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Un total de 20 pasajeros del accidentado avión Boeing 777-300ER de Singapur Airlines, siguen ingresados en unidades de cuidados intensivos (UCI) en dos hospitales de Bangkok, capital de Tailandia, según han informado este miércoles fuentes sanitarias. Dichos heridos son de nacionalidad británica, malasia, australiana, singapurense, neozelandesa, filipina y un hongkonés, según el último comunicado del hospital Samitivej. Dicho centro médico notifica que otros 38 pasajeros heridos ya se encuentran en planta, entre ellos un español, mientras que ya se ha dado el alta a otros 27.
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Emocionantes reencuentros con sus familiares
Según informó la compañía aérea, el avión transportaba a 211 pasajeros, la mayoría australianos (56), británicos (47) y singapurenses (41), y 18 tripulantes. Además, la compañía ha informado, a través de un comunicado que 131 pasajeros y 12 tripulantes que iban a bordo del SQ321 llegaron a Singapur este miércoles en un vuelo fletado para ellos. Llegada que ha dejado emocionantes imágenes de los reencuentros en el aeropuerto entre familiares y supervivientes del accidente. Otros 79 pasajeros y seis tripulantes permanecen en Bangkok, incluyendo aquellos que están recibiendo asistencia médica.
El vuelo SQ321, que había despegado del aeropuerto londinense de Heathrow con destino a Singapur el lunes por la noche, tuvo que aterrizar de emergencia en Bangkok en la tarde del martes debido a “fuertes turbulencias” que provocaron la muerte de un pasajero. El fallecido, un británico de 73 años que viajaba junto a su esposa, murió víctima de un ataque cardíaco durante el vuelo. En el avión viajaban dos españoles, un hombre de 42 años que “se dio un golpe con el techo” al no llevar puesto el cinturón de seguridad en el momento de las violentas turbulencias, según informa la agencia EFE.
Una “traumática experiencia”
El director ejecutivo de Singapore Airlines, Goh Choon Phong, ha pedido disculpas por la “traumática experiencia” del vuelo y sus “más sinceras condolencias a los familiares y seres queridos del fallecido”, en un vídeo publicado por la compañía asiática. En el avión viajaban un total de 229 personas, 211 pasajeros y 18 miembros de la tripulación. Algunos de ellos han podido relatar cómo vivieron el angustioso momento del accidente y el posterior aterrizaje. “De repente, el avión empezó a inclinarse y hubo temblores. Hubo una caída muy dramática, todos estábamos sentados y los que no tenían el cinturón de seguridad se golpearon contra el techo”, explicó a la agencia de noticias Reuters Dzafran Azmir, un joven de 28 años.
Una vez que el piloto dio el aviso del problema, los servicios de emergencia se trasladaron hasta las instalaciones del aeropuerto para evaluar la gravedad de los heridos - la mayor parte de ellos con traumatismos en la cabeza - y atenderlos en la misma cabina. Los pasajeros ilesos, por su parte, fueron desembarcados. Una atención eficaz que ha querido destacar Andrew Davies, otro de los pasajeros, a través de sus perfiles públicos, además de aplaudir la valiente actuación del personal aéreo y de otros pasajeros a la hora de ayudar a los que más lo necesitaban: “Mucha gente herida..., incluidos azafatos que hicieron todo lo que pudieron, al igual que los pasajeros con formación médica”.
Este es el octavo accidente que ha sufrido la operadora Singapore Airlines a lo largo de su historia. El último fue en noviembre de 2017 cuando la grúa que remolcaba una de sus naves por el aeropuerto internacional de Singapur se incendió y los pasajeros tuvieron que ser evacuados de la cabina.