En las diferentes tramas de Hermanos de los últimos capítulos, veíamos cómo Asiye ingresaba en prisión y después era puesta en libertad. Por otro lado, Nebahat descubría a Akif en su cita romántica con Süreyya. Paralelamente, Orhan no encontraba a su madre, Fatma, ni a su mujer, Şengül, abriéndose un nueva y angustiosa incógnita.
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La madre de Doruk llega en el momento justo y encuentra su casa preparada para una cena romántica: la que su marido pensaba tener con Süreyya. No sabe cómo comportarse después de lo que acaba de ver pero, Akif, experto en el arte de la mentira, logra convencer a su esposa de que no iba a volver a serle infiel y que todo ese despliegue era para una cita especial con ella. Nebahat, cegada por el amor que siente por el empresario, aunque en el fondo de su corazón sabe quet odo es mentira, acaba creyéndole de nuevo.
La preocupación de Orhan y su familia sobre Şengül y Fatma estaba fundada, ya que su mujer y su madre han sido secuestradas y corren un grave peligro. Ambas han sido atadas por la espalda y dejadas a su suerte en una casa abandonada. El tio Eren, ajeno a lo sucedido, denuncia ante la policía la desaparición de las dos mujeres. Por suerte, unos vecinos escuchan sus gritos y las liberan.
Después de que Şengül y Fatma hayan sido estafadas, los Eren se han quedado sin nada. Por este motivo, Orhan buscará la manera de obtener el dinero suficiente para comprar, al menos, lo imprescindible. Tratando de aliviar la delicada situación por la que están atravesando, Oğulcan busca un trabajo con el que colaborar con la economía familiar y lo encuentra en un taller lavando coches. Sin embargo, todo se complica cuando su jefe lo deja a solas con un deportivo de lujo. Asiye también trata de encontrar un nuevo empleo para cubrir las necesidades de Emel, que necesita unas zapatillas nuevas, y apoyar a Ömer, que es el único sostén de la casa.
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Héroe por sorpresa
Orhan y Şengül acuden al banco para solicitar un préstamo, pero, una vez allí, vivirán una situación con la que no contaban: un atraco en la sucursal. El padre de Oğulcan y Aybike se enfrentará a los ladrones, logrando reducirlos, y convirtiéndose en un héroe. Todos alaban su valentía y los dueños de la entidad no tardan en ofrecerle algo a cambio.
Un desafortunado encuentro
Llega el cumpleaños de Ahmet y Suzan visita la tumba de su amado. En el cementerio se cruza con Şevval, Sarp y Yasmin, donde la actitud extremadamente conciliadora de la gerente del Ataman con ella confundirá por completo a sus dos hijos. Sin embargo, la mujer no está nada cómoda con la nueva posición y el poder que tiene la madre de Ömer sobre ella tras haber descubierto su secreto. Por esta razón, buscará la forma de deshacerse de ella.
De una guerra abierta surge una oportunidad
Süreyya está cansada de Akif y lo amenaza. Ya le ha dejado claro en sobradas ocasiones que nunca estará con él, aunque el empresario no se rinde y le asegura que Yaman no tiene el más mínimo interés por ella, sino que está cada vez más cerca de Suzan. Su conversación comienza a subir de tono y su discusión, en medio del pasillo del club, deja entrever que entre ellos hay algo más que una simple relación de trabajo. Fatma es testigo de todo y utiliza lo que ha presenciado para mejorar su situación laboral.
Las aguas vuelven a su cauce
Tras repetidos intentos por acercarse a ella, finalmente, Oğulcan ha logrado recuperar su relación con Elif, quien había fingido una historia con Tolga para provocar sus celos. Por su parte, el hermano de Leyla se ha desencantado de Yasmin. Aunque le asegura que hasta hace poco había estado perdidamente enamorado de ella, su comportamiento le ha partido el corazón y ya no siente lo mismo. Lejos de provocar un alivio en la joven, las palabras del chico generan en la hermana de Sarp el efecto contrario al esperado. Así, la muchacha comienza a mostrar un gran interés por él del que todos se dan cuenta.
Un nuevo problema para los Eren
En su nuevo trabajo, Oğulcan comete un error: no puede evitar coger un deportivo que estaba limpiando para dar una vuelta... y acaba dándole un golpe. El joven tendrá que hacerse cargo del dinero que el dueño le exige. Para hacer frente a la reparación, debe hacer todos los recados que este le pida. Pero el muchacho no estará solo en esto, Ömer, que le acompañaba en el trayecto en el coche de lujo, se ofrece a ayudarle. El propietario del vehículo es un empresario que, al parecer, está metido en negocios turbios a los que los chicos se verán arrastrados para saldar su deuda.
Tres pretendientas... son multitud
Tras ser testigo de la cercanía y complicidad que existe entre Yaman y Suzan, Süreyya está decidida a dar un paso al frente para afianzar su relación con el padre de Lydia antes de que sea demasiado tarde. Por este motivo, la madre de Süsen le propone al empresario un plan en familia. Sin embargo y para su sorpresa, este declina su invitación. Mientras, Akif no ceja en su empeño por conquistarla.
Por otro lado, al ver el entusiasmo con el que Nebahat se interesa por su último encuentro con Yaman, Suzan comienza a pensar que tal vez la mujer de Akif esté en lo cierto y el empresario esté realmente interesado en ella. La madre de Ömer empieza incluso a plantearse si quizá ha llegado el momento de volver a darse una oportunidad en el amor.
Por si Süreyya y Suzan no fueran sufientes para luchar por el amor de Yaman, se suma un tercer vértice al triángulo de admiradoras del empresario: Şevval. Esto provocará un fuerte enfrentamiento entre esta última y la madre de Ömer. La situación entre ambas se descontrola por completo y llegan incluso a las manos en la cocina del club.
En un momento de la pelea, la madre de Sarp amenaza a Suzan con acabar con su vida igual que hizo con Ahmet. La encargada de cocinas está aterrada cuando ve a la mujer empuñar un cuchillo. Sin embargo, la gerente del Ataman, de repente, se queda paralizada al ver que Yasmin ha presenciado la escena y acaba de descubrir el peor de los secretos: fue su madre quien mató a su padre.