La triste muerte a los 49 años de Fernando Gómez-Acebo ha dejado desolados a sus cuatro hermanos mayores: Simoneta, Juan, Bruno y Beltrán, con quienes tenía una relación muy especial de amor fraternal en el seno de una familia que hoy llora la pérdida de uno de sus principales miembros. Los primos del rey Felipe se mostraban este sábado visiblemente afectados en el tanatorio Parcesa de la Paz de Alcobendas (Madrid), lugar donde se ha organizado la capilla ardiente del difunto.
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El hijo menor de los duques de Badajoz fallecía a los 49 años de edad tras los problemas salud que venía arrastrando desde hace tiempo, después de haber sido hospitalizado el pasado lunes cuando su estado se agravó aún más. Sobre su pasado, el sobrino de Juan Carlos I nació en 1974 y se crio siendo el benjamín de la casa, por lo que ocupaba un posición muy significativa dentro del clan en virtud de la cual recibía entonces buena parte de los mimos y atenciones.
El estrecho vínculo de Fernando con sus seres queridos lo pudimos comprobar en enero de 2020 cuando nos dejó su madre, la recordada infanta Pilar. Fue un momento en el que los cinco hermanos no se separaron ni un momento de su progenitora, mientras ella estuvo ingresada antes en la clínica Ruber Internacional de la capital tras empeorar del cáncer de colon que padecía. Días después, tuvo lugar la misa funeral en su honor que albergaba la basílica de El Escorial y allí vimos a sus vástagos unidos en el dolor.
Estos recibieron entonces el calor y el apoyo de los reyes Felipe y Letizia, así como de Juan Carlos I y doña Sofía, fundiéndose en cariñosos abrazos durante el instante en el que les trasladaban sus condolencias para arroparles en aquel día. La ceremonia solemne se convirtió en un acto plagado de recuerdos para homenajear a la que era, sin duda, una de las integrantes más queridas de la familia Borbón.
Acudieron en torno a 500 personas, entre ellas también las infantas Elena y Cristina, e incluso exparejas de algunos de los hijos de la infanta Pilar como eran Laura Ponte, que estuvo casada con Beltrán; José Miguel Fernández Sastrón, el que fue marido de Simoneta; y Winston Holmes Carney, la exmujer de Juan Gómez-Acebo. Posteriormente, la catedral de La Almudena fue el escenario elegido para acoger un segundo funeral con el que se rendía tributo a la Duquesa.
A pesar de tener lazos con la realeza, la alta aristocracia y la élite financiera de España, Fernando Gómez-Acebo siempre se mantuvo en un discreto segundo plano mediático. Pasó por el altar en dos ocasiones, la primera con la empresaria Mónica Martín Luque y después con la periodista griega Nadia Halamandari, siendo padre con esta última de un niño de 7 años llamado Nicolás. Este fin de semana, los tres acudían al velatorio para dar el último adiós al fallecido y sus rostros reflejaban la enorme pena que les invade el corazón.