos, tienen que cambiar de fragancia porque no soportan lo que antes les encantaba, ¿ha sido tu caso?
—No, afortunadamente, no ha sido mi caso.
—Se suele decir que el perfume es el tatuaje invisible. ¿Te identificas con esa idea?
—Sí, en cuanto a arte que no se ve y desaparece, efímero, imprescindible para mí, que no puedo salir de casa sin llevarlo.
—¿Cuál es el aroma de tu casa?
—En mi casa huele sobre todo a flores, a verde y jardín, y a la fragancia de las velas.
A la reunión no faltaron algunas de las amigas más cercanas de María, como la aristócrata italiana Margherita Ruffo di Calabria y la ilustradora Tatiana de Nicolay
—¿Y el que identificas con los mejores recuerdos de tu infancia?
—El jazmín.
—Al ser tan emprendedora, ¿te gustaría lanzar tu propia fragancia, te lo has planteado alguna vez?
—Alguna vez lo he pensado y me gustaría, pero de momento no es posible, ¡ahora mismo tengo demasiados frentes abiertos!
—Por último, como empresaria y madre, para llegar a todo, la organización germánica es fundamental… En tu caso, ¿hay algo en lo que nunca delegas con tu hija, de lo que siempre quieras ocuparte tú personalmente?
—Procuro encargarme de acostarla todas las noches y compartir esos últimos momentos del día con ella.