"La vía judicial no es la más adecuada para resolver cuestiones de familia, pero Margherita se ha visto obligada". Así explican desde el entorno de la matriarca de los Agnelli su última demanda contra su hijo John Elkann, que ha revivado la eterna guerra judicial dentro de uno de los clanes más poderosos e históricos de Italia. A la hora de justificar esta nueva denuncia, subrayan en declaraciones a El País que para ella lo fundamental es que a todos su vástagos (tiene ocho de dos matrimonios diferentes) se les trate del mismo modo cuando hablamos de la herencia de Gianni, el que fuera magnate de la casa Fiat fallecido en 2003.
El motivo de este enésimo enfrentamiento tiene que ver, según la parte de la acusación, con las presuntas irregularidades fiscales dentro de un imperio económico valorado en unos 30.000 millones de euros. Ahora quien domina esa fortuna es John, peleado con su madre y sus cinco hermanastros (los hijos del conde ruso Sergio de Pahlen). Los abogados del empresario niegan cualquier anomalía financiera y lamentan la "persecución" de Margherita hacia sus propios seres queridos que, recuerdan, dura ya "más de veinte años".
La visión de este enconado litigio es completamente diferente desde el otro bando, ya que el representante legal de la mujer de 68 años asegura que esta solo se defiende del ataque de sus tres hijos (los que nacieron de su relación con el escritor Alain Elkann). En este sentido, explica al citado diario que John, Lapo y Ginevra abrieron un procedimiento en Suiza contra ella, incluso antes de que se hubiera planteado ninguna disputa sobre la herencia.
Hace dos décadas, Margherita Agnelli renunció a las acciones de la sociedad familiar cuando estaban a punto de caer en bancarrota. Como contraprestación recibió alrededor de 1.300 millones de euros, una cantidad que mucho tiempo después cosideró había sido insuficiente. John, actual presidente y consejero delegado del grupo, considera que su progenitora solo quiere sacar un mayor provecho de la bonanza de la compañía, en la que también se incluye la prestigiosa marca Ferrari.
Los letrados de este critican que la matriarca del clan se desentendiera de la empresa cuando las cosas iban mal y, después, quiera beneficiarse de algo "sin haber aportado nada". Incluso, lamentan que ella no se alegre y se sienta orgullosa por el trabajo que ha hecho su hijo para relanzar el holding automovilístico. Sin duda, una complicada situación que no solo afecta a lo económocio sino también a lo emocional, pouesto que los tres tres hermanos Elkann dicen sentir "pena y dolor" por las acusaciones de su madre.
Cabe recordar que en 2010 Margherita Agnelli ya perdió una de estas batallas por la cuantiosa herencia de su padre, un poderoso e influyente hombre turinés ligado también a la aristocracia y que era conocido en su país como 'Il Avvocato' (el abogado). Entonces, el juez desestimó el recurso interpuesto por ella contra su madre, Marella Caracciolo, y tuvo que pagar las costas del juicio que ascendían a 34.000 euros.