El 17 de agosto fue la primera vez que Silvia Bronchalo aterrizó en Tailandia, diez días después de que Daniel Sancho ingresara en prisión tras confesar a la policía tailandesa haber matado y descuartizado a Edwin Arrieta. La madre de Daniel siempre ha querido mantenerse alejada del foco mediático y ha mantenido un perfil bajo y muy discreto. De hecho, han sido en escasas ocasiones cuando ha decidido hablar con los medios de comunicación que se encontraban allí.
El pasado 9 de abril comenzó el juicio de Daniel Sancho, aunque posteriormente hubo un parón por las celebraciones del año nuevo budista, que ha tenido lugar estos días en la isla de Koh Samui en Tailandia. Esta semana se ha reanudado el juicio, y hemos podido ver a su madre acudiendo a los juzgados de Koh Samui. “Prefiero ser prudente. Queda todavía la mitad del juicio, así que mejor esperar un poquito”, afirmó el pasado viernes 19 cuando un reportero de Tardear le preguntó por sus impresiones sobre la celebración del juicio de su hijo.
La prudencia de Silvia
Como se puede ver esta semana en nuestra revista, Silvia Bronchalo se encuentra muy triste, sola y cabizbaja. Aprovechando un descanso en el proceso de Daniel, la exactriz acudió a un santuario budista para hacer una ofrenda al Gran Buda, al que le ofreció flores e incienso. Silvia abandonó el templo muy afectada. Tapada con un pañuelo, con grandes gafas de sol y un pareo que ocultaba sus piernas. Además, ha encontrado en la soledad su mejor refugio. Decidió pasear por la playa, sin quitarse las gafas de sol para ocultar su mirada. Sin duda, es una madre que se enfrenta al momento más complicado de su vida, pues el futuro de su hijo está en juego.
Por otro lado, desde que aterrizó en Tailandia, ha destacado por su discreción. Poco después de conocerse la detención de su hijo declaró ante los medios: “Nadie está preparado para recibir una noticia así”. El juicio de su hijo, que podría enfrentarse a la pena de muerte o a cadena perpetua, estaba previsto para que comparezca ante el juez el 25 de abril, pero finalmente no ha sido así. Se aplaza la declaración de Daniel Sancho: la falta de aire acondicionado en la sala retrasa su declaración como acusado hasta la próxima semana. El hijo de Rodolfo Sancho se ha declarado no culpable de asesinato premeditado, pero sí reconoce haber descuartizado al médico colombiano.
“Prefiero ser prudente. Queda todavía la mitad del juicio, así que mejor esperar un poquito”, afirmó