Ha sido cuatro años de lucha en los juzgados a los que ha puesto fin con una victoria. Birgit Wetzinger, viuda del icónico piloto austríaco Niki Lauda, que falleció en mayo de 2019 a los 70 años, ha ganado la batalla legal que mantenía con la fundación del tricampeón del mundo (se encarga de gestionar su legado) por la herencia del deportista. Obtiene así entre 20 y 30 millones de euros, el 16,5 % de la fortuna del piloto de Fórmula 1 que legalmente le correspondía por su matrimonio. "La familia nunca quiso discutir. Simplemente todo se hizo público y muchas cosas se malinterpretaron. Lo único que importa es que estuve casada con Niki durante once años y, según la legislación austriaca, la esposa tiene derecho a una parte obligatoria de la herencia" explicó a Bunte.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Birgit, madre de los dos hijos menores de Lauda, no estuvo de acuerdo con el reparto que se hizo de los bienes tras la muerte del piloto. Se informó de que la viuda del piloto de fórmula 1 cobraba 20.000 euros mensuales de la fundación, que sufragaba además los gastos de las empleadas domésticas, de vacaciones y el mantenimiento de las casas de Ibiza y de Viena. Demandó entonces a la fundación para obtener la parte que legalmente le correspondía. El resto de la familia del piloto sí estaba de acuerdo con las decisiones de la fundación.
Ella le donó un riñón ocho meses después de conocerse
La segunda esposa de Lauda, casi treinta años más joven que él, se casó en 2005 con el deportista con quien tuvo dos mellizos, Mia y Max, nacidos en 2009. Anteriormente, Lauda estuvo casado con Marlene Knaus (entre 1975 y 1996), con quien tuvo otros dos hijos, Luca, de 45 años, y Mathias, de 43. Tenía además otro hijo Christophe, que nació en 1981. Los hijos mayores del piloto sí estaban alineados con la fundación pues consideraban que el reparto del patrimonio que había hecho coincidía con lo que le habría gustado al piloto. Argumentaron durante el proceso legal que ella no era digna de heredar porque supuestamente ocultaba obras de arte del legado del piloto.
La historia de amor de Lauda y Birgit comenzó con un desinteresado gesto de amor de parte de la que era azafata. Apenas llevaban ocho meses de noviazgo cuando ella le donó uno de sus riñones (fue en 2005) después de que un trasplante previo de su hermano Florian fallara tras ocho años. "Lo hago por ti, porque te amo", dijo entonces ella. Un gesto que convenció al deportista de unir su vida a Birgit, aunque había dicho que no volvería a casarse tras su primera matrimonio con Marlene Knaus. A la pareja le gustaba disfrutar con sus hijos, los mellizos Max y Mia, de vacaciones y momentos de relax navegando en su yate por aguas de Ibiza, donde tienen una casa.
Se había sometido a tres trasplantes
Los últimos meses de Niki Lauda estuvieron marcados por importantes problemas de salud. En agosto de 2018 se tuvo que someter a un trasplante de pulmón que le obligó a estar hospitalizado varios meses y en enero de 2019 ingresó en el hospital a causa de una fuerte gripe. Solo unos meses después, en el mes de mayo, falleció. "Con gran dolor anunciamos que nuestro querido Niki ha fallecido apaciblemente el 20 de mayo de 2019, rodeado de su familia. Sus logros únicos como deportista y como empresario son y serán siempre inolvidables", explicó su familia en una nota.
El nombre de Niki Lauda será recordado por ser uno de los pilotos más legendarios de la historia de la Fórmula 1. El deportista fue un icono no solo por sus éxitos (campeón en 1975, 1977 y 1984), sino por el estilo de competir y su carácter fuera de los circuitos. "Su dinamismo inagotable, su rectitud y su valentía serán un modelo y una referencia para todos nosotros", recordó su familia.