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Cuando Inés de Cominges regresa ‘a casa’ unos días, mantiene intacto el estilo que la ha convertido en todo un icono en París pero se olvida un poco de su sofisticada vida en la capital francesa (donde reside con su marido, François du Chastel, y sus dos hijos en común, Gaston y Casimir, de tres y un año). Allí, además de dedicarse a promocionar la firma de calzado de su marido, Chatelles, en la que está a punto de presentar su primera colección de tacones con accesorios joya como diseñadora, es la invitada imprescindible en los eventos más exclusivos y forma parte de la pandilla más buscada del momento, junto a María de la Orden o Tatiana de Nicolay. La cocina la pisa más bien poco... pero eso no quita que disfrute de la buena mesa de vez en cuando.
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-Me decías que no tienes demasiado interés por la cocina...
-Pues no, porque no tengo mano… En mi casa, mi madre no ha cocinado jamás, así que es algo que no nos ha transmitido, y pienso que, para decir ‘me gusta cocinar’, hay que hacerlo bien, tener interés ¡y tiempo!
-¿Tienes alguna anécdota de la infancia relacionada?
-A mi madre no le gustaba que entrásemos en las cocinas, pero, de pequeños, alguna vez nos poníamos todos los hermanos a hacer churros, ¡y te puedes imaginar el circo!
-¿Cuál dirías que ha sido la experiencia gastro de tu vida?
-Sin duda, la comida india, aunque no soy la más fan de la comida picante… Pero me casé allí y optamos por un menú local. ¡A los invitados les volvió locos!
-¿Por qué has elegido estos dos platos?
-Al ser medio asturiana, no podía no hablar de unas fabes. En este caso, elegí la versión de verdinas con almejas, mis preferidas. Me gustan porque, una vez que aprendes, ya lo puedes hacer sin pensar. Parecen complicadas, pero no. Y la tarta de queso es muy del norte… Algo fresquito para terminar.
Sus favoritos
- Un pecado dulce: Las moscovitas de Rialto.
- Mejor Plan gastro: Reunirme con mis amigas en casa de alguna en torno a una mesa preciosa.
- Dos recetas sanas: ¿Cuenta un yogur como receta? (Risas). Si no, ensalada de quinoa y pechuga a la plancha.
- Comida favorita del día: Aunque no es lo ideal... ¡la cena!
Verdinas con almejas
Tiempo de preparación: 80 min.
Ingredientes (para 4 personas):
- 500 g de verdinas
- 500 g de almejas
- 1 pimiento rojo y 1 verde cortados en tiras
- 1 cebolla grande u 2 dientes de ajo
- 2 zanahorias u 2 tomates maduros pelados
- 1 hoja de laurel
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- ½ taza de vino blanco
- 4 tazas de caldo de pescado
- aceite de oliva
- sal y pimienta al gusto u perejil para decorar
Elaboración
- Remoja las verdinas en agua fría durante al menos 8 horas.
- Luego, escúrrelas y enjuágalas.
- En una olla grande, calienta un poco de aceite de oliva a fuego medio.
- Agrega la cebolla, el ajo y las zanahorias picados, y cocina hasta que estén tiernos y ligeramente dorados.
- Añade los tomates también picados y la hoja de laurel, y cocina unos minutos más.
- Agrega el pimentón y mezcla bien para que se integre con los demás ingredientes.
- Añade las verdinas y mézclalas con las verduras.
- Vierte el vino blanco y deja que se evapore durante unos minutos.
- Agrega el caldo de pescado, lo suficiente para cubrir las alubias.
- Lleva a ebullición, luego reduce el fuego a media potencia y cocina durante aproximadamente 1 hora, o hasta que las alubias estén tiernas y hayan absorbido parte del caldo.
- Mientras tanto, limpia bien las almejas en agua fría para eliminar la arena o suciedad.
- En una sartén aparte, calienta un poco de aceite de oliva.
- Cocina las almejas hasta que se abran.
- Retíralas de la sartén y reserva.
- Una vez que las alubias estén tiernas, agrega las almejas a la olla y cocina por unos minutos más para que los sabores se mezclen.
- Ajusta con sal y pimienta al gusto.
- Emplata las verdinas con almejas y espolvorea perejil fresco picado.
Las ‘primas’ de las famosas fabes, de piel más fina y sabor más delicado, suelen cocinarse con marisco
Tarta de queso asturiano
Tiempo de preparación: 90 min.
Ingredientes (para 4 personas):
- 300 g de queso asturiano de preferencia
- 400 g de leche condensada
- 100 g de azúcar
- 600 g de leche evaporada
- 50 g de Maicena u 3 huevos
Para la base
- 200 g de galletas tipo María o Digestive
- 80 g de mantequilla fundida.
Elaboración
- Precalienta el horno a 180º.
- Forra la base de un molde desmontable con papel de horno
- Tritura las galletas con la mantequilla fundida y coloca la mezcla en la base del molde
- En un bol, bate los huevos con el azúcar. Añade la leche condensada y la evaporada
- Bate bien
- Añade la Maicena disuelta en un poquito de agua o leche
- Por último, desmenuza el queso sobre la mezcla y bate bien.
- Vierte la mezcla en el molde y hornea a 160 º unos 60-70 minutos, o hasta que la superficie esté más o menos firme, según el gusto de cada cual.
- Apaga el horno y deja que enfríe dentro lentamente.
- Lo ideal es consumirla al día siguiente, tras haber reposado los sabores.
Puedes optar por algún queso ahumado local o por el famoso Afuega’l pitu, que no te dejará indiferente