Una inesperada forma de mejorar el sabor del vino y el whisky para envejecerlo es hundirlo en el fondo del mar. Esto ya se hace en España con algunos vinos y, ahora, la empresa japonesa Hokkaido Haiyo Matsuri ha creado unas bodegas submarinas y afirma que los sonidos de diversas frecuencias generados por el paso de los barcos y por el viento, así como las diminutas vibraciones provocadas por las olas naturales generadas por el mar, actúan sobre las moléculas de alcohol y agua del interior de la botella “provocando cambios en el aroma y el sabor”. Además, debido a que el movimiento de las olas en cada zona del mar es diferente, aseguran que cada mar crea sabores y aromas diferentes del mismo tipo de alcohol.

La industria de la música también puede ser ecológica y biodegradable

Los discos de vinilo nunca han llegado a desaparecer, es más, están de moda y son un objeto de deseo tanto de coleccionistas como de aficionados a la música. Pensando en cuidar el planeta, la empresa británica Evolution Music ha desarrollado una alternativa a los discos de vinilo de PVC que ha llamado Evovinyl , elaborado principalmente a partir de caña de azúcar, aglutinantes minerales naturales y colorantes, que necesita la mitad de energía para su prensado y que puede reciclarse o descomponerse en una instalación de compostaje industrial. Un gran avance pensando en el futuro.

Un verdadero reloj galáctico, que cuesta más de un millón de euros

No hay dos iguales y es, sin duda, un reloj que ha llegado de otro planeta. A simple vista parece que está tallado en una piedra cualquiera, pero se trata de un fragmento de meteorito que cayó en Argentina y sobre el que la relojería GRECO-Genève, cuya sede se encuentra en Suiza, ha incrustado un reloj. Está adornado, además, con un bisel de oro blanco y tiene grabados de jeroglíficos con los que han querido rendir homenaje a la primera película de Predator. Este singular modelo ha salido al mercado con un precio astronómico de 1,24 millones de euros.

Auténticas joyas del reciclaje: una segunda vida muy ‘cool’ para los plásticos

Disminuir los residuos que dejamos en la naturaleza es uno de los grandes retos de nuestra era y poco a poco van surgiendo iniciativas para reducir el consumo de plásticos y darles una segunda vida a los ya existentes. Una original idea es la de Cid Dwyer, un joven australiano de 26 años que, en el garaje de su casa, ha ideado una maquinaria con la que transforma tapones de botellas y envases en joyas y elementos decorativos para el hogar. Comenzó con su proyecto el año pasado y ya ha reciclado varios kilos de plásticos y vende sus creaciones a través de internet.