En su nonagésima sexta edición, la ceremonia de los Oscar vive una segunda juventud: su alfombra vuelve a ser roja (adiós a la anodina color champán de 2023). Intensa y radiante, este año, hombres y mujeres del star system la pisan a lo largo de sus 950 metros cuadrados. Está impoluta. Decenas de trabajadores han estado seis días extendiéndola frente al teatro Dolby, el antiguo Kodak Theatre, que tantas alegrías dio durante décadas. En la noche de los Oscar, lo que no ocurre sobre el escenario sucede en la alfombra : un hervidero de noticias e imágenes que se fijan en la retina. ¡Bienvenidos a este juego de emociones, intriga y amor al arte y a la moda! Las quinielas están hechas. Los académicos ya dieron su veredicto, pero las sorpresas siguen revoloteando por el aire californiano.
El divertido encuentro de Thor e Iron Man en la alfombra roja: Chris bromeó con su amigo Robert Downey Jr., con quien ha trabajado en varias películas del universo de superhéroes
Jimmy Kimmel, el presentador de esta edición, trabaja para que todo fluya en el escenario y entre bambalinas. “Siempre soñé —confesó días antes de la gala— con ser anfitrión de los Oscar exactamente cuatro veces”. Misión cumplida, y Kimmel asciende al Olimpo de otras estrellas como Whoopi Goldberg y Jack Lemmon, aunque queda detrás del récord del presentador de los Oscar por antonomasia, Bob Hope, quien cumplió con esta labor de anfitrión hasta en once ocasiones. ¿Algo superará este año momentos tan únicos como el bofetón, en 2022, de Will Smith a Chris Rock? ¿Tendremos algún instante icónico como el de hace una década, cuando Ellen DeGeneres reunió en un selfi a una pléyade de estrellas que iban de Jennifer Lawrence a Brad Pitt y Angelina Jolie? Por lo pronto, en este 2024, reaparecen mujeres míticas de Hollywood: Jessica Lange, Charlize Theron y Jennifer Lawrence (¿nos regalará ella una de sus épicas caídas llenas de glamour?). Pasen y vean, lean esta crónica y, comiendo palomitas, observen cada fotografía que acompaña a estas líneas. Fíjense en cada detalle, como si fuera la primera vez. La realeza de Hollywood, un año más, nos brinda el más perfecto de los espectáculos.
Emma Stone llegó a la gala, entre risas y nervios, como la gran favorita para ganar su segundo Oscar, por su audaz Bella Baxter, el papel más arriesgado de su carrera
El desembarco de nuestras estrellas
En esta tarde radiante, los españoles aterrizan en Hollywood con toda la actitud. Pablo Berger, el cerebro creativo detrás de Robot Dreams, aspira a un galardón a mejor película de animación. La cinta llega a Los Ángeles con un Goya debajo del brazo, un premio del cine europeo, entre otros, y un aplauso generalizado por parte del público y la crítica. Como dato curioso, Berger es primo de los hermanos Uranga, integrantes de Mocedades. En su gran día, contó con la presencia de su esposa, su hija y todos los productores de la película. Entre ellos, Ibón Cormenzana, quien pisa la alfombra roja muy bien acompañado por su pareja, la actriz Manuela Vellés. Por otra parte, el equipo de Juan Antonio Bayona , el director de La sociedad de la nieve, la película que ya han visto 200 millones de personas en todo el mundo, y que cuenta con dos nominaciones (mejor película internacional y mejor maquillaje y peluquería).
Zendaya, el icono de la generación Z y una de las más aclamadas de la velada, eligió un look inesperado después de su maratón de estilo futurista —y muy impactante— durante la promoción de Dune: parte 2
Antes de la ceremonia, Bayona reveló, con profunda emoción, que sus padres, Piedad y Juan Antonio, de 83 años, cruzarían por primera vez el Atlántico para acompañarlo en esta velada. ¿Quién dice que la industria cinematográfica y la vida familiar no son compatibles? Como curiosidad, el padre de Bayona fue cartelista de cine en los ochenta, y, ahora, jubilado y muy orgulloso, aplaude a rabiar los éxitos de su hijo en la meca del séptimo arte. “Estamos felices de estar aquí —revela Bayona, quien, además de por sus padres, estuvo acompañado por 80 o 90 personas más—. Estamos abrumados y, pase lo que pase, lo vamos a celebrar”. Entre ellos, no falta a la cita el actor uruguayo Enzo Vogrincic . Viste esmoquin y demuestra que, hoy en día, la alfombra roja también la dominan los hombres, que oscilan entre el clasicismo de los años dorados de Hollywood y quienes apuestan por una estética más avant-garde, a lo Ryan Gosling o Colman Domingo, nominado a mejor actor por Rustin.
