Al tiempo que Kate se va sintiendo mejor de salud, la familia Gales también se va haciendo a la idea de que el próximo curso nada será igual. Para George, que cumple 11 años en julio, ha llegado la hora de vivir la experiencia de un internado. El tiempo pasa rápido y en unos meses tendrá que hacer la maleta para iniciar lejos de su familia una nueva etapa de formación como futuro Rey de Inglaterra .
Han sido unos meses muy difíciles para todos los Windsor, pero también un invierno precioso en el que han compartido más tiempo juntos que nunca en su casa de Adelaide Cottage, aunque con una rutina diferente. Durante semanas, Kate no ha podido llevar ni recoger a sus hijos de la escuela que está a sólo 20 minutos en coche, pero sí esperarlos con los brazos abiertos y ser testigo de cada una de sus tardes con todas sus tareas.
Pero, de confirmarse el regreso de Kate a la vida pública después de Pascua, ya solo tienen hasta Semana Santa para seguir disfrutando a tope y a tiempo completo. Ahora en su residencia de Windsor y durante sus vacaciones en Anmer Hall, su residencia campestre de Norfolk, en la finca de Sandringham House, dónde se está recuperando Carlos III; sin olvidar Balmoral a dónde irán todos en verano.
Su primogénito finaliza su educación primaria. Con once años que cumple en julio, a George le está llegando el momento de vivir la experiencia de dejar su hogar
El gran cambio
Kate está cada día mejor, aunque lidiando ya seguramente con su otra pena. Han sido cinco inseparables, pero el primer cambio grande está a la vuelta de la esquina: su hijo mayor ya no estará con ellos en el día a día. George está terminando su educación primaria en Lambrook, una escuela preparatoria independiente, en Berkshire, donde también estudian sus hermanos, la princesa Charlotte y el príncipe Louis; y los plazos de inscripción apremian.
Se había dado casi por hecho que acudiría a Eton College, al que asistieron el príncipe William y el príncipe Harry, y ha sido uno de los favoritos de la monarquía británica, pero todo parece indicar que la familia Gales va a romper la tradición. Kate prefiere que sus hijos se formen en centros de educación mixta y con enfoques diferentes.
Los medios británicos también han informado de la posibilidad de que fuera a Marlborough College, la antigua escuela de su madre y de sus hermanos, Pippa y James Middleton, pero al parecer también ha sido descartada.
En busca de la mejor opción, Kate y Guillermo han estado visitando centros educativos públicos de élite para valorar cuál de ellos ofrece el mejor plan educativo para un futuro monarca del Reino Unido. Y puede que ya lo hayan decidido, aunque no lo comuniquen hasta verano.
Un colegio diferente para George
De momento, todo parece indicar que sólo hay dos candidatos: La Oundle School, en Northampton y la St Edward’s School de Oxford. El primero fundado en 1556, es uno de los internados más prestigiosos y grandes del Reino Unido. “Los Oundelianos no se pavonean, sino que aprovechan al máximo sus capacidades y las oportunidades que tienen a su alrededor”, puede leerse en la web.
En cuanto a St. Edward’s School de Oxford (“Teddies”), fundado en 1863, puede leerse en su página que es un centro en el que “se anima a los alumnos a mirar más allá de los resultados de los exámenes y centrarse en los objetivos de vida a largo plazo”.
Ambos internados mixtos, aunque también tienen alumnado externo, se caracterizan por impulsar un ambiente académico menos competitivo donde los alumnos se forman a su propio ritmo. Si finalmente se cumplen los pronósticos, George romperá una larga tradición de la familia real, aunque no será el primero ya que su padre y su tío Harry también rompieron otra al no seguir los pasos de su padre y su abuelo, que estudiaron en el Gordonstoun School, en Escocia.
A la princesa no le faltan motivos para estar intranquila, además de la preocupación por la enfermedad de su querido suegro