El verano pasado Irene Urdangarin y Juan Urquijo volvieron a coincidir después de muchos años sin verse y desde entonces, están muy unidos, a pesar de la distancia (puesto que Irene continúa trabajando como cooperante en Camboya). Tal y como hemos mostrado, en exclusiva, en ¡HOLA!, han disfrutado de diferentes planes juntos: desde paseos por la capital madrileña hasta rutas en coche.
Con el comienzo del otoño, la hija pequeña de la infanta Cristina se instaló en la Zarzuela -con su abuela la Reina doña Sofía- para sacarse el carné de conducir en la autoescuela Arenal. Por aquel entonces, Juan e Irene comenzaron a hacer planes casi a diario. Uno de ellos, el que captan estas imágenes. Subidos al coche del nieto de Piru Urquijo y Teresa de Borbón y Borbón, se adentraron por las sendas del Safari Madrid en Aldea del Fresno. El parque tiene varias secciones y ellos disfrutaron del Rincón de los Mansos y los grandes herbívoros en semilibertad. Una experiencia única en la que vieron muchos animales salvajes e incluso pudieron darles alguna zanahoria para que comieran. Las fotografías demuestran la gran complicidad que hay entre ellos.
Nuevos horizontes
A mediados de enero, sus caminos se separaron por un tiempo. Irene, a sus 18 años recién cumplidos, partió a Camboya, rumbo a la ciudad de Battambag, donde las represalias del régimen de Pol Pot en 1978 y la posterior guerra, siguen arrasando a su paso. Miles de personas han muerto o tienen secuelas irreparables debido a las minas escondidas que se extienden por todo el territorio. La pobreza, la discapacidad y la falta de esperanza están a la orden del día. El misionero Enrique Figaredo -muy amigo de la familia Borbón- y su grupo de voluntarios se encargan de luchar por un futuro mejor para aquellos que lo han perdido todo. Irene quiso formar parte de este proyecto y ya lleva tres meses en el barro. Está viviendo un año sabático mientras se descubre a sí misma y decide que quiere hacer con su futuro.
Es consciente de todos los compromisos familiares que se está perdiendo por vivir esta experiencia -como el reciente enlace de José Luis Martínez-Almeida con Teresa Urquijo-, pero sabe que ahora su lugar está con los más necesitados.
Por su parte, Juan también se ha solidarizado con Asia. En 2016 estuvo en un programa de cooperación en Filipinas ayudando a familias en riesgo de exclusión. Actualmente, a sus 25 años, con su título de Ingeniero Agrónomo finalizado desde hace un tiempo, lleva tres años trabajando centrado en el campo.
Sus vidas son muy distintas, pero eso no ha debilitado su ilusión. Los jóvenes tienen muchas cosas en común: desde su parentesco familiar, la estrecha amistad de sus madres o su pasión por el mundo de la cooperación. Además, comparten hobbies como la lectura, el cine o la música, y son aficionados a la hípica, el esquí, el tenis y a viajar por el mundo.