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No está siendo un año fácil para Sean Combs, conocido popularmente como Puff Daddy o Diddy. En las casas que el rapero norteamericano tiene en el exclusivo barrio de Holmby Hill (Los Ángeles), en Star Island (Miami) y en Nueva York ha habido redadas policiales este lunes 25 de marzo. Los agentes federales irrumpieron armados en las viviendas, a las que accedieron por tierra con coches y camiones patrulla y también por mar en el caso de su exclusiva residencia de Florida. Estos movimientos forman parte de una investigación activa puesta en marcha a raíz de las dos demandas que han interpuesto contra el artista por tráfico sexual.
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Durante las redadas, Justin (30) y Christian (25), dos de los siete hijos del cantante, fueron fotografiados esposados en las inmediaciones de su casa de Beverly Hills. Según la primeras informaciones, los jóvenes no estaban arrestados sino únicamente retenidos mientras los agentes estaban en el interior de la propiedad buscando pruebas. En plena batida, el jet privado de Diddy fue rastreado volando desde California a Antigua, pero parece que el cantante no se trasladó al Caribe ya que esa misma tarde el rapero fue fotografiado en el aeropuerto de Opa-locka, en Miami.
Las demandas y la respuesta del rapero
Para situarnos en el inicio del proceso tenemos que remontarnos a diciembre, cuando una mujer llamada Jane Doe le acusó de trasladarla en avión desde su casa de Michigan a Nueva York como parte de una "trama de tráfico sexual". También le demandó por agresión sexual y violación en grupo. Los hechos, sostiene, ocurrieron en 2003, cuando ella tenía 17 años. Semanas después fue Rodney "Lil Rod" Jones, que trabajó con el cantante como productor y cámara, le denunció ante el tribunal federal de Nueva York alegando agresión sexual, acoso y drogadicción. Sostiene, además, que fue obligado a tener relaciones íntimas con trabajadoras sexuales.
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Estas demandas se suman a las interpuestas anteriormente por otras tres mujeres, entre ellas Cassie Ventura, modelo que estuvo saliendo con Combs entre 2007 y 2018. Tras su ruptura le acusó de violación, tráfico sexual y violencia doméstica, pero finalmente llegaron a un acuerdo. Otra mujer llamada Joi Dickerson-Neal le demandó en Nueva York por agresión sexual y difusión de vídeos como venganza en 1992 y por último Liza Gardner sostiene que una amiga y ella fueron violadas por el músico hace más de tres décadas.
Diddy, cuya fortuna está valorada en mil millones de dólares ha dicho que está siendo víctima de una "caza de brujas" y ha enviado un comunicado mediante su abogado en el que dice: "Ayer hubo un grave uso excesivo de la fuerza a nivel militar cuando se ejecutaron órdenes de allanamiento en las residencias del Sr. Combs. No hay excusa para la excesiva demostración de fuerza y hostilidad exhibida por las autoridades o la forma en que sus hijos y empleados fueron tratados. Nunca fue detenido pero habló y cooperó con las autoridades"
"Esta emboscada sin precedentes, junto con una presencia avanzada y coordinada de los medios, conduce a una prisa prematura por juzgar al seór Combs y no es más que una caza de brujas basada en acusaciones sin fundamento formuladas en juicios civiles. No se ha encontrado ninguna responsabilidad penal o civil con ninguna de estas acusaciones. El señor Combs es inocente y seguirá luchando todos los días para limpiar su nombre", finaliza el texto.