Eugenio se fue demasiado pronto. Tenía 59 años cuando en 2001 falleció de un ataque al corazón después de alcanzar la gloria con su inconfundible estilo para contar los chistes y marcado por la prematura muerte de su mujer Conchita Alcaide a los 40 años. Su historia juntos ha sido contada en el cine por David Trueba en Saben Aquell, todo un homenaje a su figura -incomprensible sin la de ella- que finaliza con la triste muerte de su esposa. La nueva etapa que comenzó pocos años después tiene como protagonista a otra Conchita, en este caso Ruiz, que ha tomado la palabra para contar cómo fue su vida junto a él.
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Tras enviudar, Eugenio se sumió en una profunda tristeza que, en realidad, arrastró de por vida, según ha contado su hijo mayor en alguna ocasión. Pero si alguien logró aportar algo de luz en su vida fue, como decíamos, otra Conchita, también andaluza, de la que se enamoró en un bingo. "Me dijo que si le daba tres bingos seguidos se casaba conmigo y comencé a dárselos", ha contado en Y ahora Sonsoles. Se lanzó a la piscina a sabiendas de que su primera mujer lo había sido todo para él y eso no supuso ningún problema: "
Conchita Ruiz, valiente, decidió apostar por una vida en común con el cómico, que vivía entonces su mejor momento profesional. Formaron una familia junto a los dos hijos de Eugenio y el hijo que ella tenía de una relación previa, pero nunca llegaron a casarse. No fue fácil. Conchita asegura que el era un hombre "peculiar", pero "un buen hombre" con el que fue feliz muchos años, y con el que tuvo otro hijo, Eugeni, un niño "muy deseado".
Tras el nacimiento del benjamín, ella dejó de ir a sus actuaciones y él comenzó a rodearse de gente poco recomendable, a juicio de su pareja. La situación se volvió insostenible y Conchita se fue de casa con sus hijos: "El amor se fue y nunca me dijo que me fuera, pero sí que me ponía las maletas en la puerta, cómo quien dice". Los últimos años de su vida no fueron fáciles para Eugenio que tras separarse, comenzó una relación con Isabel Soto con la que se casó en 1997, año en el fue diagnostiado de cáncer. Este 'sí, quiero', dolió a Conchita que, no obstante, rechaza hablar sobre la última esposa del cómico, tal y como acordó con sus hijos.
En la actualidad mantiene una excelente relación con los dos hijos mayores de Eugenio, como prueba el mensaje que le envió Gerard antes de comenzar su entrevista y que Sonsoles Ónega leyó en directo: "Te deseo lo mejor esta tarde con Sonsoles, que te luzcas con la elegancia que tienes, sobre todo sin hablar mal de nadie. A Isabel, ni mencionarla". Si algo les une es el deseo de rendir homenaje a un hombre que es historia del humor en España. Ha habido luces y sombras en su vida, pero Conchita Ruiz si tiene que eligir, lo tiene claro: se queda "con todo".