Fueron una de las parejas estrella de los Oscar y también, estos días, de la Met Gala, la alfombra roja que une moda y arte y se convierte, cada año, en un espectáculo único. Chris Hemsworth fue invitado a ser uno de los anfitriones —junto a Zendaya, Jennifer López y Bad Bunny— y Elsa Pataky no se lo pensó dos veces. “Di que sí”, le respondió a su marido cuando se lo contó. Le hacía mucha ilusión prepararse para subir la mítica escalinata donde el glamour y la extravagancia parecen no tener fin. La actriz, espectacular en estas líneas con las nuevas propuestas de calzado de Gioseppo para esta temporada, nos lo cuenta en conversación telefónica desde las antípodas, en vísperas de viajar a Nueva York.
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“Ana de Armas, Anya Taylor-Joy, Pink, Ron Howard… Todos los que viajan a Australia vienen a casa. Si vas a Los Ángeles, están todos, pero aquí no, así que al final siempre es: “¡Vamos a ver a los Hemsworth!” (ríe)
La conversación, fácil y cercana como siempre, fluye en mil direcciones: desde su nueva faceta como productora a su participación improvisada en Furiosa, la nueva película de la saga Mad Max, que protagoniza Chris y tendrá su première mundial en Cannes, el 15 de mayo; de su faceta de madre a la de anfitriona de todos los amigos de Hollywood que suelen visitarlos en Australia; de cómo vivió su noche en los Oscar y sobrevivió ‘a los taconazos’ a su pasión por las zapatillas de Gioseppo y los casi diez años que la unen ya a la firma española de calzado. Y nos cuenta divertida, por cierto, que hay nueva inquilina en el ‘zoo Pataky’, otro miembro en la gran familia de animales en su casa de Byron Bay: “Una serpiente que tenemos desde Navidad”.
—La última vez que hablamos estabas en Madrid por el evento de Gioseppo y te marchabas a los Oscar. Hacía diez años que no ibas, ¿cómo fue este regreso?
—Lo pasamos muy bien, aunque llegamos un poco tarde —ríe—. ¡Hubo una manifestación y pararon el tráfico! De hecho, tuvimos que correr por toda la alfombra roja y entrar directamente en el Dolby. Tuvimos suerte porque Robert Downey Jr. llegó tarde también y nos encontramos en la alfombra roja, pero no había nadie más —ríe de nuevo—. Menos mal que dentro sí saludamos a muchos conocidos y amigos. Como no vivimos en Los Ángeles, está bien volver a ver a toda la gente; es una celebración del cine, todo el mundo se junta allí y es muy interesante y emocional. Fue especial, no habíamos vuelto en diez años y hace ilusión estar.
—Os reencontrasteis con gente conocida, con buenos amigos como Matt Damon y su mujer, Lucy; estuvisteis en las fiestas posteriores a la ceremonia… Fue casi una reunión de amigos.
—Sí, nosotros antes vivíamos en Los Ángeles y, si lo piensas, terminas conociendo a mucha gente al cabo de los años. En la fiesta hablamos con Taylor Swift, vimos a Melissa McCarthy, que estuvo en Australia y es muy divertida, estuvimos también con Anya Taylor-Joy.
—Con ella hablarás en español, claro, porque es argentina.
—Sí, es argentina y hablamos siempre en español, nos llevamos muy bien porque tenemos muchas cosas en común. Su madre es española, de hecho, y cuando estuvo aquí en Australia, conocí a sus padres y estuvieron en casa. En la fiesta de los Oscar también vimos a Jennifer Lawrence, había coincidido con ella en París y teníamos anécdotas muy divertidas juntas. Vi a Bayona, me encantó charlar con él y con todo su equipo. A Emily Blunt también la conocemos bastante, viven en el mismo barrio que Matt y Lucy. Empieza a ser un poco como una familia, te ves y acabas teniendo anécdotas con casi todos.
—Vamos, que Chris y tú sois los grandes anfitriones en Australia de los que van allí a rodar. Todos van a vuestra casa.
—Claro, como no es tan a menudo, nos llaman, vienen a casa, les enseñas sitios… como Pink, que cuando tuvo el concierto también vino. Si vas a Los Ángeles, están todos, pero en Australia no, así que al final siempre es: ‘Vamos a ver a los Hemsworth, que están aquí’ —ríe—. ¡Pasan seguro!
“He creado una productora, ya barajamos unos cuantos proyectos. Es una nueva faceta que me apetece abordar y me tiene muy ilusionada”
—Eso no te permite tener la despensa vacía en ningún momento…
—De hecho, es que van apareciendo. Cuando Ron Howard, a quien Chris conoce, estuvo rodando en Australia, vino con toda su familia. Ana de Armas estaba en esa película y estuvimos también con ella… Yo encantada de hablar un poquito de español, que estando aquí, en Australia, siempre viene bien.
—Chris y tú os conocisteis en Los Ángeles. ¿También es especial para vosotros volver a la ciudad donde empezó todo?
