Locomía fue una de las bandas de electro-pop más exitosas de nuestro país entre finales de los años 80 y principios de los años 90, hasta que en el año 1992 el grupo se separara. Luis Font, uno de los fundadores del grupo musical ha reaparecido en el programa Socialité para confesar que está atravesando una época de problemas económicos, hasta el punto de que ha tenido que tomar la decisión de tocar en el metro de Madrid, al encontrarse sin trabajo, y poder así ganarse la vida y llegar a fin de mes.
La tragedia vuelve a sacudir al grupo Locomía con la muerte de Francesc Picas
No está dispuesto a dejar la música
El artista ha hablado en el programa de Telecinco, visiblemente emocionado, del mal momento que está atravesando: “No puedo dejar de ser quién soy. Mi esencia es esta. Soy este y siempre voy a ser este. En el metro o donde sea”. Luis no quiere dejar de lado su gran pasión, que es la música, y por eso prefirió seguir tocando en el metro de Madrid: “He descubierto un mundo que desconocía totalmente. Donde me he reencontrado con la música, con el público y he encontrado un montón de ángeles que me siguen ayudando”, explicó sin poder dejar de llorar.
“Llegué a Madrid con una mano delante y una detrás. Tuve miedo los primeros días. Tuve sensación de miedo escénico, que nunca había tenido”, ha revelado en su entrevista con Socialité sobre cómo es la sensación de que la gente le reconozca: “Me ayuda la gente pero no sólo con unas monedas. Me muestran su cariño, su admiración”, asegura el cantante.
Locomía estrena su documental cuando se cumplen cuatro años de la muerte de dos de sus miembros
Un grupo salpicado por la tragedia
A finales de los ochenta y principio de los noventa España luchaba por modernizarse, por abrirse al resto del mundo. Muy pronto llegarían los Juegos Olímpicos y la Exposición Universal, y Locomía, con su música, sus coreografías y sus abanicos, irrumpieron en la escena musical y en Televisión Española con aires de fiesta y transgresión. Tres de sus componentes, Santos Blancos Lopez, falleció en junio de 2018 a los 46 años en el más puro anonimato, y Frank Romero, que fue miembro en los últimos años del grupo, murió un mes después de su compañero en Huelva a causa de una infección bacteriana. Por último, en el año 2023, Francesc Picas, exintegrante de la banda, moría en Barcelona a los 53 años, tal y como comunicó su familia a través de redes sociales.