Natalia Osona ha sufrido un nuevo percance que ha afectado a su salud. La influencer y empresaria ha explicado a través de sus redes sociales que ha tenido que ser vacunada de la rabia durantes sus vacaciones en Cancún, México, acompañando la explicación con una fotografía desde la camilla de un centro hospitalario. Todo ha ocurrido por la mordedura de una gata que la madrileña adoptó recientemente: "He sufrido una mordedura de gato, no de la peque, sino de la mamá que tenía la pierna herida. No me atacó, simplemente parió, estaba muy hambrienta y se lanzó a mi dedo para comer porque llevaba días sin probar bocado la me han tenido que pobre criatura...”, explicaba en su post.
La 'influencer' Natalia Osona, hospitalizada por agotamiento: 'Sentí que me iba a morir'
La vacuna de la rabia, necesaria
Natalia ha querido tranquilizar a sus seguidores: “Me han tenido que vacunar de la rabia porque probablemente pueda tenerla al haber sido atacada previamente la gatita por un mapache. La rabia es vida o muerte, creo que solo han sobrevivido unas 20 personas en toda la historia así que podemos decir que si no te tratas, es mortal... y lo he pasado un poco regular por este tema sinceramente...”, explicando que aunque había riesgos, lo ha podido atajar sin complicaciones. Y terminaba añadiendo que: "Estoy bien y la gatita ya tiene las heridas casi cicatrizadas gracias a nuestros cuidados. Me voy de México con sentimientos encontrados. Ha sido un viaje donde se me han revuelto muchas emociones, he conectado como nunca antes con la naturaleza y los animales”.
A principios de abril, la responsable de la marca de ropa Glowrias fue ingresada por ‘agotamiento extremo’: “Ayer por la noche me dio una bajada muy fuerte de tensión y he estado hasta esta mañana en el hospital. El médico me ha dicho que tengo agotamiento extremo. Llego semanas sin dormir bien por la medicación de la bronquitis, trabajo, el viaje a Sevilla que hicimos, todo el shooting, la edición y contenido en solo un día”, contaba la empesaria.
Como consecuencia tuvo que pasar una noche ingresada, aunque se recuperó con el apoyo de su familia, de su chico y de su millón de seguidores. La propia Natalia narró cómo vivió esa desagradable experiencia: "Sentí que me iba a morir". Ahora con el chip cambiado, le da mucha más importancia a cuidarse.