—Sí, claro, nosotros nos conocimos allí, pasamos un tiempo, mis hijos mellizos nacieron ahí también. Luego decidimos cambiar de ambiente por los niños, creímos que era mejor estar en otro lugar, pero Los Ángeles fue la ciudad donde nos conocimos y quedamos por primera vez. El otro día, cuando estuvimos allí, de hecho, pasamos por el sitio donde tuvimos nuestra primera cita y nos hicimos una foto —ríe— ¡tres hijos después!la gala met
—Vas a Nueva York, a la Gala Met, porque Chris es anfitrión con Zendaya, Jennifer López y Bad Bunny. ¿Impone?
—La verdad es que sí. Es la primera vez que vamos y él directamente ya como anfitrión.
—¿Cómo le llegó esta propuesta y qué pensasteis?
—Fue una invitación de Anna Wintour, y cuando Chris me contó que se lo había propuesto le dije: ‘¡Claro! Di que sí. Yo encantada’. Me encanta la moda y todos hemos seguido alguna vez esa gala, cómo va la gente vestida, los diseñadores, etcétera. Esa escalera es increíble, aunque nunca se ve lo que pasa dentro, es como secreto.
—¿Cómo elegiste tu vestido? ¿Moda española, como en los Oscar?
—Allí es un poco más complicado y más al formar parte de los anfitriones. Está bastante controlado y Anna Wintour se involucra y tiene mucho que decir en eso. Es más complicado que decir ‘quiero llevar esto’ —ríe—.
—¿Qué hacen los anfitriones, cuál es su cometido?
—Suben la escalinata y tienen que saludar a quienes van entrando. Se trata de dar la bienvenida a todo el mundo.
—O sea, que te hace ilusión.
—Sí, me hace mucha ilusión porque, como te digo, el mundo de la moda y de los diseñadores me encanta y ver los diseños que lleva la gente en vivo es impresionante.
Un papel inesperado
—Parece que Chris ha vuelto al trabajo al cien por cien después de unos meses más tranquilos en casa.
—Sí, ya está a tope. Ahora tiene toda la promoción de Furiosa , su nueva película, y formar parte de la saga Mad Max es algo importante. El director George Miller, que es australiano, es un hombre encantador. Y tuvimos la ocasión Chris y yo de trabajar juntos porque hice un par de papeles.
—¿Participas en Furiosa?
—Sí, porque cuando conocí a George le comenté que me encantan las motos y las manejo, y me dijo: ‘Pues tienes que estar en la película’. Y creó un personaje muy interesante, así como en el último minuto.
—Menuda sorpresa, Elsa.
—Sí, fue una decisión de último momento y pensé: ‘¿Por qué no?’. Sobre todo, por tener la oportunidad de trabajar con un director como él, que es una de las personas más profesionales y encantadoras que he conocido en mi vida, además de tener una mente creativa increíble, mucha energía y poseer la capacidad de estar en todo. Para mí es un genio.
—Si le dijiste que te gustaban las motos, ya imagino la escena, por el desierto y a toda velocidad.
—¡Claro! —Ríe—. Rodaron aquí, en Australia, y una parte fue en el desierto y Chris y yo tuvimos la oportunidad de pasar tiempo juntos rodando y fue una experiencia bonita.
—Este último año, Chris ha podido estar algo más con la familia; ahora, que está de nuevo más tiempo fuera, ¿cómo os organizáis?
—Como siempre hemos hecho. Él trabaja y vuelve aquí. Y aprovechamos las oportunidades de viajar juntos. Para la promoción de Furiosa me iré con él para acompañarlo en algunos lugares y compaginarlo a la vez con los niños. Yo estoy siempre entre todo un poco: buscar mis proyectos, producir y ser su compañera y estar en los momentos más importantes para él. Intento equilibrarlo todo, no es fácil, pero ahí estoy. No me puedo quejar, ni mucho menos, pero sí es un ir y venir continuo. Chris paró porque quería también un tiempo para estar presente con la familia.
“Cuando conocí a George Miller, el director de “Furiosa”, le comenté que me encantan las motos y las manejo y me dijo: “Pues tienes que estar”. Fue una decisión de último minuto y pensé: “¿Por qué no?””
—Vivir más experiencias con los niños, estar más en el día a día, quizás.
—Exacto. Poder llevarlos al cole y recogerlos, porque eso no podía hacerlo. Estar con ellos en cualquier momento, ir de «camping», hemos tenido la posibilidad de viajar juntos y realmente disfrutar de todos los momentos en familia. Y para los niños es importante también. A Chris le encanta ser padre y echaba de menos pasar tiempo y hacer cosas con ellos.
—Hablas de hacer malabarismos, poder viajar, estar con tu marido, con los niños y al mismo tiempo buscar tus proyectos, porque has creado una productora.
—Sí, he creado una productora, ya barajamos unos cuantos proyectos y es algo que me tiene muy ilusionada. Es una nueva faceta que me apetece abordar porque se trata de buscar los proyectos que me gusten no solo para interpretarlos, sino para estar detrás y comenzarlos desde cero. Encontrar historias, libros, guiones, escritores, actores, directores... Reunir a todo el mundo para hacer una película lleva mucho trabajo, pero también es muy creativo y gratificante.