De Anya Taylor-Joy a Charlize Theron: los metalizados y las sirenas deslumbraron en la alfombra roja más famosa del mundo
Ana López-Puigcerver, David Martí y Montse Ribé, responsables de maquillaje y peluquería en La sociedad de la nieve, advierten que, independientemente del resultado, todos los involucrados ya se sienten “muy orgullosos” de todo cuanto han logrado.
El rosa volvió a ser tendencia con el voluminoso vestido de Ariana Grande y el más minimalista de America Ferrera, candidata al Oscar como mejor actriz de reparto
Elsa Pataky se quita la ‘espinita’
En la noche mágica del cine, Elsa Pataky aparece espectacular sobre la alfombra roja. Su marido, Chris Hemsworth, va a presentar un premio y la actriz española lo acompaña, como también lo acompañó hace exactamente diez años. En aquella ocasión, asistió a la ceremonia embarazadísima de sus mellizos, quienes nacieron pocos días después de la ceremonia (el 18 de marzo de 2014). Entonces, Elsa lució un fantástico diseño de Elie Saab y se enfrentó, sin darle demasiada importancia, a algunas críticas malintencionadas. Ahora, la actriz se ha convertido en la mejor embajadora de la moda española, al posar en la alfombra roja más importante del mundo con un vestido de alta costura de Ze García y joyas de Bulgari.
No hubo Oscar, pero J. A. Bayona y su equipo celebraron igualmente su triunfo: 200 millones de personas han visto La sociedad de la nieve, un fenómeno que ha convertido en estrellas a sus protagonistas
Por soñar, hubiera sido fantástico ver a Elsa Pataky junto a Penélope Cruz frente al teatro Dolby. Sin embargo, Penélope no ha podido asistir a la gran fiesta del cine por ‘exigencias de guion’. La actriz, a quien acabamos de ver en un spot con Brad Pitt, está rodando la nueva versión de La novia de Frankenstein, de Maggie Gyllenhaal, junto a Christian Bale. Tristemente, los compromisos profesionales le han impedido brillar en esa ocasión junto a grandes amigas, como Salma Hayek (que si bien no estuvo en la alfombra roja, sí disfrutó de las fiestas previas), o a actrices que un día fueron parte de su familia. Nos referimos a Eva Longoria, quien salió durante unos años con su hermano, Eduardo. Eva convenció a los más exigentes con un vestido negro como una segunda piel. La actriz estadounidense, que ha hecho de Marbella un segundo hogar, aspira a un Oscar por Flamin’ Hot, su cinta debut como directora, en la categoría de mejor canción original, The Fire Inside, un tema interpretado por Becky G.
Vanessa Hudgens dio la sorpresa al descubrir su avanzado embarazo, y Margot Robbie dijo adiós a la era pink y al personaje que la ha convertido en la actriz mejor pagada del mundo
La primera sorpresa de la noche
Los flashes iluminan la alfombra roja. Unos 310 medios del mundo entero han sido acreditados para cubrir los Oscar. Por lo tanto, al menos 310 objetivos buscan la noticia, el ángulo distinto y la expresión novedosa de quienes han protagonizado las grandes películas del año. Entre las primeras noticias que nos brindan los Oscar de 2024, impacta el evidente embarazo de Vanessa Hudgens, la inolvidable protagonista de High School Musical. La actriz es de las primeras en aparecer y lo hace con un vestido negro ajustado a sus actuales curvas, de Vera Wang, la misma firma que eligió, el pasado 2 de diciembre, para su romántica boda con el jugador de béisbol Cole Tucker. La puesta en escena de Vanessa no deja lugar a dudas: está embarazada y disfrutando la dulce espera de su primer hijo. Después de este bombazo, se espera algún otro. Por ejemplo, ¿Bradley Cooper llegará de la mano de la bella Gigi Hadid? Pronto se desvela: el actor prefiere llegar acompañado de la mujer que jamás le falla. Hablamos de su madre, la divertida Gloria, una presencia ya clásica en la historia de los Oscar.
