En solo un semana, Carlos Sainz, Jr., ha vivido las dos caras de la moneda. Literalmente, del podio al quirófano. El piloto madrileño arrancó la temporada con muy buen pie, logrando el tercer puesto en el Gran Premio de Fórmula 1 de Baréin. Días después, cuando se preparaba para competir en el circuito de Arabia Saudí, fue operado de urgencia de apendicitis.
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Aunque el corredor de Ferrari no estuvo mucho tiempo hospitalizado —de hecho, se le pudo ver caminando por el paddock junto a su padre el día de la carrera—, sí que ha tenido que guardar reposo estos últimos días. Hasta su vuelta a las carreras —prevista para este próximo fin de semana, en el Gran Premio de Australia—, Carlos se deja mimar en su casa de Madrid por su familia y con la mejor de las enfermeras: su novia, Rebecca Donaldson.
La espectacular modelo escocesa, de 28 años, sale con el astro del motor desde verano. En agosto fueron fotografiados a bordo de un yate en aguas de Cerdeña y, desde entonces, se han vuelto inseparables. La maniquí suele estar presente en las carreras de su novio y se encuentra perfectamente integrada en su familia política. Como prueba, viajó con ellos a Yanbu, en Arabia Saudí, para celebrar el nuevo triunfo de Carlos Sainz, padre, en el Dakar.