La princesa Leonor vuela sola por primera vez. Tal y como desvelamos este miércoles, en ¡HOLA!, tras asistir junto a sus padres y su hermana, la infanta Sofía, a la procesión del Encuentro en Madrid, la Princesa de Asturias tenía un plan desconocido: viajar a Nueva York. Una escapada en la que podría reencontrarse con uno de sus mejores amigos, Gabriel Giacomelli, que vive en Manhattan, a orillas del río Hudson, y estudia en la Universidad de Nueva York.
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Cuando cursaban Bachillerato Internacional en Gales se les etiquetó como novios, pero la realidad es que, según confirman a ¡HOLA! fuentes de toda solvencia, nunca lo fueron. Por ello, y sin género de dudas, nos encontramos en disposición de desmentir rotundamente que la hija de los Reyes haya mantenido o mantenga una relación sentimental con este compañero de sus años de internado.
Amigos de verdad
Cierto es que la princesa lo invitó a España en unas vacaciones de Semana Santa, que le presentó a su familia e incluso acudieron juntos al 70 cumpleaños de Paloma Rocasolano, y también es verdad que se llevan de maravilla, pero nunca hubo nada más entre ellos que una gran amistad. Y así siguen.
Gab, pues así le llaman en su entorno, es un poco más mayor que la princesa de Asturias (nació también en 2005) y es originario de São Paulo, aunque desde niño reside en Manhattan. Su padre es un reconocido financiero que trabaja para uno de los bancos alemanes más importantes, Deutsche Bank Securities, y es director de investigación de mercados emergentes. Y su madre, es directiva de una firma de marketing y comunicación.
Leonor y Gabriel se graduaron a la vez en UWC Atlantic College, el pasado 20 de mayo de 2023, y, desde entonces no es seguro que se hayan vuelto a ver, pero sí que están en contacto.
El círculo de la princesa se ha triplicado en los últimos tres años, aunque fue su tiempo en Gran Bretaña el que la ha llevado a crear lazos con estudiantes de medio mundo. Ahora tiene amigos salpicados por Europa, Estados Unidos, Sudamérica. Una lista de jóvenes anónimos que se unen a su pandilla del colegio y a la militar, con la que siempre está deseando hacer planes por Zaragoza: irse de tapas, a cenar una hamburguesa o a bailar, que le encanta.