Bradley Cooper acudió con su acompañante favorita en las galas, su madre, Gloria, y Steven Spielberg presumió de nieta
Noche de sirenas, ‘Barbiecore’, damas de negro y pura moda
Si hay una alfombra roja que pueda competir con los Oscar, esa es la de la Met Gala. Desafortunadamente, Jennifer López no ha asistido esta noche y eso nos ha impedido contemplar juntos a los cuatro anfitriones elegidos este año por Anna Wintour: la ya citada J.LO, Zendaya, Bad Bunny y Chris Hemsworth.
Cillian Murphy, Ryan Gosling, Greta Gerwig, Martin Scorsese….Los Oscar son un asunto de familia
Jack, hijo de Meg Ryan y Dennis Quaid; Sean, hijo de John Lennon y Yoko Ono, y Grace Gummer, siguen los pasos artísticos de sus famosos padres
Zendaya, cuyo paso por las alfombras rojas de Dune 2 ha sido muy aplaudido, no defrauda en los Oscar. Saluda a diestro y siniestro con un vestido rosa y un original estampado de palmeras, de Armani Privé. Le sienta como un guante y lo sabe. De rosa también, como no podía ser menos tras su aplaudido papel en Barbie, America Ferrera se reinventa a sí misma con un espectacular vestido de Versace. Los creadores eligieron entre diez tonos de rosa hasta dar con el exacto, y siete personas invirtieron 400 horas de trabajo para tenerlo listo. Ariana Grande se decanta por el barroquismo extremo para su debut en los Oscar: luce un Giambattista Valli rosa, con estética de Wicked, que a nadie deja indiferente, y adereza su look con joyas de Tiffany & Co. Después de tantos guiños al rosa, la ‘reina’ no nominada de Barbie, Margot Robbie, deslumbra en esta ocasión con un vestido negro de Versace, quizá su aparición más sobria de la temporada, pero que hace juego con Ryan Gosling , también de negro, pero en su caso de Gucci.
Entre los españoles que viajaron a Los Ángeles estaban la actriz Manuela Vellés, pareja de Ibon Cormenzana, productor de Robot Dreams, y Álex de la Iglesia, amigo de Pablo Berger, con su mujer, Carolina Bang
Si una tendencia triunfa en esta edición, amén del negro y del plateado (ahí está Charlize Theron, impresionantemente bella), esa es la que parece llegar del mundo mítico de las sirenas y del mar. Basta con observar los vestidos de altísima costura que portan, entre otras, Anya Taylor-Joy. La protagonista de Gambito de dama viste un Dior que ha requerido 1.500 horas de trabajo, basado en un clásico de la firma, el modelo Venus, de 1949, nacido a su vez bajo el influjo del Nacimiento de Venus, de Botticelli. Emma Stone, insuperable en su papel de Bella en Pobres criaturas, conquista a todos con un vestido a medida de Nicolas Ghesquière para Louis Vuitton. Por su parte, Hailee Steinfeld apuesta por la perfección de líneas del diseñador libanés Elie Saab. Su vestido recuerda al Mediterráneo. Siguiendo la misma línea marítima chic, el outfit de Lupita Nyong’o, un vestido de ensueño de Armani Privé al que no le faltaba de nada (ni plumas, ni brillos, ni lentejuelas, ni belleza indiscutible). Curiosamente, Lupita no posa sobre la alfombra roja con su actual pareja, Joshua Jackson, sino con su compañero de rodaje en Un lugar tranquilo: día 1.
Belleza en pareja e ‘hijos de…’
Este año hemos visto cómo los hijos de iconos de Hollywood ya pisan con seguridad y glamour las calles de Los Ángeles: de Jack Quaid (hijo de Dennis Quaid y Meg Ryan), quien se ha puesto en la piel del físico Richard Feynman en Oppenheimer, a Grace Gummer, tercera hija de Meryl Streep y Don Gummer. Grace aparece del brazo de su marido, el productor y compositor Mark Ronson, el responsable del tema de Barbie I’m just Ken. También emociona Sean Lennon, el hijo único de John Lennon y Yoko Ono. Productor ejecutivo del corto de animación ganador de la noche, War is Over! Inspired by the Music of John & Yoko, le dedica el Oscar a su madre, que acaba de cumplir 91 años, porque, en Reino Unido, es el Día de la Madre. De nuevo, algunas parejas han demostrado que uno más uno es mucho más que dos.