“Chris y yo nos conocimos en Los Ángeles. Cuando estuvimos en los Oscar, pasamos por el sitio de nuestra primera cita y nos hicimos una foto ¡tres hijos después!”
‘He ganado’
—Siempre has priorizado la familia frente al trabajo, ¿en algún momento se te ha pasado por la cabeza pensar: ‘Pues la industria se ha olvidado de mí’?
—Cuando te apartas por un tiempo tienes ese miedo, evidentemente, porque no sabes cuántos proyectos van a salir luego o si saldrán; es el temor de todos los actores, pensar que la gente se olvide de ti… pero es un riesgo que tienes que correr también. Y siempre lo he dicho, en realidad he ganado mucho siendo madre y viviendo todos los momentos con mis hijos, no me importó arriesgar eso. Tu carrera se ralentiza y retomar cuesta más, pero es así.
—En este momento, ¿qué tipo de proyectos te compensarían para dejar a tu familia un tiempo o no existe eso?
—Me gusta trabajar, es verdad que una película son tres o cuatro meses de rodaje, pero ahora sí creo que es un buen momento porque mis hijos son más mayores, pueden venir conmigo o quedarse con su padre.
—¿La cercanía de los 50 te da cierto vértigo o te estimula? Porque, al final, eres un ejemplo de cómo mantenerse bien y saludable.
—Soy una persona muy activa y mi miedo es no poder serlo tanto, pero me mantengo muy en forma y hago mucho ejercicio y así, de momento, no veo mucha diferencia, aunque sí voy notando que, con los años, evidentemente, estás más cansado. Con los años también he ganado en madurez y sabiduría y cada vez me conozco más a mí misma, tienes más confianza en ti y las cosas muchísimo más claras.
—Llevas casi una década trabajando con Gioseppo, y eso es bastante inusual. ¿Cuál crees que es el secreto del éxito de esta unión?
—Somos ya familia. Gioseppo ha pasado a ser una parte de mi vida, nuestros eventos, hacer las campañas juntos, la confianza que nos tenemos y lo que nos conocemos. Trabajamos muy bien juntos y todo marcha sobre ruedas. Me encantan sus diseños, me siento muy a gusto y llevo sus zapatos y zapatillas cada día. Y es fácil además para mí llevarlos porque me sorprenden cada año. Tengo los últimos modelos, pero al mismo tiempo me siguen gustando los de hace años también. Y creo que es eso, que ya no nos imaginamos los unos sin los otros.
—¿Eres más de stilettos, botas, sandalias, deportivas…?
—Por eso me encanta Gioseppo, tiene unos zapatos muy bonitos también, pero la comodidad de sus zapatillas es increíble, soy muy fan y es lo que más uso. Mi día a día son mis zapatillas y, cada vez que salgo con ellas, me dicen algo, siempre.
—En tu casa prima la naturalidad a la hora de vestir… ¿Cómo pasas de las zapatillas al taconazo de los Oscar?, te cuesta?
—Cuando era más jovencita no me costaba nada, ahora más. Hay mucha gente que después de la gala, en las fiestas, tiene sus bailarinas. Por ejemplo, Anya en cuanto llegó se las puso para bailar, pero como yo voy todo el día con zapatillas, pues si hay que poner glamour, glamour toda la noche.
“Cuando Chris me contó que Anna Wintour le había propuesto ser anfitrión de la Gala Met le dije: “¡Claro! Di que sí. Yo encantada”. Esa escalera es increíble”
—Está muy en auge la moda circular, ¿tienes alguna prenda especial que te gustaría que heredara tu hija?
—Sí, tengo algunos vestidos maravillosos de Armani que todavía guardo. Tengo muy buenos recuerdos de diseñadores que me han vestido y conservo los vestidos como reliquias, como recuerdos, me los he puesto más veces y se los he dejado a gente incluso. Algún día se los daré. Te diré que mis Gioseppo ya los lleva India porque ¡tiene mi mismo pie! Así que no me extrañaría que pronto empiece a coger mi ropa.
—¿Te ves envejeciendo con Chris y recibiendo a vuestros nietos en casa?
—Ojalá, sí. Siempre es tu ilusión Cuando te casas y formas una familia con una persona, sueñas con envejecer juntos. Admiro a las parejas que siguen unidas después de los años. La persona con la que envejeces es quien mejor te conoce, se convierte en tu amigo para toda la vida y es muy romántico.
—Eres una persona aventurera, ¿cuál dirías que ha sido la gran aventura de tu vida?
—La aventura más grande es formar una familia. Es la más bonita, pero también la más complicada al mismo tiempo. Tienes una gran responsabilidad.
—¿Pasaréis por España este verano?
—Vivimos muy el día a día. Mi deseo siempre es estar en España en verano, pero no sé qué pasará. Dependo de los niños también, porque ahora tienen opinión y toman sus propias decisiones y hay que respetarlo.