El pasado sábado 4 de mayo, fue uno de los días más especiales para Luna Medina de Orleáns-Braganza y Giovanni Rapazzini de Buzzaccarini. Un año después del nacimiento de su hijo Galateo, la pareja ha celebrado su boda en la intimidad ante 50 invitados, familiares y amigos más cercanos.
La novia, condesa de Ricla, es la hija menor de Ignacio Medina Fernández de Córdoba, duque de Segorbe, respetado arquitecto y restaurador, y presidente de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli, y de la princesa María da Gloria Orleáns-Braganza Borbón, duquesa de Segorbe, tataranieta de don Pedro II (el último Emperador de Brasil), prima hermana del Rey Juan Carlos y reconocida decoradora de interiores.
El novio
La condesa de Ricla y su marido, miembro de una de las familias aristocráticas italianas más relevantes, han puesto el broche de oro a su historia de amor, con un emotivo enlace en el Pazo de Oca, en Galicia, propiedad de la fundación Casa Ducal de Medinaceli, que preside el duque de Segorbe, un lugar muy especial para la novia y ligado a sus recuerdos de su vida desde la infancia, ya que ha pasado allí muchos momentos con su familia, veranos, navidades y también largas temporadas. Para su día, Luna llevó un vestido en dos partes de Alejandro Palomo: se trataba de una gabardina turquesa que ella ya conocía y que fue ajustada para la ocasión como préstamo del diseñador y un vestido que confeccionó especialmente, sencillo, con encaje y corte imperio.
Ejercieron como padrinos, el duque de Segorbe y Conde de Rivadabia y la madre de Giovanni, Katia Padovani. Cabe destacar que el duque se ha ocupado de toda la organización en tiempo récord, tan solo dos semanas para llevar a cabo todos los preparativos. Además de sus padres, Luna estuvo arropada también por hermana Sol, condesa de Ampurias, que contrajo matrimonio el pasado 3 de junio en Sevilla con en Sevilla con Pedro Domínguez-Manjón Toro; y dos de sus tres hermanos, los príncipes Pedro y Alejandro de Serbia. Felipe, heredero de la Casa Real serbia, finalmente no pudo asistir. En cuanto a la familia de su marido, asistieron sus progenitores, Giangaleazzo Rapazzini de Buzzaccarini y Katia Padovani, además de sus hermanos Bianca y Giulio Rapazzini de Buzzaccarini.
El encargado de oficiar la ceremonia fue el Obispo de Tui, Don Luis Quintero, quien es un amigo cercano de la familia, y fue el encargado de oficiar la primera comunión de la novia. También estuvieron en la eucaristía el párroco de Oca Rvdo. Padre Don Carlos, el Rvdo. Padre Archipestre Don Jose Antonio y su capellán Rvdo. Padre Don José. Durante la celebración, los invitados pudieron disfrutar del grupo de Gaiteros durante y después de la ceremonia. Y no faltó la tarta de Santiago en el banquete.
La condesa de Ricla, que estudió en la escuela Parsons, deNueva York, es artista y, tras vivir cinco años allí, regresó en 2015 a Sevilla, donde se ocupa junto a su hermana Sol de la gestión del hotel Las Casas de la Judería. También inauguró recientemente un centro de yoga en la capital andaluza con el que está muy ilusionada.
Con su romántico “sí, quiero”, la pareja suma otro sueño cumplido en su historia de amor, tras bautizar el año pasado a su primer hijo, el pequeño Galateo, quien recibió las aguas bautismales en Padua, en Italia, cerca de Venecia.