Todo está listo para la gran fiesta del cine. La alfombra roja más famosa del mundo desplegada ya -este año recupera su tradicional bermellón tras la descafeinada ocurrencia del año pasado- a las puertas del Dolby Theatre, las gigantescas estatuas doradas colocadas, el escenario preparado…El mundo del entretenimiento gira la mirada hacia el corazón de Hollywood a pocas horas de celebrarse la 96ª edición de los Oscar.
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Directores, productores, actores, actrices…todos volverán a verse las caras en la noche más mágica, colofón final de la intensa temporada de premios que los ha traído hasta aquí. Sabremos por fin si la armada española logra alzarse con las tres estatuillas a las que opta: para La Sociedad de la Nieve (12 premios Goya y el segundo filme de habla no inglesa más visto en la historia e Netflix) como mejor película internacional con J.A Bayona al frente de su troupe de jovencísimos actores convertidos en estrellas; para las hermanas Ana y Belén López-Puigcerver, David Martí y Montse Ribé (estos dos ya ganadores del Oscar por El Laberinto del Fauno) por el maquillaje y peluquería de la misma, una labor casi titánica de la que solo se ve un 30 por ciento en la película; y para Pablo Berger por su Robot Dreams como mejor película de animación, haciendo realidad el sueño de convertir una película, a priori chiquitita, en algo muy grande (dos Goya, premio de cine Europeo.
De lograr los tres premios, llegaríamos a la redonda cifra de 20 Oscar para el cine español. No serán la única presencia española, la alfombra roja nos depara alguna que otra sorpresa y entre los platos que degustarán las estrellas tras la ceremonia, el chef Wolfang Puck, que lleva 30 años al frente, ha incluido algunas delicias de nuestra gastronomía: jamón de jabugo -cortado por Raúl Garrido y Carlos Sánchez-; tortilla de patatas y paella.
Será también el momento de ver si Hollywood corona a Christopher Nolan como mejor director del año frente al veterano maestro Scorsese; si el peaky blinder Cillian Murphy toca el cielo como el padre de la bomba atómica según parece en las quinielas: o quién vencerá el ‘duelo’ en la categoría principal de actrices, que promete ser la más reñida de la noche: si Emma Stone con su deliciosa y audaz Bella Baxter de Pobres criaturas o Lily Gladstone, que hará historia igualmente este domingo 10 más allá de si abandona el Dolby con la estatuilla en la mano. La sola presencia de la actriz, de 37 años, con sangre de las etnias Siksikaitsitapi y Niimi’iipu es un nuevo capítulo en la tortuosa y larga relación entre Hollywood y los indígenas estadounidenses. En Los asesinos de la luna, el primer western de Scorsese, de 81 años, interpreta a Mollie Kyle, una mujer de la tribu Osage de Oklahoma que se casa con un hombre blanco, en una historia inspirada en hechos reales. Ya ha ganado el Globo de Oro y el premio del sindicato de actores (SAG), donde el aplauso más grande se lo dio precisamente Emma Stone. “Esto es para todo infante en las reservas, para todos los niños urbanos y para todos los pequeños niños nativos que tienen un sueño”, dijo en uno de sus discursos, que reflejaba mucho de la experiencia personal de esta actriz, quien vivió hasta los 11 años en una reserva de Pies Negros en Montana.
Y la noche, seguro, dará de qué hablar, dos años después del bofetón que ha llevado al ostracismo a Will Smith. Y diez de aquel selfie en el que la presentadora de 2014, Ellen DeGeneres, reunía a Jared Leto, Jennifer Lawrence, Bradley Coooper, Channing Tatum, Julia Roberts, Kevin Spacey, Lupita Nyong’o, Brad Pitt y Angelina Jolie. Una imagen única que rompió internet y que hoy sería impensable. Una de las fotos inolvidables de esta 96ª ceremonia será ver bailando y cantando a Ryan Gosling en vivo y en directo I’m Just Ken, de Mark Ronson, convertido en el novio de Barbie.
