Acaba de cumplir 30 años y tiene a sus espaldas una trayectoria que comenzó cuando apenas contaba siete. La actriz Dakota Fanning alcanzó la fama y enamoró como la niña de América en la película Yo soy Sam (2001), en la que compartía cartel con Sean Penn y Michelle Pfeiffer. Fue solo el inicio de una carrera que la uniría luego a nombres tan importantes de la industria como Charlize Theron (Atrapada, 2001), Robert De Niro (El escondite, 2005) y Glenn Close (Nueve vidas, 2005), entre muchos. Uno de sus proyectos, tenía entonces Dakota 11 años, fue La guerra de los mundos (2005), una cinta dirigida por Steven Spielberg y protagonizada por Tom Cruise, que fue el inicio de una curiosa tradición que ahora ha desvelado la artista.
El trabajo con Tom Cruise, que interpretaba a su padre en la cinta, fue el inicio de una amistad entre ambos actores que ha continuado a lo largo de los años. Dakota lo ha compartido durante la promoción de su nuevo proyecto, la serie de Netflix Ripley, que está basada en las novelas de Patricia Highsmith. Su compañero Andrew Scott le preguntó quién le había comprado su primer teléfono móvil (en una conversación para Harper’s Bazaar) y ella respondió que había sido Tom, que se lo había regalado por su cumpleaños. "Tengo que nombrar a un icono de Hollywood… Tom Cruise. Estaba tan emocionada, aunque no tenía a nadie a quien llamar ni enviar mensajes en aquel momento, ¿sabes? Tenía 11 años, pero me encantó tenerlo".
Un detalle que no paró en aquella ocasión pues los regalos siguieron. "Tom me envía un regalo todos los años, y lo ha hecho desde aquel cumpleaños" explicó. Ya en una ocasión había revelado que aunque no se ven a menudo en persona, el intérprete seguía teniendo estos detalles con ella. No es el único porque el director Steven Spielberg también quiso regalarle a Fanning algo especial por su 21 cumpleaños, concretamente un viaje a Las Vegas para que lo celebrara.
La generosidad de Tom Cruise no se ha limitado a Dakota pues otra de las actrices que trabajó con Cruise, Kirsten Dunst (Entrevista con el vampiro, 1994), ha contado también que tiene un cariñoso detalle con ella. "Me regala un pastel cada Navidad. En mi casa la llamamos tarta Cruise. Es como un pastel de coco. Es el mejor pastel de coco que he probado en mi vida. Es muy bueno y sí, lo recibimos cada Navidad. Como toda nuestra familia, el pastel de Cruise está siempre ahí, es algo importante. Esa noche pensamos 'gracias, Tom'. Me encanta".
El artista es conocido por su buena relación con sus compañeros de reparto a los que no duda en agasajar con algunas sorpresas. En el caso de la última entrega de la saga Misión Imposible, varios actores revelaron que el actor les había regalado clases de paracaidismo, submarinismo con tiburones y, claro, las ricas tartas de coco.