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Después de tres años de ausencia, la reina Sofía y la infanta Cristina han acudido este Viernes Santo a la procesión del Cristo de los Alabarderos en Madrid. Acompañadas por Irene de Grecia, la madre de Felipe VI ha recibido la medalla de la popular cofradía durante un acto celebrado en el Palacio Real que nos ha dejado un sinfín de detalles. Como se aprecia en la imagen, la hermana del monarca ayudaba a su madre a colocarse esta distinción honorífica que, durante toda la tarde, la agasajada luciría con mucho orgullo.
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Nada más llegar, las tres ilustres invitadas han accedido a la capilla y allí saludaban tanto a los cofrades como a las distintas autoridades civiles y religiosas que se han dado cita en el histórico y monumental edificio. A continuación, la Reina era nombrada 'Alabardera de Honor' por parte de la congregación mientras le entregaban el citado obsequio, cuando aparecían en escena dos medallas más -en formato reducido- que los responsables de la hermandad han entregado tanto a la infanta Cristina como a doña Irene.
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Después, a las puertas del Palacio, había tiempo para la foto de familia en un momento donde el protagonismo se lo ha llevado por completo un pequeño cofrade de corta edad, a quien la Reina y la Infanta han regalado tiernos gestos y alguna que otra carantoña. Con la infanta Elena como gran ausente, ya que esta es miembro de honor de la congregación del Cristo de los Alabarderos, su madre y su hermana menor han sido las encargadas de presidir el acto en lo que popularmente se conoce como La levantá.
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Especialmente significativa ha sido la presencia de doña Cristina, que como su progenitora y su tía ha hecho el primer tramo del recorrido de la procesión. La Infanta no participa en los actos institucionales de la Corona desde 2011, si bien el evento de este Viernes Santo se consideraba de carácter privado. En este sentido, todas sus apariciones públicas de un tiempo a esta parte se enmarcan dentro del ámbito personal y familiar, teniéndonos que remontar al año 2013 para verla por última vez en el Palacio Real (fue con motivo de un servicio religioso en homenaje a su abuelo, don Juan de Borbón).
En todo momento la infanta Cristina ha estado en todo momento muy pendiente y atenta de su madre y su tía, a la que ha ofrecido su mano para ayudarle a andar. Hay que recordar que, tal y como informó en exclusiva ¡HOLA!, Irene de Grecia, de 81 años, tiene problemas de salud- superó un cáncer hace muchos años- y aunque no hay un diagnóstico, sufre un deterioro cognitivo. Así mismo, la hermana de Felipe VI se ha mostrado muy emocionada durante la procesión y ha querido inmortalizar algunos de los pasos con la cámara de su teléfono móvil.
Al mismo tiempo, no cabe duda que doña Sofía está disfrutando de su Semana Santa más atípica, ya que mientras que en años anteriores pasaba solo estas fechas en Palma de Mallorca, esta vez ha cambiado su agenda oficial de manera notable. Primero sí estuvo como es habitual en la isla balear acudiendo a un concierto benéfico, para después trasladarse a Málaga y vivir allí 'in situ' el desembarco del Cristo de la Buena Muerte (almorzando luego en un conocido chiringuito situado a pie de playa). Posteriormente, la Reina ha regresado a Madrid para estar en una de las liturgias con más solera de la capital.
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En el momento de los discursos, el cofrade del Cristo de los Alabarderos ha recordado las más de dos décadas que tiene a sus espaldas este acontecimiento, cuyos preparativos son de al menos tres días. Tanto él como uno de los miembros de la Guardia Real, que después tomaba la palabra, han destacado también "la adhesión inquebrantable a la Corona y al Rey" que sienten todos ellos. Así, expresaban su ilusión por contar esta tarde con la presencia de miembros de la realeza, quienes les han respondido en ese instante con enorme gratitud.
