El fichaje de Alessandro Michele por Valentino ha sido un auténtico tsunami —mediático y emocional— en el mundo de la moda. Aunque los cambios de los directores artísticos son algo habitual en la industria, especialmente en la división del lujo, la incorporación de Michele a la firma que Valentino Garavani fundó en Roma en 1960 supone el comienzo de una nueva era en la histórica casa. Literalmente.
El adiós de Pierpaolo Piccioli, uno de los creativos más poéticos y refinados del panorama internacional, después de 25 años al frente de la maison, expresado mediante un comunicado lleno de lirismo, pero vacío de “razones”, cayó como un rayo entre los insiders y abrió la brecha de la incertidumbre: ¿Quién llenaría el vacío que dejaba el romano que conquistó a la crítica y hechizó a las estrellas más importantes del mundo —incluida la poderosa zarina de la moda, Marta Ortega— durante su largo y exquisito reinado en la casa italiana?
Tras unas semanas de rumores y duelo —muchos lamentan la marcha de Piccioli—, la confirmación del nombramiento de Alessandro Michele llegó con un redoble de tambores, no es para menos, el pasado 28 de marzo. “Es un gran honor para mí ser recibido en la Maison Valentino —declaró Michele en la nota de prensa oficial—. Siento la inmensa alegría y la enorme responsabilidad de entrar en una Maison de Couture que ha grabado la palabra ‘belleza’ en una historia colectiva hecha de refinamiento y extrema gracia. Mi primer pensamiento se dirige a esta historia: a la riqueza de su patrimonio cultural y simbólico, a la sensación de asombro que constantemente ha sabido generar, a la preciosa identidad que le dieron sus padres fundadores, Valentino Garavani y Giancarlo Giammetti, con amor desenfrenado. Son referencias que siempre han representado para mí una fuente de inspiración indispensable y a las que pretendo rendir homenaje releyéndolas a través de mi visión creativa”.
Una visión que le llevó a convertir Gucci en la marca italiana más deseada durante sus años al frente de la insignia florentina. No todos pueden decir que han recibido la bendición del mismísimo Valentino. “¡Es un honor dar la bienvenida a Alessandro Michele al mundo de Valentino! —escribió el emperador de la moda—.
“Un mundo en el que la creatividad y la elegancia siempre han sido valores de inspiración para nosotros. Giancarlo Giammetti y yo estamos convencidos de que su visión, sensibilidad y talento enriquecerán aún más nuestro universo de estilo y belleza”. Giammetti también expresó su aprobación en las redes sociales. No sin dar las gracias, una vez más, a Pierpaolo Piccioli : “Dos gigantes de la moda —publicó en Instagram en alusión al diseñador saliente y al entrante—, dos personas enamoradas de la belleza, el refinamiento y la cultura. Hoy tengo el privilegio de agradecer a Pierpaolo, por la increíble belleza que transmitió, y de dar la bienvenida a Alessandro, cuyo talento creará nuevas emociones”.