Aunque cada vez son más las novias que deciden celebrar su boda en invierno, verano u otoño, la primavera sigue manteniéndose como la temporada ideal por excelencia. Estos últimos meses, hemos sido testigos de enlaces como el de José-Luis Martínez Almeida y Teresa Urquijo, o el de Joaquín Astolfi y Teresa Revuelta, que nos han dejado looks que son pura inspiración. Pero, también, ha habido otros como el de Luna Medina con Giovanni Rapazzini, que nos han dejado otras opciones de lo más rompedoras. La hija del duque de Segorbe impactó en su gran día con un vestido de lo más rompedor, alejándose de las novias más clásicas.
Luna llevó un look nupcial de dos piezas, firmado por Alejandro Palomo. Por un lado, en la ceremonia religiosa, lució una gabardina turquesa que ya conocía, le encantaba y le pareció perfecta para una boda donde seguramente llovería, y que el diseñador ajustó y le prestó para la ocasión. Y es que, al ser madre de un niño, buscaba además un look que no fuera tradicionalmente ‘de novia’.
Debajo, la gabardina ‘escondía’ un sencillo vestido blanco, estilo imperio con encaje. Un modelo atemporal que, como informamos esta semana en ¡HOLA!, la novia eligió con la premisa de poder volver a usarlo.
En cuanto a accesorios, Luna se decantó por un collar de perlas negras de familia, como corona, y unos pendientes de diamantes y perlas, regalo de su ya marido el día que nació su hijo, Galateo, a quien bautizaron el pasado octubre, en la catedral de Padua, en Italia.
Y, como broche perfecto, un ramo de lo más especial, que había elaborado ese mismo día su madre, Gloria Orleáns-Braganza Borbón, con flores frescas del jardín, que también se ocupó de la decoración floral de la casa, ayudada por las personas de su confianza.