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La reaparición de Simoneta Gómez-Acebo casi un mes después de la muerte de su hermano Fernando
En esta intensa jornada retransmitida en directo por Telemadrid, se ha vivido además un reencuentro muy especial con Simoneta Gómez-Acebo, quien todavía atraviesa por el duelo tras la prematura muerte de su hermano Fernando a los 49 años hace menos de un mes. La sobrina del rey Juan Carlos ha saludado cariñosamente tanto a la Reina como a su prima, la infanta Cristina, con las que ha coincidido en el evento.
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De pie y con las manos cruzadas en la primera imagen que hemos visto de ella, la prima del rey Felipe vestía con ropa oscura bajo una climatología inestable que ha marcado toda la semana a lo largo y ancho del país. La aristócrata de 55 años afrontaba sin duda un Viernes Santo de profunda emoción tras la pérdida de su ser querido hace menos de treinta días, persona a quien seguro habrá tenido en su recuerdo durante sus oraciones.
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La única hija de la infanta Pilar es una mujer de profunda fe religiosa, que siempre se ha distinguido por su gran generosidad y afecto para los más necesitados. Desde hace ya tiempo, reemplazó a su madre en diversas tareas benéficas como fue el hacerse cargo del popular rastrillo solidario Nuevo Futuro, además de ejercer como presidenta de una ONG dedicada a la atención de enfermos terminales de SIDA.
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Sobre la Real Congregación del Cristo de los Alabarderos, cuya primera noticia documental data de 1632, es una cofradía que tiene su sede canónica en la Catedral de las Fuerzas Armadas, antiguamente denominada Iglesia del Sacramento. La figura que representan en la cruz es una imagen hecha en madera de cedro brasileño en 2007 por el imaginero Felipe Torres Villarejo, bendecida en 2008, que sustituye a la anterior obra de Martínez Horche y está inspirada en las primeras tallas que tuvo la hermandad.
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El también conocido como Santísimo Cristo de la Fe sigue el modelo barroco de escuela andaluza y representa a Jesús aún con vida, con los ojos abiertos y la cabeza ladeada. Dispone de paño de pureza tallado, aunque oculto tras su faldilla de terciopelo. Realiza su estación de penitencia sobre un trono de más de una tonelada de peso, que es portado por 44 anderos que soportan 50 kilos cada uno, en una procesión que se prolonga durante cuatro horas.
Para ello fue trasladado el pasado martes desde su templo hasta el Palacio Real, y una vez allí salía por la puerta del Príncipe en la tarde de este viernes. Su recorrido, que arrancaba a las 19:00 horas, incluía las emblemáticas calles Bailén, Mayor, Sacramento, Cordón, Plaza de la Villa, Ciudad Rodrigo, la Sal, Postas, Esparteros y Puerta del Sol, para terminar de vuelta en la citada Catedral de las Fuerzas Armadas.
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Un acto al que asistía Simoneta como ha hecho en ediciones anteriores, donde entonces la vimos también acompañada de su hija María de las Mercedes. En esta ocasión, los sentimientos habrán estado a flor de piel después del prematuro fallecimiento de Fernando Gómez-Acebo el pasado 1 de marzo, a quien velaron en el Tanatorio Parcesa de la Paz de Alcobendas y después enterraron en el Cementerio Sacramental de San Isidro. Allí estuvieron para darle el último adiós sus otros hermanos Juan, Bruno y Beltrán, además de familiares como Felipe VI acompañado por la reina Letizia o la propia doña Sofía.
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La reina Sofía y la infanta Cristina disfrutan de una cena por el centro de Madrid
Tras el servicio religioso, la reina Sofía y la infanta Cristina se han trasladado a un conocido restaurante del centro de la capital de España: Casa Ciriaco. Un local situado en el número 84 de la calle Mayor que fue fundado en el año 1887. En su carta destacan platos tan castizos como la gallina a la pepitoria, los callos a la madrileña, las albóndigas de ternera y los callos con garbanzos.