Rafa Nadal ya se prepara para su tercer partido en el Mutua Madrid Open. Tras vencer a Álex de Miñanur, el tenista de Manacor se tiene que enfrentar este lunes a Pedro Cachín. El deportista argentino, de 29 años, está muy ligado a España y ocupa el puesto 91º en el ranking ATP. A continuación, hacemos un repaso de cómo es su vida dentro y fuera de las pistas.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
El primer entrenador a nivel profesional que tuvo Pedro Cachín fue Álex Corretja, con el que sigue manteniendo un vínculo muy estrecho. “Le veo con 19 años y su padre me pregunta si tiene posibilidades. Yo le digo que sí, pero que se tiene que quedar aquí. Desde hace seis años, ya no entro en lo que decide o no de tenis, pero sí nos vemos porque es casi uno más de la familia”, ha explicado la pareja de Martina Klein en La Razón.
Guiándose por los consejos de Corretja, en 2014 el tenista hizo las maletas y dijo adiós a su argentina natal, concretamente es original de la localidad de Bell Ville, para instalarse en Barcelona. En la ciudad condal ha formado un bonito hogar junto a su novia Paula Lizariturry, una joven licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas que trabaja como Digital Content Manager en la empresa de moda sostenible Amt.
Tal y como se puede comprobar en los perfiles públicos de Paula, ella suele viajar con su chico (de París a Nueva York pasando por Australia) convirtiéndose en su talismán de la suerte y dándole ánimo y apoyo desde las gradas. El otro compañero inseparable de Pedro es su fiel perrito Tango, un simpático bulldog francés blanco y negro. “Comer todo lo posible, beber mate, estar en mi casa relajado con mi familia, mi novia y mi perro”, detalló el deportista sobre su día perfecto.
Precisamente, el animal acaparó un gran protagonismo en la final del torneo de Gstaad (Suiza) en julio de 2023. Pedro se alzó en esta competición con su primer título ATP tras vencer a Albert Ramos Viñolas y lo celebró por todo lo alto junto a su mascota, su novia y su hermana mayor Catalina, que se dedica a la medicina general. Quienes no estuvieron presentes en esa jovial jornada fueron los padres de Pedro: Pedro Pablo, trabajador en la industria de la telefonía; y Graciela, pediatra.
De Laura Escanes a Tania Llasera, todos vibran con la victoria de Alcaraz en el Mutua Madrid Open
Sin embargo, el tenista quiso hacerles un pequeño homenaje porque ellos fueron uno de sus pilares fundamentales en su época más delicada, marcada por una mala racha de derrotas y una fractura de las vértebras de la parte superior de la espalda en 2016. “Gracias a los que cuando la cosa se puso oscura fueron la luz para seguir en este largo camino. A mi familia, que lograron sobreponer los valores ante todo, más allá del resultado. No puedo estar más agradecido”.
Aunque el tenis es su mayor pasión y su forma de ganarse la vida, Pedro tiene otras aficiones más allá de la raqueta. La primera también está relacionada con el mundo del deporte porque le gusta mucho el fútbol, disciplina a la que jugó hasta los 12 años, y es un gran fan de Leo Messi. Además, ha confesado que le encanta ponerse entre fogones y hacer todo tipo de recetas, si bien es cierto que su plato favorito es el tradicional asado argentino.