Pero en la gran fiesta del cine hay además otros ‘vencedores’ y esos se deciden en la alfombra roja. ¿Cuál será el vestido más espectacular? ¿Y el más elegante? ¿Quiénes se coronarán como los mejores vestidos y vestidas? La ‘batalla’ está servida y los estilistas de Hollywood mandan en la cita donde todo el mundo quiere ver y ser visto. Ellos deciden quién triunfa y quién fracasa con las elecciones de sus looks y son capaces de transformar a cualquier desconocido que debute en el histórico paseíllo hasta las escaleras en una leyenda con un solo traje. Son las manos que mecen la cuna del glamour. De Petra Flannery a Kate Young, de Elizabeth Stewart a Samantha McMillen. De Leslie Fremar a Andrew Mukamal, Erin Walsh o Ryan Hastings y una larga lista de nombres que mueven los hilos, muchos desde sus estudios del West Hollywood, donde guardan bajo llave los exclusivos vestidos solo accesibles a las estrellas que los lucirán en la pasarela más vista del mundo.
Por ella veremos desfilar, por ejemplo, a Emma Stone , nuevamente nominada tras ser la vencedora de 2017. no solo por haberse llevado la estatuilla. Nadie olvida cómo deslumbró con el último diseño que Riccardo Tisci realizó para Givenchy antes de dejar la firma inspirado en La la Land y realizado por un equipo de 11 personas durante 1.700 horas de trabajo. La actriz, que llega a los Oscar como una de las favoritas, ha vuelto a causar furor con sus estilismos en la gira promocional de Pobres Criaturas. Petra Flannery es la autora de los estilismos del repertorio que hemos tenido la oportunidad de disfrutar a lo largo de los años: desde el vestido de Prada con escote cuadrado con el que acudió al estreno de Amazing Spiderman en los Ángeles hasta los vestidos con los que ha rendido homenaje a su personaje de Bella Baxter, como el lencero en color plateado y bata satinada azul bebé en …al inclasificable vestido asimétrico con corsé y una manga victoriana en Peach Fuzz, el tono melocotón que Pantone declaró color oficial de 2024, que llevó en los pasados Bafta.
Porque si algo nos han hecho amar las últimas alfombras rojas es que los actores están trasladando sus personajes ficticios al mundo real a través de sus estilismos. Es lo que lleva haciendo prácticamente el último año Margot Robbie, que ha elevado el barbicore a tendencia en todo el mundo. Andrew Mukamal ha sido el responsable de llevar a la actriz mejor pagada del momento a la cima de la moda y del estilo con sus looks como Barbie. Lo más probable es que con su aparición en los Oscar -no está nominada, pero es productora de la cinta, que opta a 7 estatuillas- de por cerrada ya su etapa ‘rosa’ para abarcar nuevos retos estilísticos…y cinematográficos.
En los últimos años el estilista neoyorquino se ha convertido en una figura más conocida por su trabajo con Zoë Kravitz y sus colaboración con Kaia Gerber, Hailey Bieber y Lily-Rose Deep. Y veremos a otras de su clientas en los Oscar, como Carey Mulligan , una de las actrices con más talento de su generación y, al mismo tiempo, uno de los referentes de estilo que pone de acuerdo a la crítica mundial. El armario de la protagonista de Maestro está considerado uno de los más interesantes del momento. Y a la espera de ver con qué impecable estilismo acude (recordemos que está nominada como mejor actriz), ya nos ha ido dejando una cascada de aciertos durante las últimas semanas, como su aparición en la Berlinale con un vestido de Daniel Roseberry, actual director creativo de Schiaparelli, confeccionado en dos tejidos diferentes, y en dos colores -negro y crudo-, que Irina Shayk lució en el desfile de la firma. O el diseño oro de perfecta arquitectura de Armani que la convertía casi en una dorada estatuilla en los SAG. La británica ha reivindicado una y otra vez la silueta súper ceñida, cortesía de grandes casas expertas en corsetería que le han confeccionado vestidos únicos con un glamour muy Hollywood dorado. Y si algo ha pedido ha sido elegancia sencilla. Con su discreción innata, Mulligan defiende como nadie los trajes de noche minimalistas.
También con ayuda de Andrew Mukamal, y con un estilo radicalmente opuesto, Billie Eilish ha desfilado por las alfombras con sus looks alternativos de marcas emergentes. Llega a la ceremonia después de haber ganado todo como candidata a mejor canción original por What Was I Made For, precisamente de la película de Greta Garwig.
