Atresplayer prepara El gran salto, una serie que narrará una de las historias más apasionantes de la historia del deporte español: la vida del campeón olímpico Gervasio Deferr; su camino hacia el éxito y su caída a los infiernos. El actor Óscar Casas será el protagonista de esta serie, creada por José Rodríguez, a partir de la biografía que el propio Deferr relata en su libro del mismo nombre. La ficción constará de cinco episodios de 50 minutos de duración y su rodaje empezará el próximo mes de abril en localizaciones de Barcelona, tierra natal de uno de los gimnastas más importantes de España.
Con motivo de esta noticia, recordamos la dura historia de Gervasio Deferr, un deportista brillante que cayó en una auténtica espiral de autodestrucción tras ganar dos medallas olímpicas de oro en salto en Sídney 2000 y Atenas 2004, y una medalla de plata en suelo en Pekín 2008.
Según contó el propio Gervasio una entrevista concedida a Jordi Évole a principios de 2022, el éxtio le convirtió en una persona totalmente distinta. "Me creo Dios", dijo. Sin embargo, cuando menos lo esperaba, una operación de hombro le obliga a parar y ahí comienzan sus problemas de adicción, que se hacen públicos después de un control de dopaje en un mundial. "Ahí es cuando se me cayó todo. Todos me señalan", contó, recordando que su padre estuvo mucho tiempo sin hablar con él por aquello.
Entonces no le importó quedarse sin patrocinios , aunque luego tuvo que pedir ayuda al Comité Olímpico español para prepararse para los juegos de Atenas. En esa competición ganó su segundo oro olímpico, pero sintió que había fracasado por un fallo en una de las competiciones y bebió tanto que hay momentos que no recuerda. "Quería inundarme en alcohol. Estoy convencido de que el alcohol es la droga más peligrosa. Yo no me drogo con otras cosas si no bebo, es todo a través de ello", explicó.
En 2011 se retiró del deporte, lo que agravó su situación. "Por fin podía hacer lo que quería, no tendría que pasar doping (…) Era autodestructivo (…) Hubo un momento en que me di cuenta de que llevaba seis años bebiendo todos los días (...) Sin nada que hacer ni objetivo, al final te envenenas". Recordó unos durísimos momentos en los que se despertó con restros de sangre sin saber lo que había hecho o cuando no pudo ir al hospital a ver a su madre después de que hubiera sufrido un infarto. "Si mi madre se llega a morir, no me lo hubiera perdonado, yo no estaría aquí", dijo.
Afortunadamente, en 2017 tomó la decisión de cambiar e ingresó en un centro de desintoxicación durante casi un año. Dejó atrás esa etapa tan difícil de su vida y se reinventó como entrenador en el gimnasio de la Mina, uno de los barrios más humildes de Barcelona, donde forma a jóvenes amantes del deporte, a los que ha recomendado leer su autobiografía y ahora les aconsejará ver su serie. "Cuando superas una una situación tan complicada y has sido un personaje público se tiene que saber para que no pase lo que les pasó a Blanca Fernández Ochoa, a Jesús Rollán o a Yago Lamela", ha dicho el deportista en una entrevista a El Mundo.
"Estoy aquí, lo puedo contar, con ganas de vivir y con objetivos en la vida, otro tipo de objetivos, pero objetivos al fin y al cabo", ha añadido. Entre esos objetivos se encuentra disfrutar al máximo de su familia, sobre todo, de sus dos sobrinas a las que adora. "Yo ya no quiero volver a ganar, ya no quiero volver a perder. Quiero estar tranquilo, que ya muchas victorias y muchas derrotas he pasado en esta vida. Lo de competir se acabó. Ahora toca vivir y sin hacer daño a nadie. Ser feliz", ha concluído.