Tres días después de dar el último adiós a Fernando Gómez-Acebo —como informamos en nuestro último número, falleció el pasado 1 de marzo, a los 49 años, y fue enterrado el día 3, en el cementerio de San Isidro, de Madrid—, los Borbón volvieron a reunirse, esta vez por un motivo más alegre: celebrar el 85 cumpleaños de la infanta doña Margarita.
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Con el corazón encogido, debido al duro golpe, y la tristeza que ha supuesto para toda la familia perder a uno de sus seres más queridos, la Reina doña Sofía, acompañada por su hermana, la princesa Irene; su hija la infanta Elena, y Bruno y Beltrán Gómez-Acebo, dos de los hermanos de ‘Coco’ —como llamaban a Fernando—, acompañaron a la hermana más pequeña del Rey don Juan Carlos en un día tan especial.
Junto a su marido, Carlos Zurita; sus dos hijos, Alfonso y María, y el hijo de esta última, Carlitos, la duquesa de Soria estuvo rodeada del cariño de los suyos en una demostración de que la vida sigue, a pesar de lo mucho que duele a veces. Un dolor que también siente en el alma doña Margarita, que, tras despedir a la infanta doña Pilar hace cuatro años, ahora ha tenido que decir adiós a su sobrino, el hijo más pequeño de su hermana, que era su debilidad. En realidad, la debilidad de todos, pues siempre estaban muy pendientes de Fernando debido a su delicada salud.
El sabor de los Alpes
Evidentemente, no hubo una gran fiesta, dadas las circunstancias. Pero sí un almuerzo familiar y privado, en el que doña Margarita pudo celebrar con los suyos un aniversario tan redondo. El restaurante escogido fue El Chalet Suizo, un establecimiento especializado en fondues y platos con el sabor de los Alpes, situado en la carretera de Burgos.
Siempre amables con la prensa, los duques de Soria no tuvieron reparos en posar durante unos breves instantes para los reporteros que se encontraban en las puertas del establecimiento. Mostrando su lado más simpático, doña Margarita reconoció que había recibido la felicitación de cumpleaños por parte de su hermano, el Rey don Juan Carlos: “Sí, él sabe que siempre está invitado”, dijo, a pesar de que el padre del Rey Felipe no viajó a España para acompañarla en este señalado día.
Con gran desparpajo, cuando le preguntaron si sabía si don Juan Carlos —que no fue al entierro, pero está previsto que viaje a España el próximo 15 de marzo para participar en la Copa del Rey de Vela, que se disputará en Palma de Mallorca— podría venir al funeral que se prepara en memoria de su sobrino Fernando para las próximas semanas, la duquesa de Soria contestó: “Ni idea. Que se os meta en la cabeza que nosotros no es que no queramos decir las cosas. Es que, sinceramente, no es que seamos idiotas, es que no las sabemos”.
Altísimo, como su padre
Doña Margarita recibió el cariño y las atenciones de sus sobrinos Bruno, que acudió acompañado de su esposa, Bárbara Cano, y Beltrán, que estuvo en el almuerzo junto a su mujer, Andrea Pascual, y el hijo de ambos, el pequeño Juan, que en julio cumple ocho años y es altísimo, como su padre.
Doña Elena, que vestía de manera cómoda y ‘casual’, con un anorak de plumas, gorra y deportivas, se mostró muy afectuosa con sus tíos y con Carlos, el hijo de su prima. María, muy abatida tras la pérdida de Fernando, no podía ocultar su tristeza pese a la leve sonrisa que intentaba esbozar. Ella fue una de las que más lamentó su marcha, tal y como mostró en el mensaje que compartió con sus seguidores en redes: “Te has ido demasiado pronto, Coquito, demasiado joven. Te vamos a echar muchísimo de menos porque eras un ser de luz, lleno de alegría y de bondad. Descansa en paz, primo”, escribió Zurita.
Simoneta Gómez-Acebo, que también está profundamente afectada; su hermano Juan, que probablemente haya regresado a Miami, donde vive, y los Reyes don Felipe y doña Letizia fueron los grandes ausentes en esta reunión familiar.