Estamos deseando ver con qué look va a sorprendernos Zendaya después de la gira mundial de Dune: parte 2, donde cada una de sus apariciones ha sido más comentada que la anterior. La estrella nos ha regalado un espectáculo de otro planeta. Detrás está Law Roach, el extravagante gigante de las rastas (ahora de larga melena lisa) que la ha convertido la reina chic de la Generación Z, todo un experto en moda vintage. Ya sabemos que cuando Zendaya y Roach unen fuerzas -trabajan juntos desde que ella tenía 13 años- prenden fuego a la alfombra roja y a lo largo de los años han dado vida a numerosos hitos de moda inolvidables. El último look de la gira recaló en Nueva York, donde puso colofón con un vestido de Stéphane Rolland, decorado con una angulosa abertura y aplicaciones doradas en relieve en el bajo. “Para mí se parece a lo que lleva la Reverenda Madre (interpretada por Charlotte Rampling) Me recordó a esos trajes suyos”, decía recientemente Roach en Vogue. Nunca trabajamos basándonos en cómo nos parece que va a reaccionar la gente“, añadía. ”Llevamos [utilizando vintage] desde que Zendaya y yo empezamos a trabajar juntos. Al principio, surgió de la necesidad, porque cuando empezamos, nadie le prestaba ropa. Y yo vengo del vintage, tenía una tienda de ropa vintage en Chicago, así que muchas de las cosas que llevaba eran de mi tienda o piezas vintage“.
El ‘arquitecto de la imagen’, como se define a sí mismo, que ha vestido a Tom Holland, Ariana Grande o Bella Hadid, es también el ‘responsable’ de haber convertido en un icono a Anya Taylor-Joy tras su gran descubrimiento en Gambito de dama, quien tras convertirse en embajadora de Dior comenzó a trabajar con Ryan Hustings, que suele colaborar también con Taylor Russell y Rooney Mara.
Este domingo marca también la reaparición de Charlize Theron en la ceremonia de los Oscar. La actriz, ganadora de la estatuilla por Monster, es una de las diosas de la alfombra y se encargará de presentar una de las categorías sobre el escenario. Lo más probable es que la veamos con un diseño de Dior, su firma de cabecera, como en los Globos de Oro de 2020, para volver a brillar de mano de Leslie Fremar, su estilista de cabecera, que también se encarga de los looks de Jennifer Connelly, Julianne Moore y Reese Witherspoon.
Considerada una maga de las alfombras rojas, Jamie Mizrahi - se dice que la duquesa de Sussex acaba de ficharla con el objetivo de volver supuestamente a la industria hollywoodiense- se ha convertido en la gurú capaz de reinventar y empoderar la imagen de superestrellas como Adele, Katy Perry, Jessica Alba, y Jennifer Lawrence, otra de las invitadas encargadas de entregar un premio. Tras las últimas apariciones protagonizadas por la actriz, los críticos han coincidido en un mismo veredicto: la estadounidense es la nueva musa del minimalismo. De un tiempo a esta parte, su guardarropa ha pegado un giro y ahora se alimenta de piezas esenciales al hilo de la tendencia del lujo silencioso.
Fue en febrero de 2013 cuando Jennifer Lawrence se convirtió en embajadora e imagen de Dior, casa con la que, a día de hoy, mantiene su contrato. Es más, para recoger el premio Oscar como mejor actriz de aquel año, se enfundó en un imponente vestido blanco de la colección de alta costura valorado en 4 millones de euros y considerado el más caro de la historia del certamen cinematográfico. También Jamie Mizrahi está detrás de los looks que la actriz lució en Cannes, incluidas las chanclas con aquel imponente vestido rojo. “No estaba haciendo una reivindicación política, no es que no lo hubiera hecho. No tenía ni idea hasta que salió a la luz que había toda una controversia con las personas que usaban zapatos planos, o caminaban descalzos por la alfombra roja. No sabía nada. Mis zapatos eran de una talla demasiado grande», explicó después. Jeremy Allen White, protagonista de The Bear y novio de Rosalía, también se deja asesorar por ella.
Y volveremos a ver a Michelle Yeoh . La flamante triunfadora del año pasado por Todo a la vez en todas partes hizo historia con su Oscar -la primera mujer de origen asiático en ganarlo- y con el maratón de estilo que se marcó durante la temporada. Su paso por la alfombra roja -como es tradición entregará el premio al mejor actor de este año- vuelve a ser uno de las más esperados después de la demostración de talento para combinar firmas, tejidos y siluetas junto a su estilista favorita, Jordan Johnson, que trabaja también con Anna Kendrick, Bob Odenkirk y Diego Luna, entre otros.