Robert Downey Jr. se reconcilió consigo mismo y con la Academia, tras décadas envuelto en polémicas: “Me gustaría agradecer a mi veterinaria, quiero decir, a mi mujer. Me encontró siendo una mascota gruñona y me rescató”
Impresionante la belleza de Emily Blunt, vestida por Schiaparelli, junto a John Krasinski; la serenidad de Kirsten Dunst con su marido, Jesse Plemons, con un más que notable cambio físico; la sonrisa del ganador del año pasado, Brendan Fraser, del brazo de su inseparable compañera, Jeanne Moore; la química de Sunrise Coigney y Mark Ruffalo, nominado por Pobres criaturas; el sabor al Hollywood dorado que aportan Matthew McConaughey y Camila Alves, y, por poner un broche de oro final a este listado, el romance made in Hollywood protagonizado por Susan Downey y Robert Downey Jr. Cuando, esta noche, Robert gana el Oscar a mejor actor de reparto (por Oppenheimer), le dedica el premio a Susan, porque fue ella, y solo ella, quien lo sacó literalmente de los infiernos de la droga y le hizo volver a aferrarse a la vida y a su gran pasión, la interpretación.
Al subir al escenario, la actriz se dio cuenta de que la cremallera de su vestido se había roto: fue después de haber estado bailando la canción de Ryan Gosling, su compañero en La La Land
Curiosidades de una gala diferente
Jimmy Kimmel advierte que, aunque la gala haya comenzado una hora antes de lo habitual, será larga. Así es esto, y los 96 años de historia previa nos han demostrado que, se haga lo que se haga, hay que verla como se ve un largometraje. En el primer tercio de la gala, las esperanzas españolas se diluyen. El Oscar a mejor película de animación se lo lleva El niño y la garza, de Hayao Miyazaki; el de maquillaje y peluquería lo gana el glam team dePobres criaturas, y el de mejor película internacional lo obtiene La zona de interés.
Sin poder contener las lágrimas y aún sin creérselo, Emma Stone recogió emocionada el segundo Oscar de su carrera como mejor actriz, por Pobres criaturas
El chascarrillo de la noche ocurre cuando Jimmy Kimmel recuerda uno de los grandes escándalos de la historia de la gala (en 1974, siendo presentador David Niven, un hombre, el fotógrafo Robert Opel, recorrió desnudo el escenario). El actor y luchador John Cena, Ken Sirena en la película Barbie, presenta el Oscar a mejor vestuario como Dios lo trajo al mundo, a excepción del sobre con el nombre del ganador. Al final, la estatuilla recae en los profesionales de Pobres criaturas.
Del triunfo de Christopher Nolan y su mujer al beso de los protagonistas de Taxi Driver y el reencuentro de Arnold Schwarzenegger y Danny DeVito
La gala fluye gracias a los números musicales. Dos de ellos se ganan un lugar destacado en la historia de los mejores momentos de la ceremonia. Por una parte, el protagonizado por los hermanos Billie Eilish y Finneas O’Connell. Billie gana el Oscar por su canción What Was I Made For? , de Barbie (es su segunda estatuilla, y eso que tiene menos de 22 años). Por otra parte, la genialidad y valentía del bueno de Ryan Gosling. El marido de Eva Mendes electrifica con su energía la gala gracias a su interpretación de I’m just Ken . Emma Stone, su antigua compañera de reparto en la inolvidable La La Land, canta a pleno pulmón con él. Sin duda, una escena de cine.
Póker de triunfadores: Robert Downey Jr., Da’Vine Joy Randolph, Emma Stone y Cillian Murphy ya han grabado su nombre en la historia de los Oscar
Stone vs. Gladstone
En cuanto a Emma Stone, se lleva su estatuilla a mejor actriz por su papel de Bella Baxter. A lo largo de toda la época de premios, Emma se había posicionado como la favorita, aunque conmovió con sus aplausos y franca alegría cuando, en los SAG, Lily Gladstone (espectacular en su papel de Los asesinos de la luna, de Scorsese) le arrebató el galardón. Sin embargo, esta noche, Emma gana su segundo Oscar (el primero se lo llevó a casa por La La Land, en 2017) gracias a Pobres criaturas, de Yorgos Lanthimos. Esto provoca que Lily Gladstone no sea la primera actriz indígena estadounidense en llevarse al ‘tío Oscar’ a casa, pero ella ya ha hecho historia.
