La canción que este año representa a España en el festival de Eurovisión ha causado un sinfín de comentarios desde que fue elegida en el Benidorm Fest. Zorra, el título con el que Nebulossa subirá al escenario de Malmö, ha generado controversia por el mensaje que transmite, que quizá no se entienda en Europa a juicio de algunos críticos. El conjunto español asegura que su intención es presentar un tema que transmita empoderamiento y libertad, y que además no les importa la posición en la que queden. No han sido ellos los únicos artistas cuestionados en su carrera eurovisiva en representación de España pues hay otros nombres que, por su puesta en escena o sus canciones, también han desatado la controversia. ¿Los recordamos?
Era el año 1983 cuando Remedios Amaya se subió al escenario del pabellón deportivo de Rudi-Sedlmayer-Halle, ahora conocido como Audi Dome, en Munich (Alemania). La artista decidió no ponerse zapatos y mostrar así un estilismo natural y espontáneo mientras entonaba ¿Quién maneja mi barca?, un tema flamenco con tintes psicodélicos compuesto por los hermanos José Miguel Évora e Isidro Muñoz. No hay quien no conozca la letra o el baile, con ese meneo de manos y bamboleo que no le dio a España ni un punto. Una injusticia porque la intérprete se entregó en escena y desde luego la canción es de las más pegadizas que ha ido al festival.
En el caso de Lydia, que fue a Eurovisión en 1999 con No quiero escuchar, las críticas no fueron a causa de la canción. Fue su vestuario el que sorprendió, y mucho, a los eurofans españoles que ya solo veían en escena el traje multicolor de Agatha Ruiz de la Prada y no se fijaron apenas en la canción. La intérprete quedó en el último puesto en las votaciones.
Merecería unos cuantos párrafos porque El Chiki-Chiki, de Rodolfo Chikilicuatre, sin duda hizo historia. Si es de la buena o la mala es cuestionable, seguro que piensan muchos. La página Forocoches recogió el guante lanzado por el programa de televisión de Buenafuente y, en un año en el que el representante español para Eurovisión se escogió por votación popular, encumbraron al actor David Fernández y sus bailarinas. La canción era una sucesión de bromas, aderezadas con un baile divertido y pegadizo que trataba de hacer una parodia del certamen, pero no parecía desentonar en una edición eurovisiva en la que hubo actuaciones igual de esperpenticas. El show quedó en un nada despreciable puesto 18, el cuarto mejor resultado de España en los últimos 20 años, aunque entonces, claro, no se tuvo en cuenta el 3 lugar obtenido por Chanel en 2022.
Dos años después, en 2010, Daniel Diges se fue a Eurovisión con Algo pequeñito. En su caso, aunque el tema no fue tan aplaudido, ya se sabe que en cuestión de gustos siempre los hay de todo tipo, la puesta en escena, con un espectáculo de estética de cuentos infantiles mezclado con el circo, prometía. La mala suerte quiso que en esa edición el espontáneo Jimmy Jump, acostumbrado a aparecer en todo tipo de espectáculos, se decidiera a “reventar” la actuación española. Saltó al escenario justo cuando Daniel estaba en medio de la actuación. El desconcierto fue mayúsculo e incluso uno de los bailarines, que interpretaba al soldadito de plomo le amenazó con su espada de juguete. España tuvo que repetir el número. Desde luego fue algo inolvidable.
Igual que el desafine y la actitud poco acertada de Manel Navarro. El joven artista, que fue seleccionado por un jurado profesional, se enfrentó a las acusaciones de favoritismo desde el principio. No ayudó seguro eso a sus nervios cuando cantó Do It for Your Lover en 2017. El artista, que ya demostró que no soportaba las críticas negativas haciendo un gesto poco apropiado, tuvo un desafine muy llamativo en medio de la canción. El "gallo" fue de lo más comentado del festival y los detractores de la candidatura española repitieron eso de "ya te lo dije", seguro, más de una vez.
A la lista de temas cuestionados hay que sumar Say Yay de Barei. En este caso se habló mucho del idioma escogido pues, no ha sido habitual en las propuestas de España, buena parte del tema está en inglés. El baile, la puesta en escena, el estilismo desenfadado de la artista y su energía no fueron suficientes para ocupar los primeros puestos. Se nos resiste el podium aunque hace dos años lo conseguimos con el "chanelazo" y SloMo.