Skip to main contentSkip to footer
Carolina Marin y su novio, Gen Esteban San Millán© @carolinamarin

El lado personal de Carolina Marín: enamorada de un atleta, muy unida a su madre y apasionada del flamenco

La campeonísima de bádminton aspira a colgarse su segunda medalla olímpica tras el oro de Río 2016


Actualizado 28 de julio de 2024 - 8:00 CEST

Carolina Marín debuta este domingo en los JJOO de París con un claro objetivo: ser campeona olímpica por segunda vez tras su triunfo en Río 2016. Recordar que en los de Tokio no pudo participar porque estaba lesionada. El pasado mes de mayo, la onubense era galardonada con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2024, tras la decisión del jurado, presidido por Teresa Perales. La jugadora de bádminton, que recibirá el galardón el próximo mes de octubre en el Teatro Campoamor de Oviedo, ha logrado este importante reconocimiento gracias a "su extraordinario palmarés en bádminton, un deporte en el que ha llegado a ser un referente internacional. Es la primera y única deportista no asiática campeona olímpica en esta disciplina, además de la mejor jugadora de la historia del bádminton en España y una de las mejores del mundo, es un ejemplo de superación, fuente de inspiración y transmisora de valores dentro y fuera de la pista".

Carolina Marín, en audiencia con los Reyes© Getty Images

Un palmarés único 

Con una medalla de oro en bádminton en los Juegos Olímpicos de Río 2016, siendo tres veces campeona del mundo y ocho continental (siete en Campeonatos de Europa y uno en Juegos Europeos), Marín sucede en el palmarés a Eliud Kipchoge, plusmarquista mundial de maratón. Pero Carolina es mucho más que su palmarés en el que también asoman siete torneos Super Series, incluido el All England en dos ocasiones (2015 y 2024), sumado al Abierto de China (2018 y 2019) o el de Tailandia (ambas en 2021).

Su lucha contra las lesiones y las adversidades

Carolina es un claro ejemplo de superación en el deporte. Dos graves lesiones la apartaron de las pistas; la primera fue en 2019, cuando se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha durante el Masters de Indonesia. Lesión que tardó en recuperar siete meses. Y la segunda en 2021, cuando su sueño olímpico se desvaneció. Fue durante un entrenamiento, otra rotura del ligamento cruzado anterior, esta vez en la otra rodilla. Casi un año después regresó para ganar su sexta corona continental.

carolina marin

La muerte de su padre, uno de los golpes más duros de su vida

Pero, las lesiones no han sido las únicas adversidades a las que se ha tenido que enfrentar la deportista onubense a lo largo de su vida. En julio de 2020, sufría uno de los golpes más duros con la muerte de su padre, Gonzalo, al que estaba muy unida. El progenitor de Carolina falleció tristemente tras las secuelas que le dejó la caída que sufrió en un accidente laboral. Lourdes, tía segunda de la campeona, contaba que "la vida le debía una" en relación al enorme esfuerzo que ha hecho su sobrina por estar de nuevo al máximo nivel. Por eso, su sexto campeonato de Europa fue muy especial. Tras once complicados meses de recuperación después de romperse el ligamento cruzado y los meniscos interno y externo de su rodilla izquierda, y la muerte de su padre, la campeonísima regresaba a la senda de la victoria, miraba al cielo tras su hazaña y dedicaba este triunfo a su padre.

Carolina Marin junto a su familia© @carolinamarin

Está muy apegada a su familia, especialmente a su madre Toñi

Carolina es una mujer muy familiar y, siempre que su sacrificada vida se lo permite, viaja a Huelva para estar con los suyos y para darle un abrazo a su madre, Toñi Martín. Al ser galardonada con el Premio Princesa de Asturias, la madre de la deportista confesaba que, al recibir la noticia, se tiró al suelo a llorar: "Ella tenía la ilusión de ganar algún día este premio. ‘Mamá, el premio que me gustaría conseguir sería el Princesa de Asturias. Cuando habla a esas alturas dije ‘Dios mío esta niña, qué manera de pensar’. Yo me asusto, me asusto”, explicaba Toñi Martin, que se emocionó muchísimo al conocerse la noticia: "Yo me tiré al suelo a llorar. Estuve más de cuatro horas llorando. Me sigo emocionando, pero el llanto es de felicidad… es que no podía hacer otra cosa que llorar y llorar de felicidad”.  

Carolina Marin y su madre, Toñi Martín© @carolinamarin

Loca por el flamenco y por su chico

Aunque a los doce años dejó el flamenco por la raqueta, Carolina sigue disfrutando de sus tradiciones, de su tierra y es habitual que comparta fotografías en sus redes sociales vestida de flamenca donde, además se ve y se siente "muy guapa": En una de sus últimas escapadas a Huelva, su ciudad, se la pudo ver muy bien acompañada de Gen Esteban San Millán, el joven atleta con el que comparte su vida y con el que no duda en posar en sus redes sociales, como hace cuatro meses en un romántico viaje a París. A pesar de esto, la jugadora de bádminton es una mujer muy discreta respecto a su vida privada y no suele hablar de su pareja en sus entrevistas. 

Carolina Marin y su novio, Gen Esteban San Millán© @carolinamarin

Octava mujer premiada en los Premios Princesa de Asturias

En los premios Princesa de Asturias es la octava ocasión en la que el premio recae en una mujer, después de las tenistas Martina Navratilova (1994), Arantxa Sánchez Vicario (1998) y Steffi Graf (1999), las atletas Hassiba Boulmerka (1995) y Yelena Isinbáyeva (2009), la esquiadora Lindsey Vonn (2019) y la nadadora paralímpica Teresa Perales (2021).