La aventura que está viviendo Marta Lozano con su primer hijo, Loren, le está resultando tan apasionante como intensa. “Es montaña rusa. Emocionalmente, es una revolución. Te sientes súper feliz, pero también es muy duro”, nos reconoce la influencer valenciana desde su casa, donde ha posado para ¡HOLA! con su bebé, que nació el 16 de abril, y su marido, el empresario y odontólogo Lorenzo Remohi.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Marta no oculta la mezcla de sentimientos en su primera aventura. “Estoy es muy pendiente, enamorada de mi bebé y con ganas de hacerlo bien. Estoy también sensible, porque ha sido todo muy reciente”, nos confiesa, antes de explicarse: “Todo me da ternura. Si una amiga me envía un detallito personalizado, me emociono y me pongo a llorar. No es de tristeza, sino de emoción. Me digo: ‘Marta, hija mía, ¿qué te pasa?’. Debe de ser hormonal”.
Sin embargo, controlar sus emociones no eslo que más le está costando a Marta de su primera maternidad, sino la lactancia . “Le estoy dando pecho y es muy dependiente. Si el bebé se pone a llorar y tiene hambre, yo padezco”, nos afirma la valenciana. “No es que tenga problemas, sino porque es muy sacrificada. Siento que estoy todo el tiempo dando el pecho y que tengo muy poquitas horas”, nos continúa diciendo.
“Es cansado, porque, al darle el pecho, te duele mucho la espalda. La verdad es que Lorenzo y yo estamos agotados los dos, porque, a las seis de la mañana, ya estamos todos en pie”, nos confiesa Marta, para luego apuntar entre risas y con la espontaneidad que la caracteriza: “Antes de dar a luz, decía: ‘Por mi chiquillo, me voy a sacrificar con la lactancia’. Y es lo que estoy haciendo para que se ponga como un torete”.
En conversación con ¡HOLA!, la influencer cuenta lo entregado que está siendo su marido con el bebé: “Lorenzo le quita siempre los aires, le quita los eruditos o le cambia el pañal. Hace todo lo que me puede quitar, porque hay tomas que he llegado a estar 40 minutos sólo con un pecho y acabo empalmando una toma con otra. Son muchas horas y acabo agotada”, reconoce.
De hecho, Marta es quien se está levantando por las noches. “Al final, soy yo quien tiene que dar el pecho. A Lorenzo le digo que no se levante. Para no estar ahí adorándonos, mejor que se quede durmiendo”, nos dice entre risas. “Pero, después de la toma de las seis, es Lorenzo quien coge al nene y se duerme con él en el sofá, mientras yo me quedo en la cama”, matiza la influencer.
“Estoy súper contenta, pero también tienes miedo de hacerlo bien. Lorenzo me dice que esté tranquila, que lo estoy haciendo superbien y que es normal que un bebé llore. Pero no sé si tendrá hambre o gases… Ay, madre mía”, musita Marta, que reconoce tener “muchas dudas”. Aun así, sabe que este sentimiento es frecuente entre madres primerizas.
“Cristina Pedroche acaba de sacar un libro de maternidad que se llama Gracias al miedo”, nos dice Marta. “Ella me escribió súper mona cuando fui madre y tengo ganas de leerme su libro, porque creo está un poco en la misma onda de cómo me estoy sintiendo ahora”, nos apunta la valenciana, antes de añadir: “Hay muchas mujeres que se sienten así y esta chica lo ha escrito. Me ha dicho que me iba a enviar el libro. Súperbonica. Tengo mucha ganas de leerlo, porque esto le pasa a mucha gente”.
Pese a todo el cansancio y todas sus inseguridades, Marta no puede mostrarse más feliz con el pequeño Loren. “El nene es muy bueno, así que tengo mucha suerte. No sé si son todos los recién nacidos así, pero llora bastante poquito, es muy tranquilote”, nos expresa la influencer, que está teniendo muy buen posparto y no le preocupa la recuperación de su cuerpo. “El único problema es que tenemos que poner a Loren al sol, porque está un poquito amarillito y no le para de subir la bilirrubina, como a Juan Luis Guerra. Pero es algo muy normal”, termina diciendo entre risas.