Ha pasado un año desde que Felipe de Marichalar tomó la decisión de dar un nuevo rumbo a su vida lejos de España. En febrero de 2023, el hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar hacía las maletas para instalarse en Abu Dabi e iniciar su camino laboral, cerca de su abuelo, el rey Juan Carlos , quien llegó al Golfo Pérsico tres años antes que él.
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Don Juan Carlos ha sido y sigue siendo una enorme influencia para él en todos los sentidos. Por eso, como el propio Felipe reconocía a los medios de comunicación hace un mes -en un viaje exprés a Madrid-, “es feliz” a su lado.
Al principio, vivían juntos. Ahora, Felipe reside solo en un apartamento pequeño -que le ayudó a decorar su madre-, pero siguen encontrando tiempo para verse y hacer planes. Sin ir más lejos, el pasado mes de marzo, pudimos verlos disfrutando del comienzo de la temporada de la Fórmula 1 en Baréin; y la última imagen de los dos, que publicamos esta semana en ¡HOLA!, muestra que, siguiendo la tradición de años anteriores, asistieron a la Misa de Pascua de Resurrección en la Abrahamic Family House, un complejo interreligioso que reúne una iglesia, una mezquita y una sinagoga, con la infanta Elena.
El sobrino del rey Felipe VI ya se ha adaptado a la perfección a la vida en los Emiratos Árabes Unidos y ha cambiado mucho sus rutinas. Sigue nuevos y saludables hábitos alimenticios -está visiblemente más delgado-, y, aunque nunca fue muy deportista, está entrenando.
Según hemos podido conocer, va al gimnasio, juega mucho a pádel -le encanta desde que era pequeño, de hecho, una de sus primeras apariciones públicas en Abu Dabi fue en las gradas del torneo WPT Modon Abu Dhabi Padel Master- y practica kitesurf. También en esto se nota la influencia de don Juan Carlos, que es un apasionado del deporte.
La infanta Elena está encantada con el paso que dio su hijo. Lo echa de menos, pero está contenta al ver que ha encontrado un lugar en el mundo donde poder trabajar, vivir y divertirse sin ser cuestionado en cada paso. Por primera vez en años tiene libertad, privacidad… Felipe, que cumplirá el próximo julio 26 años, ha madurado muchísimo. De ahí que no quiera volver a España de momento.
En junio termina su contrato, en la COP28 (la 28ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático) y la idea es, después de las vacaciones, retomar estudios y empezar en un nuevo empleo.