Este sábado 6 de abril, Madrid acogerá, en otra cita para la historia, la primera gran boda del año y la más esperada de la primavera. Teresa Urquijo Moreno se casa con José Luis Martínez-Almeida. Tras once meses de relación, no pueden estar más ilusionados. En plena cuenta atrás, los novios ultiman los preparativos del enlace, que se desarrollará en dos escenarios.
La ceremonia religiosa tendrá lugar a las 12 del mediodía en la parroquia de San Francisco de Borja, en pleno corazón del barrio de Salamanca; y el almuerzo nupcial, en la casa familiar. Los novios han elegido esta iglesia, presidida por una imagen de la Inmaculada y de San Ignacio, y de estilo barroco jesuítico. José Luis Martínez Almeida hará historia, al ser el primer alcalde de Madrid en casarse durante el ejercicio de su cargo. Los padrinos serán el padre de la novia, Lucas Urquijo y Fernández de Araoz, que vestirá chaqué, y la hermana mayor del novio, Casilda, al haber fallecido su madre, Ángela de Navasqüés, en 2019. Y aunque no ha trascendido la cifra oficial de invitados, todo apunta a que les acompañarán cerca de 400 personas. La Familia Real ha sido invitada, como una amplia lista de nobles, empresarios, políticos y deportistas.
Un vestido con mucha historia
José Luis llevará un traje gris con chaleco de Fernández Prats. Una sastrería en la que se trabaja con la “buena hechura de los ingleses y la modernidad de los italianos”, y tarda en confeccionar un traje alrededor de 60 horas. Y Teresa dará continuidad a la tradición familiar que inició su madre, Beatriz Moreno de Borbón-Dos Sicilias, cuando se casó en junio de 1995, llevando el mismo vestido que estrenó su madre, Teresa de Borbón-Dos Sicilias, el 16 de abril de 1961.
El traje, realizado por Pedro Rodríguez, fue adaptado para Beatriz por Eduardo Ladrón de Guevara, y ahora, cincuenta años después de su creación, ha sido el atelier de Navascués, en colaboración con Cristina Martínez-Pardo Cobián, el encargado de rediseñar un nuevo modelo nupcial con la misma tela. Su forma original, con escote barco, cintura marcada y falda de gran volumen, no se ajustaba ni a la figura de la novia ni a la moda actual, y se decidió rehacerlo entero aprovechando el maravilloso tejido: un lamé bordado en plata.
Al igual que su abuela y su madre, el vestido de Teresa llevará cola y velo de tul ilusión, que sujetará con una joya familiar. En cuanto al ramo, que será sencillo, y la decoración de los escenarios, la novia ha dejado todo en manos de Flores Aquilea, propiedad de las hermanas Barreiros.