Lupita Nyong’o -el pasado diciembre se confirmó su relación con Joshua Jackson- pasó de ser prácticamente una desconocida a la mejor vestida en los Globos de Oro de 2014 gracias a Micaela Erlanger, otra de las estilistas en le podio de los poderosos, que también colaboró con Ana de Armas durante una etapa de la carrera de la actriz cubana. La actriz, convertida en todo un fenómeno viral, acaba de dar su última lección de estilo en el Festival de Berlín como presidenta del jurado. No defraudará tampoco Emily Blunt, que seguro volverá a centrar los flashes con el estilismo que haya elegido junto a Jessica Paster, con quien trabaja desde hace más de quince años; y es más que probable que escuchemos nombre de Kate Young, entre cuyos logros se encuentra la transformación de Selena Gomez de niña Disney a artista adulta, el brillar a Dakota Johnson más allá de Cincuenta sombras de Grey, diferenciar a Sophie Turner de su Sansa de Juego de Tronos, y la conversión total de Margot Robbie.
De asistir Cate Blanchett -aunque no está anunciada oficialmente- seguro deslumbrará con su personal estilo, que suele posicionarla como apuesta segura en las listas de mejor vestidas. Parte de este éxito lo tiene su estilista, Elizabeth Stewart, quien a lo largo de su dilatada carrera ha asesorado a otras estrellas como Sandra Bullock, Viola Davis, Calista Flockhart, Elizabeth Olsen, Amanda Seyfried, por supuesto Julia Roberts, de quién es su estilista de cabecera desde 2007, o Jessica Chastain.
Y si de poderosos estilistas hablamos, resuenan los nombres de Ilaria Urbinati, que en los últimos tiempos ha conseguido que los nombres de ellos también ocupen los primeros puestos de las listas de estilo, desde Rami Malek a Bradley Cooper, John Krasinski, Chris Evans o Dwyane Johnson. Rebecca Corbin-Murray, la estilista a quien recurren las actrices británicas, quien mano a mano con Florence Pugh la ha convertido en otro ídolo de la nueva generación de Hollywood y asesora también a Lily James y Simone Ashey, de Los Bridgerton; Molly Dickinson comenzó como asistente de Leslie Fremar y en apenas cinco años se ha convertido en la estilista preferida de la Gen Z. Anima las alfombras rojas con sus mezclas audaces y su reinterpretación del armario clásico junto a Sydney Sweeney, Camila Mendes o la coprotagonista de Stranger Things, Sadie Sink . Y no olvidamos perfiles como los de Tara Swennen, aprendiz de Rachel Zoe y artífice de radial cambio de Kristen Stewart, Erin Walsh, favorita de bellezas como Anne Hathaway, Harry Lambert, el británico que sacó a Harry Sytles del sartorialismo y le dio su nueva personalidad.
Sin duda, en la ola de nuevas personalidades, uno de los actores que animará la velada de los Oscar será Colman Domingo. Junto a sus estilistas, Wayman + Micah -también visten a la favorita para el premio como mejor actriz de reparto Da’Vine Joy Randolph (Los que se quedan)- son el power trio que ha triunfado en todos los eventos. En un año especialmente importante en esto de la reinterpretación estilística para ellos, las apuestas han estado bastante reñidas entre Jeremy Allen White, Pedro Pascal, Barry Keoghan o Timothée Chalamet.
Domingo llega a los Oscar tras hacer la ronda de premios con dos proyectos de altura, El color púrpura, la adaptación musical de la novela de Alice Walker de 1982; y por otro lado, Rustin, el film biográfico sobre Bayard Rustin, asesor de Martin Luther King Jr. y apasionado activista por los derechos civiles de los homosexuales, así como de la comunidad negra. El actor oriundo de Filadelfia se ha convertido en uno de los favoritos de los fashionistas, demostrando que no tiene miedo a jugar con los colores, las siluetas y las texturas y haciendo más interesantes todas las alfombras de la temporada. “Me encanta el corte italiano típico de los años 70 porque soy alto y esbelto. Tengo unas buenas piernas largas. Me gustan los pantalones de tiro alto. Me gusta sentirme sexy y coqueto. Me gusta tener pinta de ligón en todo momento. Tonteo todo el tiempo”, decía en una reciente entrevista en Vanity Fair cuando le preguntaban cómo se siente al ser el hombre mejor vestido de Hollywood (de manera no oficial). Uno de los looks que más han impactado ha sido el traje color mostaza oversize de Valentino Couture, combinado con camisa azul, abrigo dorado y botines de punta de Louboutin, y joyas de Bulgari, que llevó a los Critics Choices Awards y otro con los que destacó fue un dos piezas custom de Louis Vuitton, con pantalón flare y chaqueta de inspiración militar con un broche de perlas.