Familiares y amigos lloran la prematura muerte de Fernando Gómez-Acebo, primo del rey Felipe VI, que ha perdido la vida a los 49 años después de una temporada con un estado de salud delicado. Desde primera hora de la mañana, sus seres queridos se han trasladado al Tanatorio Parcesa de la Paz, situado en la localidad madrileña de Alcobendas, que ha acogido este 2 de marzo la capilla ardiente y una posterior misa funeral en homenaje al fallecido.
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Entre los asistentes ha destacado la presencia de Nadia Halamandari. La periodista de origen griego y el menor de los cinco hijos de los duques de Badajoz se conocieron en el verano de 2015, y, superando la distancia, consiguieron forjar un bonito idilio. Una historia de amor que consolidaron al darse el ‘sí, quiero’ el 31 de mayo de 2016 en el Ayuntamiento de Paleo Faliro (una zona costera del sur de Atenas).
Al contrario que en el primer enlace de Fernando con la empresaria Mónica Martín Luque en noviembre de 2004, una boda que reunió a gran parte de la Familia Real Española y otros aristócratas en el Real Monasterio de la Encarnación de Madrid, esta unión helena fue de lo más sencilla y contó únicamente con dos invitados, el padre de Nadia y su abuela paterna. Cinco días después de la boda, el matrimonio dio la bienvenida en Atenas a su primogénito, Nicolás (7).
La pareja ha criado de forma conjunta a su hijo en Madrid, donde a ella ha compartido en sus redes sociales sus planes como agradables tardes de paseo por el parque del Retiro e inesperadas caminatas por la nieve cuando en enero de 2021 la tormenta Filomena tiñó de blanco cada rincón de la ciudad.
Publicaciones en el mundo virtual en los que la periodista también demuestra su buena relación con su familia política compartiendo cariñosas imágenes con su suegra, la fallecida infanta Pilar, e, incluso, celebrando el cumpleaños del pequeño Nicolás junto a María Zurita y su hijo Carlos.
Mónica Martín Luque, rota de dolor
La primera vez que Fernando Gómez-Acebo pasó por el altar fue en noviembre de 2004 con Mónica Martín Luque. Aunque su historia de amor se acabó siete años más tarde, fue un proceso de mutuo acuerdo y supieron mantener una excelente sintonía. Buena muestra de ello es que la empresaria y propietaria de la firma Pantallas Potosí no ha podido reprimir las lágrimas y se la ha visto llorar desconsolada a la salida del tanatorio.
La infanta Elena consuela a sus primos en la capilla ardiente de Fernando Gómez-Acebo