El mundo del espectáculo y los fans de la serie Friends no estaban preparados para recibir la noticia de la muerte de Matthew Perry el pasado 28 de octubre. Un triste desenlace que conmocionó al mundo y que ahora, cinco meses después, sigue ocupando titulares al conocerse más detalles acerca de la última voluntad del actor y de su testamento, que firmó en el año 2009, y que no modificó desde entonces; a través de unos documentos obtenidos por varios medios de comunicación estadounidenses como People o Six Page. En él, Perry especificó quiénes serían sus albaceas, que son las personas encargadas de administrar su patrimonio, y a través de qué fideicomiso se repartiría su herencia.
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Según revelan los citados medios americanos, el actor nombró a su amiga Lisa Ferguson y a Robin Ruzan, exmujer de Mike Myers, como albaceas de su patrimonio y también como las responsables de ejecutar el fideicomiso de un millón de dólares (915.350 euros) de un fondo llamado Alvy Singer Living Trust, nombrado así en honor al personaje de Woody Allen en la película Annie Hall.
Los beneficiarios de su herencia
El testamento, firmado en 2009, tiene como beneficiarios a su padre, John Perry, a su madre, Suzanne Morrison, a su amiga, Caitlin Morrison, y su exnovia, Rachel Dunn, con la que salió entre 2003 y 2005. Lo sorprendente es que estipuló que en el caso de tener hijos, no tuvieran derecho a acceder al patrimonio. Finalmente el intérprete nunca llegó a tener descendencia.
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Su exnovia solicita la reapertura de la investigación
Tras varias autopsias el informe final constató que Matthew Perry falleció accidentalmente por culpa de la ketamina, un fármaco muy potente. Era conocida la adicción del artista al alcohol y los opiáceos, aunque en la autopsia no se encontraron rastros de ellos en su cuerpo. Matthew había asegurado encontrarse limpio y haber superado sus adicciones. Semanas después de su fallecimiento, un amigo íntimo del actor canadiense desveló que el intérprete "nunca estuvo limpio" de drogas: "Le mintió a todo el mundo acerca de estar limpio. Nunca lo estuvo".
Ahora, Kayti Edwards, expareja y amiga del actor, ha solicitado a la policía la reapertura de la investigación sobre su fallecimiento, debido a las irregularidades que sostiene hubo alrededor de su muerte. Kayti asegura haber sido testigo de como Perry tenía personal médico "deshonesto" en nómina que le suministraba las drogas. Y afirma estar convencida de que algún médico o enfermera podría estar detrás de la dosis de ketamina encontrada en el cuerpo de Matthew Perry, según publicó en su momento el diario Mirror.