Olimpia Báez, nieta de la gran empresaria Carolina Herrera e hija de la directora creativa de perfumes de The House of Herrera Fragances (del grupo Puig), ha decidido finalmente seguir los pasos de su abuela y de su madre en la industria de la moda.
Lo descubrimos la pasada semana cuando nos hicimos eco del acto de entrega de las Medallas de Oro Mayte Spínola en el corazón de Manhattan, que coincidió con el 80º cumpleaños de su tía abuela.
Mayte, artista y mecenas, celebró su aniversario a lo grande dando todo el protagonismo a 30 personas que están ayudando a construir un mundo mejor o merecen un reconocimiento extra por su obra, entre ellas su sobrina, Carolina Adriana Herrera.
La exmujer de Litri -se separaron en 2017, después de 13 años de matrimonio- no pudo viajar a Nueva York, pero recogieron su premio su madre, la famosa diseñadora de moda, y su hija, Olimpia, que quiere seguir sus pasos.
Tras finalizar sus estudios en Madrid, Olimpia se fue a París para hacer diseño. Vivió en la ciudad del Sena dos años y este curso cambió Francia por EE. UU. En concreto por Nueva York, donde continúa con sus estudios de diseño en una famosa escuela de moda. Según su entorno, le apasiona Manhattan, quiere tener un título de prestigio, y, además, es la ciudad donde vive su abuela, a la que está muy unida.
Los dos abuelos maternos (Carolina y su marido, Reinaldo) se volvieron todavía más importantes en su vida, después de perder a sus abuelos paternos. El 18 mayo de 2022, moría Miguel Báez Espuny; y, el 6 de junio, con dos semanas de diferencia, fallecía su esposa, Conchita Spínola, de un paro cardíaco, a los 71 años. Un triste final que nadie esperaba y que dejó a su familia desolada.
Entre ellos, su querida Olimpia, la mayor de sus tres nietos, quien, en su funeral, celebrado en Azuaga, Badajoz, le dedicaba emotivas palabras con las que hizo llorar a todos los presentesporque nunca imaginó que “tendría que despedirse de esa manera”. Recordó cómo tras la muerte de su abuelo le había prometido “entre lágrimas, que te cuidaría, estar ahí́, como tú lo habías estado durante toda mi vida, le dijo “te quiero”, le dio las gracias por todo y se deshizo en halagos hacia ella calificándola de segunda madre, una amiga y una abuela ejemplar a la que sin lugar a duda iba “a echar muchísimo de menos” porque era su refugio en la tormenta su hombro para llorar cuando algo iba mal.
La definió como la mujer protectora y el escudo de la familia, y dijo sentirse segura, a pesar del inmenso vacío que había dejado, “porque siempre estarás protegiéndonos, aunque sea desde ahí́ arriba”. Finalmente, se despedía haciendo suyas las palabras de San Agustín: “la muerte no es nada, solo te has ido a la habitación de al lado. Te llamaremos por tu nombre, te hablaremos como siempre y nos reiremos de lo mismo que nos hacía reír juntos”.
La futura diseñadora, que cumplió 19 años en marzo y siempre llevó una vida alejada del foco mediático en Madrid, tiene dos hermanos, Miguel (19) y Atalanta (17) y muy buena relación con sus padres y sus parejas. Su padre, Miguel Báez se casó con Casilda Ybarra, en mayo de 2022; y su madre, Carolina, diseñadora venezolana, ha rehecho su vida junto al inversor portugués Pedro de Noronha.
De su aficiones y vida privada nada se sabe, aunque si trascendió que es muy amiga de Stella, la menor de las hijas de Luis Figo y Helene Svedin.
Olimpia ha cambiado España por EE. UU. porque está decidida a seguir la estirpe. Será la tercera generación de una saga que ha hecho historia en la moda y, en el futuro, llevará la batuta de la dinastía.