Dos años después de que ¡HOLA! anunciara su ruptura con el empresario portugués João Viegas Soares, Vicky Martín Berrocal vuelve a estar en el centro del disparadero mediático por cuestiones sentimentales. Y de manera sorprendente, ya que relacionan a la diseñadora andaluza con el empresario Enrique Solís, el menor de los cuatro hijos que tuvo Carmen Tello, durante su matrimonio con el marqués de la Motilla.
A pesar de los diecisiete años de diferencia —ella cumplirá 51 el próximo 11 de marzo y él 34 en junio—, ambos se conocen desde hace unos diez años de Sevilla. Y parece que esa amistad podría haber originado algo más. La revista Diez Minutos acaba de publicar unas imágenes de Vicky y Enrique agarrados de la mano. El semanario no solo cuenta que ambos acudieron a la celebración del cumpleaños de un amigo en Barcelona, sino que también pasaron juntos el Día de San Valentín, al acudir juntos a otro cumpleaños en Madrid.
Si tanto las informaciones como las imágenes resultan sorprendentes, no menos llamativas fueron las palabras de la diseñadora en televisión, al enterarse de su publicación. “Me coge muy de sorpresa todo. Las fotos están ahí, así que no hay nada que decir. Pero qué alegría que me cojan sin estar trabajando, pasándomelo bien y sin tener que dar explicaciones a nadie”, dijo sonriente en el programa de Ana Rosa Quintana. También Enrique Solís se pronunció al ser preguntado en plena calle. “Somos amigos y la conozco de hace muchos años”, dijo el empresario, sin querer revelar si podemos hablar de relación: “Es muy temprano para estas preguntas, de verdad”. Al parecer, ambos se han visto este fin de semana en Sigüenza (Guadalajara).
Aunque aún es pronto para hablar de noviazgo, Vicky se muestra ‘ilusionada’. Es lo que llega a ¡HOLA! de algunas personas que la han visto estos días. Lo curioso es que ella estuvo en Málaga a finales de la semana pasada y se hospedó en uno de los hoteles de Enrique, donde le dejaron algunos mensajes en su habitación: “Lo mejor llega sin planearlo” o “Todo pasa por algo”, entre otros. Por su parte, Enrique nos confiesa sentirse algo ‘agobiado’ por el revuelo. “Son muchas cosas personales y profesionales. No es nada fácil”, nos cuenta. El tiempo dirá el resto.