Arantxa del Sol fue expulsada de Supervivientes la semana pasada, pero continúa en playa Limbo tras haber recibido el apoyo de la audiencia, que decidió que se marchara Laura M. Flores en su lugar. Aunque en esta zona solo comparte convivencia con Kiko Jiménez y Blanca Manchón, está encantada de seguir en el programa, donde ha recibido una inesperada sorpresa. Su marido Finito de Córdoba llegaba a la isla para darle un abrazo y ambos protagonizaban así un emocionante reencuentro. Para llegar hasta su mujer el diestro tuvo que pasar una prueba, consiguiendo una llave para abrir la jaula en la que ella esperaba con los ojos vendados.
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Al quitarse el antifaz, Arantxa abrazaba entusiasmada a su marido. "No se puede estar más bonita, qué guapa, ni el hambre te roba la belleza" comentaba él emocionando a los compañeros que les veían desde el plató. Arantxa no podía evitar las lágrimas y reconocía que se había llevado una gran alegría. "Estoy muy emocionada, esto ha sido una alegría inmensa", decía añadiendo que "es el mejor regalo" que le podían hacer. "Me dijiste ven y lo dejé todo", dijo él.
Le transmitía además lo bien que estaba haciendo el concurso y el apoyo que tenía desde fuera, sin darle muchos detalles eso sí. "No te puedes imaginar cómo está todo el mundo. Esta es la sonrisa que todos queremos ver" le decía a su mujer. Comentó además que se la estaba viendo como es ella, natural y poco amiga de involucrarse en conflictos. Desde plató, su hija Lucía se emocionaba también y reconocía lo orgullosa que está de su familia. "Qué suerte tengo de tener una familia unida, unos padres que se admiran, que se quieren y que se apoyan todos los días".
El diestro tuvo la oportunidad de conocer a los concursantes que están en playa Limbo, incluida Laura a la que saludó antes de que fuera expulsada por la audiencia, y escuchar la propuesta de la organización para ser concursante en la próxima edición. "Déjame que me lo piense" comentó con simpatía. Fue sin duda una noche de emociones pues Laura se marchó también muy conmovida. "Esta experiencia ya la he vivido y ya me toca volverme con mis hijos, no podía más de no saber nada de ellos. Estoy feliz de haber vivido esta experiencia de esta manera, totalmente diferente de la primera" reconocía la colaboradora recordando su paso por el reality en 2017. Abrazó con cariño a sus compañeros, incluido a Kiko Jiménez, con quien ha tenido sus diferencias durante la convivencia.
Playa Limbo recibió además la visita de Miri y Rubén Torres que, como líderes de equipo, tuvieron la oportunidad de descubrir el gran secreto de la edición.