Emma sube al escenario para recibir su galardón y revela que ha tenido un ‘problemilla’ con su vestido. Divertida, confiesa: “Mi vestido está roto. Creo que ocurrió durante I’m Just Ken”. Sobre el escenario, Jennifer Lawrence la entiende a la perfección. Ella está más que acostumbrada a estos inconvenientes técnicos en los momentos menos oportunos de Hollywood. Como botón de muestra, su caída en la ceremonia de 2013.
Después de tres horas y media de gala, se revelan los últimos premios: el enigmático Cillian Murphy gana como mejor actor por Oppenheimer ; la película de Christopher Nolan se lleva tres de las cuatro estatuillas principales, porque también ha ganado a mejor dirección y mejor película. El teatro Dolby apaga sus luces, los premiados esperan pacientemente sus estatuillas grabadas, el palmarés revela que Oppenheimer es la gran triunfadora de la noche con siete Oscar. Detrás, Pobres criaturas con cuatro. Barbie se conforma con uno, aunque, en cuanto a taquilla, ha arrasado, con 1.500 millones de dólares recaudados.
Después de tantas emociones, como suele ser habitual, el chef Wolfgang Puck les tiene preparado un menú de lujo en el Baile del Gobernador. Este año, incluye cinco paradas culinarias. La última con jamón de Jabugo, tortilla de patata y paella. Pablo Berger, Bayona y su ‘escuadrón’ seguro que olvidaron las penas con tales delicias. Y quizá, solo quizá, como en su día hicieron Hilary Swank, Joaquin Phoenix y Rooney Mara, descubramos a más de uno mordisqueando a escondidas su hamburguesa. Hollywood es el reino de los contrastes.
Hollywood se va de fiesta: de Judit Mascó a Sofía Vergara y Salma Hayek, las estrellas celebran la gran noche del cine
Hay vida después de la ceremonia de los Oscar. O mejor dicho, quedan energías. Porque pese a las tres horas y media de gala y el derroche de lágrimas y emociones, las endorfinas siguen disparadas. En realidad, porque tras el momento culmen en el que se da a conocer el título de la mejor película del año, la noche no ha hecho nada más que empezar.
Actores, empresarios, top models y cantantes se repartieron entre las afterparties más exclusivas
Es el momento de celebrar y, también, de entablar contactos para gestar los próximos “taquillazos” de 2024. Beverly Hills se convierte así en una hoguera de vanidades con decenas de focos abiertos a lo largo y ancho de las colinas, aún más eclécticos y tumultuosos que la propia fiesta mayor del cine. Como la que organiza, por ejemplo, el británico Elton John para recaudar fondos en la lucha contra el sida o la que pone en pie Vanity Fair en el Wallis Annenberg Center, donde no solo asisten premiados y nominados, sino también estrellas de la pequeña pantalla, como Sofía Vergara; multimillonarios, como Jeff Bezos y su prometida, Lauren Sánchez, y personalidades de la moda internacional, como la española Judit Mascó, que apareció espectacular vestida de granate y acompañada de la top brasileña Alessandra Ambrosio.
Más lentejuelas, más transparencias, faldas muchísimo más cortas... Las fiestas tras la ceremonia se convierten en una pasarela más intrépida y atrevida
La catalana compartió velada con otra española, Elsa Pataky, que cambió su Ze García nupcial por un Paco Rabanne metalizado. Una práctica esta —la de cambiar outfit— que también siguieron otras bellezas de la noche, como Margot Robbie, que deslumbró con un corsé de Thierry Mugler dorado con pedrería iridiscente, o Anya Taylor-Joy, con una reinvención del LBD de Miss Sohee, con casquete de perlas. Una apuesta por el look mini a la que se apuntó Irina Shayk, con falda plumcake, de Dolce & Gabbana, y sin noticias de Tom Brady.